PERCEPCIÓN DEL MIGRANTE MEXICANO SOBRE LA ALTERIDAD EN LAS ORGANIZACIONES EN ESTADOS UNIDOS (original) (raw)
En una tarde de domingo, de muchos domingos y sábados. De tantos días y tantas noches. Se puede ver cómo entra el sol por una rendija de lo que llamo casa. Mis hijos están pequeños, su madre cuidándolos. Yo no he ido a ver a mis hijos grandes Los tuve chiquitos, ya no tanto los vi crecer. Endose obligaciones para trabajar en objetos invisibles, de esos que poco se sabe. Como un alquimista. Pienso en la investigación y saltan las carencias Siempre pienso en el potencial y la necesidad de investigar Y formar y ser investigador Creo que he estado más obligado toda la vida a ser otra cosa. Le tuve fe y me aferre a este camino. Como un dogmatico creyente. Como un monje urbano. Pero después de tanta cuestión nos vemos nuevamente. Parecía largo, lo fue. En comparación mi vida no ha sido carente, cuando salgo y veo miseria, ausencias y vacíos, Veo y pienso en la investigación. Construí un mundo y abandoné otro. Qué tanto de escolástico es esta forma de vida. He cuidado en este camino de no perder la oportunidad de apreciar lo estético. Aunque esté en un rincón. Convoco a la paciencia que nunca la tuve. Siempre sentí asfixia y desesperación en las posiciones que ocupaba, me falta mucho por aprender. Ahora a esperar otro tanto de tiempo a que fragüe el trabajo y los tiempos burocráticos. Vivo con la rebeldía de mi juventud, que me trajo muchos problemas. Pero que me obligó a decir y a pensar. Siempre la contradicción y la adversidad estuvo presente, Un buen padre de un amigo, me dijo que aprenda a vivir con ellas. Como el dolor nietzscheano. Lo paradójico estuvo presente, me divierte porque me obliga a pensar en otras tantas interpretaciones. Veo mi calcetín roto recuerdo que tengo dedos, deudas, multas y reclamos. También recuerdo que hay vida y que a pesar de todo entra por las rendijas y espacios de mis láminas. También recuerdo que los conocí en un lugar-escena, fragmento de vida a ustedes. Hay un encanto que nace del desencanto, que en un rincón del delirio tienes una revelación, que pocos comprenden porque no es para todos. Te das cuenta de lo frágil y limitado, pero también de la fuerza y de la vida efímera. Suspenso por lo que sigue, si sigue, cambia o termina. Supongo que debo de acabar o empezar. Por cierto, estas líneas tienen un lugar especial, para no contaminar de sentimentalismo lo que se supone que se hizo con el seso y "objetividad". Quisiera mantener el interés de búsqueda Gracias, Pueden quedarse con el eco, los sueños tejidos entre líneas, sus perfumes y suspiros.