11 De Septiembre: Escenario De La Posmodernidad (original) (raw)
La de las Torres Gemelas era una de las imágenes emblemáticas del ensimismamiento fascinado en el que Occidente se hallaba instalado antes del 11 de septiembre. Al menos, así lo acusaba el cine de final de siglo: esos grandes rascacielos, en la metrópoli de la Modernidad, desafiaban, en su erección soberana, la ley de la gravedad hasta alcanzar el mismo cielo. Pero no debe entenderse esto como una, más o menos expresiva, metáfora. Sino, por el contrario, como el resultado de deletrear las imágenes que Holywood nos ha ofrecido de esas torres que coronaban la Ciudad que nunca duerme. Como puede observarse, son las imágenes mismas las que configuran esa metáfora: esas torres alcanzan el cielo y con su neta rectitud, desafiaban al mundo indefinidamente sinuoso de la naturaleza-es decir, seamos más exactos: de lo real. Se mostraban, incluso, capaces de vencer al rayo: de absorberlo y neutralizarlo. La metrópolis de la Modernidad, entregada a la metáfora de su omnipotencia. ¿Invulnerables?, al menos aparentemente. Y convertidas, por eso, en la mejor metáfora del ensimismamiento fascinado, narcisista, en el que Occidente se había instalado. *** Pero el 11 de septiembre ese ensimismamiento ha terminado: las torres han ardido, estallado, ya no están. Sólo queda, en su lugar, un inmenso agujero.