El matte painting como técnica híbrida en las producciones audiovisuales. El cortometraje Arestia: un caso práctico. (original) (raw)
2021, La academia global. Perspectivas contemporáneas sobre docencia, investigación y creación en arte
La evolución de la técnica de la cinematografía, ha experimentado un notable crecimiento a lo largo del siglo XX y comienzos del XXI, gracias al grueso de las aportaciones de los profesionales y artistas partícipes en el campo audiovisual. Los avances tecnológicos proporcionados por la revolución digital, han dado un vuelco al modo de plantear las producciones cinematográficas, ya que estos han influido en la forma en la que cada departamento audiovisual ejerce sus roles y se coordina con el resto de áreas. Este último hecho, ha permitido que, a nivel técnico y artístico, haya aumentado también el abanico de herramientas y recursos que se pueden emplear en el transcurso de la preproducción audiovisual y, en especial, en las fases consiguientes de rodaje y postproducción. Una de las tareas que más ha evolucionado en esta trayectoria técnica y creativa, es la de los VFX o efectos visuales digitales. Una disciplina heredera de los trampantojos y los trucajes ópticos de los aparatos pre-cinematográficos y de los films del primer cine (principios del siglo XX), en la que se enmarca la técnica del matte painting. En general, esta técnica se basa en la integración y la superposición de diferentes capas de imágenes, vídeos, elementos 3D y maquetas de cualquier tipo o estilo, con el fin de abaratar los costes de producción y potenciar el espectáculo escenográfico. En el medio infográfico, los creadores de matte paintings se sirven de herramientas digitales como el chroma key o green-screen, el trabajo por multi-capas, o el empleo de imágenes generadas por computador (las llamadas CGI o Computer Generated Imagery), para componer escenarios con el material que, previamente, han registrado por los departamentos de dirección y dirección de fotografía (Landau, 2014, pp. 207-210). La consecución exitosa de un matte painting requiere, por tanto, de la colaboración de dos roles clave en las producciones cinematográficas actuales: el director de fotografía y el matte painter (con el apoyo del supervisor de VFX). Ambos deben contribuir con la suficiente destreza artística y técnica como para dotar al metraje de la necesaria sensibilidad y verosimilitud, para que el matte funcione en su propio contexto. Desde este aspecto, podríamos considerar al matte painting como una obra híbrida donde también confluyen los intereses de la pintura, la escenografía y la fotografía cinematográfica (Lanza, 2018). Una obra que no pretende alcanzar una representación fehaciente de la realidad, sino conseguir una interpretación creíble de la toma fotográfica y de la potencia creativa de su faceta pictórica.