EL CONCEPTO DE FILOSOFÍA Y LA NOCIÓN DE PROBLEMA EN WITTGENSTEIN. (original) (raw)

EL CONCEPTO DE FILOSOFÍA EN WITTGENSTEIN

“El concepto de filosofía en Wittgenstein”, 2015

Acercarnos a un pensador a partir de su modo de concebir la filosofía constituye un atractivo camino para emprender su abordaje, puesto que nos ofrece elementos que nos permitirán comprender su obra de manera integral. En el caso de Ludwig Wittgenstein esto resulta especialmente interesante, ya que es justamente en su modo de concebir la filosofía en dónde se refleja con mayor nitidez la magnitud y los alcances de la transformación en el pensamiento que su propuesta traen aparejados. Establecer la naturaleza, las tareas y el método de la filosofía fue un problema crucial que persiguió a Wittgenstein a lo largo de toda su vida. Su biografía nos muestra que la filosofía no fue nunca para él un ejercicio literario, mucho menos un sistema o una teoría, sino una cuestión vital cuyos problemas, literalmente, no lo dejaba dormir. El producto de esta constante preocupación sumado a su pertinaz resistencia a formular definiciones se traduce necesariamente en un cúmulo de sentidos que se superponen y se entrecruzan, que se escapan por todos los costados de los estrechos límites de una definición. “El concepto de filosofía en Wittgenstein” reúne trabajos de diferentes procedencias, de diferentes regiones de Latinoamérica y de España, en un proyecto integrador que no conoce de barreras geográficas a la hora de embarcarnos en la reflexión sobre intereses compartidos. Cada uno de los autores aquí reunidos se detiene en algún aspecto del pensamiento de Wittgenstein y nos propone aplicarle la lupa, mirar más de cerca, detenernos en los detalles. Se va conformando así una especie de caleidoscopio en el que se suceden diferentes figuras que se van armando con los mismos elementos, que al organizarse de diferentes maneras nos muestran la riqueza que subyace en la inagotable obra de este pensador y nos incitan a descubrir el vaivén de los matices que van apareciendo a lo largo de su recorrido.

LA FUNCIÓN TERAPÉUTICA DE LA FILOSOFÍA Y LA NOCIÓN DE PROBLEMA EN WITTGENSTEIN

En Redazione Rosebud –Critica, Scrittura, Giornalismo– Anno V, DUBLIN, Ireland, Marzo, 2015 Rosebud, 2015

RESUMEN: La concepción wittgensteiniana de la Filosofía: La Filosofía no es un cuerpo de doctrina, una teoría, sino una actividad elucidante. “Una obra filosófica consiste esencialmente en elucidaciones”. El resultado de la filosofía no son proposiciones filosóficas, sino la clarificación de las proposiciones. En segundo lugar, la filosofía aspira a una claridad completa, lo que significa que los problemas filosóficos deben desaparecer completamente[65]. No se trata de responder a las preguntas o de solucionar los problemas, sino de disolver éstos y de mostrar la vanidad de aquellas. “No es sorprendente que los más profundos problemas no sean propiamente problemas”. Los problemas filosóficos son pseudos-problemas, malentendidos lingüísticos, por lo tanto no deben ser resueltos, sino disueltos, lo que se consigue “examinando el funcionamiento de nuestro lenguaje”. Wittgenstein distingue dos estrategias fundamentales: La de la solución del problema filosófico como ‘disolución’ y la solución del mismo como ‘repatriación’. La primera corresponde al Tractatus y la segunda a las Investigaciones Filosóficas. — La Noción de Problema en Wittgenstein — La naturaleza de los problemas filosóficos — La Filosofía y su Función Terapéutica — Wittgenstein; Mística, Filosofía y Silencio —’Das Mystische‘ —Ética y Estética en el Tractatus y la Viena de “Fin de Siglo” — La deuda con Schopenhauer y Kierkegaard. Dr. Adolfo Vásquez Rocca

LENGUAJE Y MENTE EN LA FILOSOFÍA DE WITTGENSTEIN

El interior es una ilusión. Es decir: el complejo de ideas aludido por esa palabra es como una cortina pintada retirada del frente de la escena del uso efectivo de esa palabra" (WITTGENSTEIN, Últimos Escritos sobre la Filosofía de la Psicología).

LA FILOSOFÍA CONSTRUIDA. A PROPÓSITO DE LA CASA WITTGENSTEIN

Diseño editorial: colección textos de Arquitectura y crítica, 2021

Este libro es un recorrido por los intentos más intensos de relacionar la Filosofía y la Arquitectura; no de un modo paradigmático, sino a través de obras de arquitectura concretas relacionadas con sistemas filosóficos sistémicos que se desarrollaron en la primera mitad del siglo XX; y que quedaron afectados profundamente tras la experiencia de la arquitectura y del proyecto de la misma. La cabaña de Martin Heidegger en la Selva Negra y la cabaña de Ludwig Wittgenstein en un fiordo en Noruega nos mostrarán arquitecturas elegidas en su extrañamiento y escala por las necesidades de un espacio para pensar, que depuran la experiencia del habitar para sus ocupantes y hacen entender el construir, el habitar y el pensar como una tríada de la existencia básica del ser humano. Tras ellas, la casa que el propio Ludwig Wittgenstein levanta en Viena para su hermana años más tarde, una casa que no es sólo un proyecto de arquitectura, sino un instrumento de comprobación de la realidad que enriquece la percepción que de la realidad tenía Wittgenstein, y que provocó un desplazamiento en su pensamiento que facilitaba el gran cambio en la filosofía del s.XX y nos facilita, aún hoy, el incremento de la riqueza de nuestro mirar.

