SISTEMAS DE DISEÑO II "ÁREAS DE UN MUSEO" Por (original) (raw)

MUSEOS Y DISEÑO ARQUITECTÓNICO

A lo largo de los años, se han desarrollado estudios que emplean la sintaxis espacial para intentar aportar coherencia y rigor al análisis de la distribución espacial en los museos. A partir de estos conceptos se pretende relacionar el espacio del museo con diferentes aspectos del “cómo funcionan” arquitectónicamente. El espacio se convirtió en el tema unificador en los estudios de museos, cuyo enfoque funcional abarcaba desde la organización de la circulación interior hasta el papel del espacio museístico como sistema simbólico. Durante todo este tiempo, se ha incrementado la toma de conciencia respecto a la dimensión espacial en los estudios de museos, tanto que, hoy por hoy, es uno de sus temas centrales. El contexto físico del museo está considerado como uno de los factores clave que conforman la experiencia de su visita. Junto al aspecto personal (las experiencias, los conocimientos y los intereses del visitante individual) y al contexto social (grupo acompañante, otros visitantes, personal, familias), se crea lo que Falk y Dierking (1992) denominan: “Modelo de Experiencia Interactiva (MEI)”. Los estudios museísticos abordan una diversidad de problemas tales como la forma en que podemos conceptualizar el espacio del museo, concibiendo las exposiciones como «textos» (narrativa) o «mapas» (recorridos), así como el papel del espacio en la experiencia de aprendizaje del visitante y la capacidad del museo para comunicar ideas y construir conocimientos generando significados...

MUSEOS Y DISEÑO DE ILUMINACIÓN

La iluminación es un componente fundamental en el contexto interior del museo (también en el exterior), porque permite a los visitantes observar los objetos, experimentar nuevas percepciones de una realidad y reaccionar ante el entorno. Por lo general, el museo juega con dos tipos de luz: natural y artificial. Para él, la iluminación es una parte esencial, no solo para crear una atmósfera que propicie el descubrimiento, sino también para ayudar a preservar las colecciones. La decisión de utilizar un tipo de luz u otro es un ejercicio de equilibrio muy difícil de conseguir, ya que debemos responder adecuadamente a las necesidades de preservación, generando a la vez experiencias que se alejen de lo convencional y que cumplan con el objetivo del museo: que sea un lugar para descubrir, explorar y aprender. Hay diversas instituciones y entidades que proporcionan parámetros y estándares para el diseño de la iluminación en un museo (como Illumination Engineering Society (IES)), ayudando a garantizar la seguridad, la preservación de los objetos y la accesibilidad, además de proporcionar una experiencia memorable a visitantes de todas las edades. Alfa Los diseños de museos incorporan la luz natural para que las personas no se alejen de un medio abierto. " La luz natural se puede utilizar para crear un gran efecto que dramatice y resalte el diseño de cualquier edificio " (De Chiara, 690, 2007). La iluminación define un espacio dentro del diseño arquitectónico. La luz del día siempre fluctúa y a menudo se fusiona en espacios interactivos. Las nubes, las estaciones, la hora y la localización del edificio son factores que impactan directamente en el diseño de la iluminación, y en cómo los humanos percibimos el espacio. La cantidad de luz natural que penetra en el interior del museo debe ser considerada seriamente para ver el efecto que produce en el espacio. Factores como la reflexión, el resplandor, la aclimatación y la delineación deben analizarse detenidamente. Para ello, se han definido algunos puntos que " afectan a la luminancia final producida por la combinación entre las superficies arquitectónicas y la luz del día " (RP-30-96, 30, 1996). La escala y la proporción son muy importantes. La " altura del techo y la profundidad de la sala " se correlacionan directamente con la cantidad de luz diurna absorbida en el espacio (RP-30-96, 30, 1996). Diferentes alturas y profundidades en las salas también pueden afectar a la percepción espacial humana. Por ejemplo, si una galería es pequeña pero con techos altos y con la proyección de luz diurna, se percibirá mucho más grande. Si es grande pero con techos bajos y poca luz diurna, el espacio resultará escueto. La situación de ventanas o vidrieras proporcionará variedad al diseño. " Las características reflectantes de las superficies interiores " es otro factor en los estándares. Los materiales y acabados interiores deben seleccionarse muy cuidadosamente para contribuir a la estética general del espacio. Cuando se introduce la luz del día en un espacio, los acabados interiores pueden crear superficies más reflectantes y causar un efecto negativo. Aquellos que son demasiado brillantes o reflectantes producen deslumbramientos. Si ésto ocurre o hay demasiada luz reflectante, los visitantes pueden experimentar cierta incomodidad mientras interactúan en el museo, y la experiencia será negativa. El diseño de iluminación debe abarcar la dinámica de la luz del día, utilizando luz artificial adecuadamente para ayudar a crear una experiencia museística interactiva y agradable. Por otro lado, si permitimos que la luz el día bañe al ambiente general del espacio del museo, se produce un impacto no deseado en los objetos e incluso en las gráficas planas. Es por ello que la iluminación natural y la preservación de los objetos generalmente entran en conflicto en el diseño de un museo. La luz natural contiene concentraciones muy altas de rayos ultravioleta, el peor enemigo de las colecciones, ya que dañan textiles y objetos.

