Teología de la Iglesia particular: reflexiones a propósito de un libro reciente (original) (raw)

La Sinodalidad en la Iglesia particular

Intervención en la reunión de 50 especialistas de todo el mundo (teólogos y canonistas) tenida en el Vaticano en noviembre de 2015, convocada por la Secretaría del Sínodo de Obispos para el estudio de la Sinodalidad en la Iglesia. El artículo forma parte de las actas recién publadas por le Librería Editrice Vaticana.

La normativa catequética en la Iglesia particular (J.A. Nieva García)

2010

Este libro, ampliación de la tesina de licenciatura en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense, ofrece criterios para lograr el protagonismo que el Directorio ha dado a la Iglesia particular en la pastoral catequética y «el “Anexo” de esta obra ayudará a los Obispos y a los Directores de los Secretariados, Delegaciones o Departamentos de Catequesis diocesanos a concretar esas normas universales (…). Por tanto, se propone así una pastoral catequética que encuentra en el ordenamiento canónico un instrumento fundamental y necesario para garantizar su dimensión eclesial y el logro de las finalidades propias que la Iglesia ha establecido» (Mons. D. Javier Salinas Viñals, Vicepresidente de la Comisión de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española, Prólogo de este libro). Recesión de este libro el Prof. J. Mª. Díaz Moreno, S.J., (Pontificia Universidad de Comillas - Madrid) en la revista ESTUDIOS ECLESIÁSTICOS 2011: «Este libro del Sr. Vicario General de Pastoral de la Diócesis de Córdoba, tiene un indudable valor objetivo y, desde las primeras páginas, el lector se da cuenta de que tiene entre sus manos una obra muy bien pensada y muy bien realizada. Un especial valor añadido es la utilidad que representa para quienes nos dedicamos al cultivo del Derecho de la Iglesia. Porque no se trata sólo, ni principalmente, de un Enchiridion como mera colección de normas y orientaciones sobre la catequesis. Lo cual ya habría sido muy útil. Se trata de algo mucho más completo, y diríamos que exhaustivo, en torno a la normativa, general y particular, sobre la catequesis, tanto en su vertiente doctrinal como canónica. Dividido en tres partes, la primera de ellas está dedicada a las Fuentes de la actual legislación catequética. En la segunda presenta “el ministerio de la catequesis en la Iglesia Particular”, en dos capítulos (el Código de Derecho Canónico y el nuevo Directorio General para la catequesis). En la tercera, dividida, a su vez, en siete densos capítulos, analiza detenidamente, tanto la normativa canónica, como la que se contiene en el nuevo Directorio General de 1997. Estas tres partes se cierran con un utilísimo y muy acertado esquema de lo que debe ser un proyecto diocesano de catequesis. Se cierra esta obra con una abundante y bien elegida colección de Fuentes y Bibliografía. Entra ellas, destaco la relación de las normativas particulares sobre catequesis de las diócesis española, que ofrece un material abundante para establecer estudios de derecho particular comparado. Una primera mirada al contenido, podría llevar pensar que el interés canónico se limita a la segunda y tercera parte que constituyen, hoy por hoy, el mejor y más completo comentario de los cánones 773-780 del vigente Código de Derecho Canónico. Pero quiero llamar la atención sobre el acierto de que, a ese espléndido comentario, le preceda una exposición de las Fuentes de la actual normativa. Ese primer capítulo es un referente necesario para contextualizar la normativa canónica positiva. La síntesis que presenta sobre los principales documentos del Magisterio Pontificio es muy exacta y valiosa. Porque nada parte de cero y sólo teniendo en cuenta los precedentes, mediatos e inmediatos, de la normativa en vigor, acertaremos en la interpretación y, sobre todo, en la aplicación de la misma. Creo que es asimismo un acierto relevante, el presentar, casi en paralelo, tanto la doctrina y normativa codicial, como la que encontramos en el Directorio General. Ambas se explican y completan mutuamente y, en ambas, el autor da muestra de ser un especialista que sabe de lo que escribe y lo sabe decir siempre con precisión y claridad. La finalidad primaria de estas líneas es sencillamente presentar y recomendar este libro y lo hacemos con total convicción de su valor y utilidad. Como ya he indicado, y valorando ahora el libro como canonista, hay que afirmar que el estudio de cada uno de los textos legales, demuestra que el autor conoce la materia y expone una exégesis rigurosa, completa y adecuada de cada uno de los cánones. Tras las páginas que se dedican a comentar el capítulo II, del título I, del libro III del Código, hay muchas horas de estudio y reflexión. Comenta los cánones con una gran objetividad y equilibrio, sin renunciar a su personal modo de ver, en determinadas cuestiones. A lo largo de la lectura se aprecia, sin duda alguna, la personalidad jurídica del autor. Hay que destacar también, porque es de justicia, el acierto del autor que, junto a una exacta técnica jurídica, ha sabido expresarse siempre en un tono de sincera y profunda espiritualidad. Es un libro que rezuma unción sacerdotal y pastoral. Este libro, además de tantas cosas positivas como las que he anotado, y más que podían añadirse, tanto por su objeto, como por su modo de enfocarlo, es un mentís definitivo a los que han querido ver una discrepancia entre la regulación canónica y la pastoral. Basta para ello, leer con atención las treinta páginas dedicadas a las conclusiones generales (pp. 301-340). Felicito al autor que tiene que sentirse hondamente satisfecho de este estupendo instrumento de trabajo y de formación que pone en manos de todos los agentes de evangelización. Si la misión evangelizadora y catequética, siempre fue importante y esencial porque, en palabras de Pablo VI, “la Iglesia existe para evangelizar”, en el tiempo que nos ha tocado vivir, es de una importancia suma y vital». J. Mª. Díaz Moreno, S.J., Revista Estudios Eclesiásticos 2011: J. A. NIEVA GARCÍA, La normativa catequética en la pastoral de la Iglesia particular, Obra social CajaSur, Córdoba 2010, 411 p. ISBN 978-84-7959-705-4.

