Literacidad crítica: leer y escribir la ideología (original) (raw)
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La literatura como ideología y la crítica literaria
1. En estas páginas vamos a entender la crítica literaria como el conjunto de manipulaciones posibles que suceden a la contemplación o conocimiento primero -su lectura-de un objeto «literario» 451 . Cuando estas manipulaciones afectan de algún modo la naturaleza, forma, apariencia, etc. del objeto en cuestión, incurrimos en una tarea investigadora. Cuando lo afectado es, por el contrario, esencialmente el conocimiento que provocan en el lector, hablamos de crítica literaria 452 . Ambas actitudes y sus resultados son, claro está, separables sólo en teoría: la modernización lingüística de un texto medieval, por ejemplo, es una manipulación --------306 -------del investigador que afecta a la forma del objeto literario; pero redunda in extremis en un mejor conocimiento por parte del público. La separación teórica, con todo, tiene cierta base real: las tareas investigadoras tienden a la exentidad y limpieza del objeto literario como tal objeto; las tareas críticas -lógicamente posteriores-se preocupan del proceso que aquel objeto mondo va a establecer relacionándose con lectores, y de toda la casuística derivada de esta relación. Yo diría, para entendernos, que existe proporcionalidad entre estos términos y lo que la sicología moderna llama sensación y volición Quedan en el párrafo anterior muchas cosas en el aire. Sobre todo, dos. La presunta y debatible naturaleza «literaria» del objeto de estudio, que ya hemos casi dado por supuesta. Y la nebulosa que un concepto tan amplio y oscuro como «crítica literaria» introduce en cualquier planteamiento cartesiano de un problema. En ambos casos se trata de hipótesis de trabajo que me apresuro a dar como totalmente provisionales.
Leer la ideología: la realidad y el deseo
El artículo analiza como nueve estudiantes universitarios de primer cuso comprenden la ideología de dos editoriales que tratan un mismo tema político desde una orientación opuesta. La metodología es cualitativa y utiliza cuestionarios abiertos y entrevistas semiestructuradas para recoger las respuestas y los comentarios de los informantes, que se contrastan con el análisis lingüístico usando el aparato teórico del Análisis del Discurso. Los resultados muestran una gran diversidad de conductas, desde lectores que pueden identificar la ideología y elaborar una respuesta personal coherente, hasta lectores que dan interpretaciones erráticas e incoherentes. La discusión de los datos sugiere algunas vías para promover un aprendizaje de prácticas lectoras más críticas y contextualizadas.
Ha tenido que imponerse una disociación entre la forma discursiva (la retórica) y una forma ideacional que pretende ser contenido del discurso (sentido), para que la lucha por la persuasión se traslade del arte de la argumentación a los aparatos ideológicos. De lo que se trata es de prevalecer. En la era del capitalismo la lucha parece centrarse en las concurrencias de ideas (paradigmas).Son los sistemas de ideas los que parecen prevalecer. Es a través de la presentación de estos esquemas que se busca la legitimación del referente de estos sistemas de ideas (estado, mercado, capitalismo, socialismo, liberalismo), ¿pero estos sistemas ideológicos han dejado acaso de ser figuras retóricas, han dejado de ser tropos? ¿No son acaso metáforas de la felicidad? La “retórica” moderna, si se puede hablar así, no busca tanto un convencer en un auditórium democrático, sino más bien pretende validez y veracidad. Se pasa al trabajo de demostrar que su planteamiento es objetivo (científico) y ético (justo). No se trata tanto de una convención como de convencerse a sí mismo de que se está en lo justo y en lo verdadero. El modelo científico atraviesa todos los ámbitos de la sociedad moderna incluyendo los relativos a la propaganda ideológica. Sin embargo, esta pretensión de verdad no ha dejado de recurrir a la argumentación, sólo que lo hace en otro contexto y de otra manera. De cierta manera y de una manera aproximada se puede decir que la filosofía se ha transformado en ideología y la ciencia es imitada en esta nueva “retórica”. También es una aproximación decir que se trata de una nueva teoría de la retórica. Está por verse que la hermenéutica y el pragmatismo son las nuevas teorías retóricas. Estamos muy lejos de acercar las teorías comunicacionales y semiológicas a las teorías retóricas o sobre la retórica. Aquellas teorías relativas a las ciencias de la comunicación y a las ciencias del lenguaje no son teorías sobre la retórica, pues se mueven más bien en terrenos disciplinarios del conocimiento de la comunicación y del lenguaje y no así en los terrenos del arte del convencimiento y de la persuasión. Sin embargo, estas teorías disciplinarias, heredan cuestiones fundamentales de la retórica. Por ejemplo, cuando se tocan cuestiones relativas a la