ORÍGENES Y PROBLEMAS DE LA FILOSOFÍA

Orígenes y problemas de la filosofía (Gustavo Salerno)

Una introducción breve y clara acerca de los temas e intereses fundamentales de la filosofía occidental

EL INICIO DE LA PROBLEMATICA ONTOLOGICA EN EL COMIENZO DE LA FILOSOFIA

EL INICIO DE LA PROBLEMATICA ONTOLOGICA EN EL COMIENZO DE LA FILOSOFIA, 2014

rESUMEN. En el comienzo de la filosofía la problemática ontológica que hunde sus raíces en la propia lengua griega y más precisamente en el participio presente del verbo ser, va a cobrar una importancia decisiva para el desarrollo del pensamiento occidental. Esta marca lingüística, exclusiva de la lengua griega, justifica el hecho de que la filosofía sea función de la diferencia ontológica y que para aquella, ser y pensar sean lo mismo. Porque el ser sólo puede ser pensado desde la aprioridad que gnoseológicamente impone su estatuto transcendental.

EL LENGUAJE FILOSÓFICO COMO POESÍA A PARTIR DEL PENSAMIENTO DE LUDWIG WITTGENSTEIN

A partir de aforismos encontrados en Cultura y valor y en el Tractatus Logico-Philosophicus, así como también en diversos testimonios de Ludwig Wittgenstein, en este ensayo se defenderá la idea de que en el lenguaje filosófico se puede encontrar atisbos de un lenguaje poético, y viceversa. De esta manera se pretende crear una conexión entre la filosofía y la poesía a partir de la filosofía o pensamiento de Wittgenstein que, entre otras cosas, afirmaba que se debería únicamente escribir filosofía como poesía [dichten]. Asimismo, se sostendrá la tesis de que en el discurso filosófico y poético se pueden hallar valores similares, señalado el argumento de Richard Rorty de que, al igual que Wittgenstein, se puede hacer Philosophy as Poetry, dando como ejemplo de esta tesis los manifiestos y señalando específicamente tres tipos de estos: el Manifiesto comunista de Carlos Marx, el Manifiesto antropófago de Oswald de Andrade y el Manifiesto del Círculo de Viena, valorando estas obras tanto desde la filosofía como desde la poesía, persiguiendo el objetivo de que es posible considerar que el lenguaje filosófico y el literario pueden ser usados con la misma finalidad estética y reflexiva. Finalmente se utilizará el concepto de Heurística negativa utilizado por Lakatos, para sostener la idea de que en el ejemplo antes señalado de los Manifiestos es posible encontrar un único argumento o núcleo que resista todo tipo de refutaciones.

LA CONCEPCIÓN DE LO MÍSTICO EN WITTGENSTEIN

RESUMEN DE LECTURAS Y ALGUNAS RECOPILACIONES "Lo que se deja expresar, debe ser dicho de forma clara; sobre lo que no se puede hablar, esmejor callar". Ludwig Wittgenstein En sus primeros textos, Wittgenstein habla de una experiencia que considera valiosa: pensar que la vida tiene sentido, sentirse protegido, absolutamente a salvo, ver el mundo como un milagro. Estas características ofrecen una vivencia religiosa bastante positiva: la fe como confianza. Pero también que su temperamento religioso tiene otro lado, más bien doloroso, y que conocemos sobre todo a través de sus cartas y diarios personales. Esta faceta está dominada por la culpa, el sentimiento de impureza y una fehaciente lucha tanto contra su sensualidad, como contra su vanidad. Hay además un cambio importante de unos textos a otros. En sus textos públicos su lenguaje para referirse a cuestiones ético-religiosas es impersonal, usa "lo místico" o Dios como equivalente al sentido del mundo o al destino, mientras que en sus diarios personales su lenguaje religioso es más personal y similar al del creyente que reza, y muchas veces no habla de Dios sino con Dios: constante y explícitamente lo invoca para pedir fuerza frente al miedo a la muerte en su etapa de soldado y, décadas más tarde, lo interpela más escasa y tímidamente, pidiendo fuerza para vencer su vanidad, sus resistencias a la entrega. Además, en sus textos públicos parece aludir a una religiosidad laica, por así decirlo, una religiosidad que no está comprometida con ninguna religión en particular, ni engarzada con símbolos religiosos tradicionales, mientras que sus textos personales muestran una constante referencia al cristianismo y a algunos de sus símbolos. En Wittgenstein, puede hablarse entonces de un tipo de mística que no se liga necesariamente a una práctica religiosa institucional determinada, pero que no está libre de elementos religiosos. Este fenómeno con respecto a las religiones monoteístas y el tipo de misticismo que surge con ellas, puede explicarse porque este aparece cuando comienza a percibirse la existencia de un abismo entre Dios y el hombre, de tal modo que aquel que lo percibe intenta salvar tal abismo para recuperar la unidad que la religión institucionalizada ha roto al hacer patente la bipolaridad entre el ser infinito trascendente y el hombre como creatura finita. La recuperación de esta unidad hace que el místico considere que para "concebir la verdad religiosa es igualmente importante la fuente de conocimiento y la experiencia religiosa que brota de su propio corazón, de tal modo que el místico personaliza la visión que se presenta como institucionalizada para hacer de su alma o espíritu el escenario en el que se hará posible el encuentro con lo divino. Los autores interesados en señalar el componente religioso del pensamiento de