El contexto eclesiológico y los principios que guiaron la revisión del Libro VI del CIC

Ius Canonicum, 2021

En estas páginas analizo la reforma del derecho penal canónico promulgada por el papa Francisco con la Constitución Apostólica Pascite gregem Dei, a la luz de los hechos ocurridos en los años de la redacción del Libro VI, particularmente 1967-1970. Por otro lado, examino la cuestión latente en los documentos y reuniones del grupo de estudio, que es la aparente incompatibilidad entre justicia y pastoralidad sostenida por un buen número de autores del momento. Finalmente, muestro cómo esta reforma del papa Francisco constituye un cambio de mentalidad dentro del derecho de la Iglesia, pues asume la herramienta penal como herramienta al servicio de la justicia y del entero gobierno pastoral de la Iglesia.

“¿Qué relevancia actual tiene san Pablo? Apuntes para valorar su novedad en nuestro mundo”, Cuestiones Teológicas 85(2009)99-114

Cuestiones Teológicas, 2009

Este año paulino ha sido una oportunidad para volver a mirar y preguntarnos por la originalidad y lugar de Pablo en el cristianismo primitivo; pero también para indagar cual es su actualidad y aportación para el mundo de hoy, y para preguntarnos si tiene alguna relevancia en el diálogo de la fe y la cultura o si, por el contrario, Pablo debe estar en una sacristía rancia y arrinconada, tanto en ámbitos eclesiales como sociales. En este artículo se presentan cinco aspectos de la experiencia y horizonte de Pablo que considero relevantes hoy, teniendo en cuenta una interpretación contextualizada y destacando algunas consecuencias actuales para la situación de la Iglesia y la sociedad: (1) el diálogo con la cultura, (2) la situación de marginalidad de la fe, (3) la incompatibilidad de la ley y la fe, (4) la creación de comunidades creyentes y (5) la experiencia de Dios.

La Teología de Iglesia Viva para un tiempo nuevo Para una Teología como intellectus teneritatis

A los 50 años de la fundación de Iglesia Viva, nos planteamos los lineamientos teológicos de la misma y establecemos una propuesta para los próximos tiempos. El compromiso con el aquí y ahora de la Iglesia y del mundo es la clave para comprender la Teología de Iglesia Viva, pero este compromiso exige pensar el tiempo actual, un tiempo marcado por el cambio de paradigma humano. Se está pasando del paradigma neolítico agrario a un paradigma globalizador posmoderno. Este cambio exige de la Teología de Iglesia Viva un doble camino: el de crítica del viejo paradigma al que ha quedado atada la Iglesia, y la crítica de los elementos negativos del nuevo paradigma, en especial es poshumanismo. Con esto podemos hacer una propuesta de Teología de la Ternura como intellectus teneritatis, que se compromete en un mundo marcado por el sufrimiento de la opresión y la injusticia, pero un mundo amado por Dios hasta el extremo de Encarnarse y morir en cruz. Encarnación y cruz, gracia y compromiso, son las claves soteriológicas de una Teología de la Ternura. Introducción La revista Iglesia Viva ha llegado a los 50 años de vida. Durante todo este tiempo ha realizado una constante revisión de su ser y de su hacer. Desde las primeras páginas ya dejaba claro cuál era su compromiso y el motivo de su nacimiento como una revista de pensamiento cristiano comprometido con el mundo en el que vivía, especialmente con la Iglesia española en un contexto complicado en el que quería ser un medio de expresión de las propuestas del Concilio Vaticano II. Han sido muchos los números en los que se hacía revisión de lo hecho y proyección de lo que había que hacer. Hoy vuelve esta revista a replantearse su misión y hacer una propuesta renovada para los próximos años. La situación actual del mundo y de la Iglesia exige hacer de nuevo un análisis para ver qué hemos hecho hasta ahora y qué debemos hacer en adelante. La Teología es

Epistemología de la nueva doctrina social de la iglesia

La Doctrina Social de la Iglesia es ahora la teología moral social de la Iglesia. Su fundamento y fuente se basan en la concepción del hombre como ser abierto a la llamada creadora de un Dios trinitario y no tanto en una concepción metafísica de lo que es Dios, o a una determinada filosofía política. La experiencia de Dios está originariamente en la base de toda interpretación histórica y de todo testimonio caritativo de los cristianos. Heidegger, San Agustín y Santo Tomás pueden ayudar a comprender esta nueva concepción de la Doctrina Social de la Iglesia que supera los problemas de la ontoteología clásica y se sitúa como la respuesta a un llamado y a un encuentro originario.