interpretación y a los efectos prácticos de los discursos, de los medios, de la publicidad y de las imágenes. En este caso se puede ver que se trata de disociaciones, autonomizaciones y desarrollos posteriores de lo que contenía como aspectos particulares la retórica. Por eso, tampoco estamos lejos de considerar a la hermenéutica y al pragmatismo como las nuevas teorías sobre las transformaciones de la retórica. Tampoco podemos considerar a la ideología como práctica de la nueva retórica. Ciertamente la ideología es un acontecimiento moderno. La retórica trabaja los imaginarios colectivos en contextos determinados, en cambio la ideología explota de modo instrumental aspectos fijos de los imaginarios colectivos, aspectos generalizables de las representaciones sociales. Estos aspectos han dejado de tener la movilidad y fluidez que tenían como imaginarios, para convertirse en esquemas de propaganda, publicidad y propagación ideológica. Estos modelos son usados políticamente. Esto quiere decir que la práctica ideológica no solamente tiene efectos de legitimación, sino que también tiene efectos prácticos en lo que respecta al campo político. Los engranajes de la gobernabilidad son acoplados y puestos en movimiento, acompañados por discursos ideológicos; las fisuras, rupturas y quiebres del sistema son ocultados, el conflicto social es escondido, las escisiones del campo político son cosidas por los hilos discursivos de la ideología. Discurso, ideología, legitimación y poder son distintos planos (campos) de una constelación de territorios que conforman el complejo social. Obviamente otro de los campos es el económico, en tanto y en cuanto en el capitalismo cobra la apariencia de autonomización y hegemonía. En este contexto histórico-social, relativo al modo de producción capitalista, al hablar de la relación entre retórica y política, el campo económico aparece como horizonte. Sin lugar a dudas los prácticos procedimientos, ordenamientos y organizaciones económicas no podrían explicarse sin los recursos discursivos (comunicacionales), sin los amparos ideológicos (esquemas figurativos de clase), sin los procesos de legitimación (hegemonía) y los procedimientos de gobernabilidad. Estas prácticas sociales, correspondientes a otros campos sociales, hacen, a su vez, de contexto y de substrato efectivo al aparato económico. La economía capitalista no podría funcionar sin un mínimo de convencimiento. Como se puede ver, hay una suerte de diseminación de la retórica, en su sentido antiguo, en la sociedad moderna, sobre todo en lo que respecta al estallido de prácticas sociales de los diversos campos. Pero, por otra parte, como en compensación, la retórica se ha reconcentrado y restablecido, reinventándose en aquellos lugares donde la crítica ha sido posible. Hablamos de la crítica en su forma contemporánea; crítica de la filosofía, crítica de la ciencia, crítica de la modernidad, crítica de la política, crítica de la cultura. En todo caso los alcances de la retórica antigua parecen ser menores a los alcances que tienen hoy las prácticas ideológicas y comunicacionales. No solo porque se trata de los nuevos auditórium, de los nuevos escenarios, que resultan más grandes, en comparación con los de la antigüedad, tampoco tiene que ver del todo con que estemos ante una proliferación de auditórium sin precedentes en todo el campo social, sino que la pérdida y el deterioro de la retórica tiene que ver con las incorporaciones instrumentales modernas, sobre todo porque estas prácticas ideológicas y estas redes comunicacionales tienen inmediatas repercusiones en la sociedad, en sus instituciones, en sus modus operandi, en la modulación de las conductas y los comportamientos. Con esto se habrían roto las mediaciones reflexivas y democráticas de la discusión. Cobra importancia el desenlace político, la modificación o consolidación de las cartografías de fuerzas en movimientos, en tensión y colisión. La sociedad se está transformando constantemente por el ritmo de las prácticas instrumentalizadas. Esta es una segunda razón por la que se puede decir que, de todas maneras, la “retórica” está íntimamente ligada a la política, en sus dos formas encontradas, la gobernabilidad y el conflicto. La política usa la “retórica” no solo como arte de la argumentación, como técnica (techné) de persuasión y como procedimiento de convencimiento, sino que construye su propia justificación, buscando movilizar las fuerzas en orientación a los fines perseguidos. En este sentido, la manipulación “retórica”, ideológica comunicacional, instrumental del lenguaje y las imágenes constituye un espíritu de la época. Desde la perspectiva de los procedimientos de gobernabilidad o de gobernanza, si nos remitimos al nuevo espíritu del capitalismo, el nuevo espíritu busca comprometer a los sujetos en la movilidad social de las fuerzas en aras de las nuevas estrategias de acumulación del capitalismo desterritorializado en el contexto de la globalización.
Ideologías del lenguaje y lectura crítica
Revista Textos. Didáctica de la Lengua y de la Literatura, 2021
En este texto, se argumenta que la lectura crítica debe incluir la lectura de las ideologías lingüísticas o las valoraciones en torno al lenguaje. A partir de una explicación de la noción de ideologías lingüísticas y de su importancia para comprender el fenómeno del lenguaje en toda su complejidad, se presenta una actividad con tres momentos didácticos para ilustrar cómo trabajar esta noción con los estudiantes.
«Perfil de las ideologías literaturológicas»
«Perfil de las ideologías literaturológicas», Ficciones. Revista de Letras, Segunda Época, núm. 3, primavera / verano, 1998, pp. 43-44. ISSN: 1134-9921. Reflexión sobre la naturaleza y función ideológicas del discurso teórico de la literatura presentando como que lleva al autor a proponer el uso abierto de «ideologías literaturológicas» para nombrar el espectro de teorías científicas de la literatura, entre otras cuestiones tratadas al respecto.
Melancolía, narcisismo y crítica de la ideología
Pavón-Cuéllar, D. (2017). Melancolía, narcisismo y crítica de la ideología. En A. Espinosa, R. García y L. Stavchansky (coords.), Duelo y melancolía. Freud. Conmemoración centenaria (pp. 129-154). Xalapa: Universidad Veracruzana. , 2017
Ya hemos justificado con anterioridad, al ocuparnos de la Introducción al narcisismo de Freud, nuestra concepción del cuadro narcisista como una configuración ideológica. Partiremos ahora de tal concepción, fundada en un intento de articulación entre nociones marxistas y psicoanalíticas, tanto al releer otro clásico freudiano, Duelo y melancolía, como al reconsiderar nuestras aproximaciones previas al cuadro melancólico. Manteniéndonos en la intersección del marxismo con el psicoanálisis, plantearemos una posible revalorización de la melancolía como forma de crítica radical dirigida precisamente al aspecto ideológico del narcisismo.
" A LEDICIA DE LER " HISTORIOGRAFÍA, CRÍTICA E XORNALISMO
Resumo: O artigo analiza o que supuxo, dende diferentes perspectivas, a sec-ción " A ledicia de ler " que Casares mantivo no xornal La Voz de Galicia entre 1975 e 1992, cun total de máis de catrocentos artigos. Por unha banda, estú-dase o seu valor como plataforma crítica fundamental para a articulación dun discurso historiográfico galego autónomo; en segundo lugar, a súa importancia no conxunto da produción do autor, na medida en que a sección canaliza a vocación de analista literario do primeiro Casares e vai evoluíndo con coheren-cia no seu proxecto creativo ata converxer de xeito natural nos artigos de " Á marxe " , síntese perfecta da estilística e da visión do mundo casarianas. Abstract: The article analyzes what the section " A ledicia de ler " (" The joy of reading ") that Casares held in the journal La Voz de Galicia between 1975 and 1992, amounting a total of over four hundred articles, meant, from a variety of perspectives. It studies its value as a critical platform and its approach to the articulation of an autonomous Galician historiographical discourse, as well as its importance in this author's production as a whole, insofar as this section channels the early Casares' vocation as a literary analyst and it evolves coherently with his creative project, finally converging naturally in the articles of " Á marxe " (literally " in/to the margin " , as in a marginal note), which constitute a perfect synthesis of his stylistics and worldview. Palabras chave: Carlos Casares, historiografía, crítica literaria, xornalismo. Moito se leva falado, e máis que se falará, de " Á marxe " como un antes e un despois no xornalismo galego. Mais coido que aínda está por valorar na súa xusta medida o que " A ledicia de ler " supuxo, non só para a difusión do libro galego senón como a proposta historiográfico-crítica na que a sección se foi convertendo co paso dos anos, algo que sen dúbida pasaba desapercibido daquela pero que é
Al margen de la ideología: una lectura política de la literatura obrera fuera del esquema de clases
Perífrasis. Revista de Literatura, Teoría y Crítica
Fecha de recepción: 21 de abril de 2015 Fecha de aceptación: 15 de mayo de 2015 Fecha de modificación: 20 de mayo de 2015 Resumen La crítica estadounidense Barbara Foley, siguiendo la pista de los debates generados en los círculos de la izquierda literaria tras la Revolución Rusa en 1917, señala la constante vaguedad a la hora de establecer una definición vinculante para la literatura proletaria. No fue sino hasta la década de 1930 cuando se fijó una taxonomía de la ficción obrera engendrada exclusivamente en su perspectiva de clase. No obstante, este ensayo busca acercarse a esta literatura desde un prisma antiideológico en función a cómo se construye poder simbólico por medio de lo obrero en la literatura.