MUSEOS Y LABORATORIOS DE IDEAS

El diseño de un banco impulsor de ideas desde el museo debería estar relacionado fundamentalmente con la Universidad. Un esquema productor de ideas con un perfil universitario avanzado, permitiría disponer de un enlace con la sociedad, con el exterior del museo para abandonar definitivamente el perfil alto de excesivo academicismo y volcarse en lo práctico. Esa salida al exterior debe vincularse ineludiblemente con el ámbito empresarial, que es quien apoya y financia los distintos proyectos de investigación que, finalmente, repercutirán en avances que pueden ser aplicados ya no solo para bien del museo sino también para la sociedad en general.

MUSEO: DISEÑO DE EMOCIONES

La labor de investigación en los museos ha ido desarrollándose intensamente en la comprensión de los requisitos de los visitantes y el aprendizaje. Además, los estudios recientes sobre las emociones de los visitantes han demostrado que el diseño de experiencias emocionales supone una forma muy importante de aprender. Mediante la integración de la emoción con los objetivos de aprendizaje, los museos pueden crear una experiencia más personal que provoque que los visitantes quieran “vivir el museo”, generándose un gran flujo de visitas de personas interesadas en “sentir el museo”. Se han realizado estudios centrados en las emociones experimentadas dentro y fuera de un museo, analizando cómo los objetos afectan a los visitantes. Sin embargo, hasta ahora los resultados de esas investigaciones no se han transformado en patrones digitalizados en un entorno patrimonial, ni se han considerado las historias personales detrás de las conclusiones. Debido al perfil emocional diferenciado de cada uno de nosotros, podría ser fundamental el desarrollo de sistemas que pudieran darnos una idea clara del tipo de experiencia personal que se oculta detrás de cada objeto en el museo, y avanzar así en el conocimiento de la relación personal e íntima entre el visitante y la colección de ese museo.

EL DISEÑO NARRATIVO EN EL MUSEO

Podríamos comenzar diciendo que el museo utiliza la organización de objetos en espacios especialmente diseñados para gestionar y comunicar mensajes. Normalmente, se recurre a la configuración espacial para crear conocimiento o, al menos, intentarlo. A partir de este concepto, esa forma de comunicación museal se ha vinculado con otras prácticas que categorizan, definen y regulan el conocimiento público sobre el mundo, por lo que en cierto sentido podemos valorarlo como un archivo del saber que debe estar al alcance de todos nosotros. Los objetos se toman del mundo, se catalogan y se vuelven a mostrar de acuerdo con unas clasificaciones que el museo impone. En otras palabras, la autoridad y la clasificación tienden a funcionar una junto a la otra para establecer un sistema cerrado de orden y significados entre los objetos en exposición.

MUSEOS Y NUEVA CULTURA DEL DISEÑO

La investigación sobre el diseño de museos se ha afianzado significativamente en los últimos años y continúa desarrollándose en direcciones cada vez más experimentales, colaborativas y prácticas. Antes del año 2000, existían muy pocos estudios sobre el diseño aplicado a museos que fueran verdaderamente analíticos y consistentes, así como sobre las relaciones y colaboraciones que ahora definen un campo que parecía inexistente por aquel entonces. A partir de ahí, y vinculadas a la transformación y complejidad creciente del diseño de museos en sí, la investigación sobre el tema (incluida la arquitectura de museos, el diseño de exposiciones, la museografía didáctica e interactiva y/o lo que ahora se conoce comúnmente como experiencia o diseño interpretativo) ha ido evolucionando y tomando forma gracias a un número creciente de investigadores representativos de la diversidad del diseño aplicado a la museística. El resultado de todo esto es una comunidad de investigación pequeña pero muy dinámica, que abarca a una gran variedad de profesionales de los museos y de las industrias creativas y educativas, además de englobar campos tan diversos como la arquitectura, las diferentes disciplinas de diseño, los estudios de visitantes, el aprendizaje, el teatro, la animación, el cine y los audiovisuales.

MUSEOS: DISEÑO DE LA EXPERIENCIA

El diseño de la experiencia museística ha ido evolucionando en las últimas décadas como respuesta a los vertiginosos cambios sociales y tecnológicos que se están produciendo en el mundo. Son cambios importantes y los seguirá habiendo; recordemos los tiempos, no muy lejanos, de aquellos primeros experimentos en el diseño de la experiencia digital aplicada a la museografía. Por lo general, se trataba de estaciones de trabajo sencillas para un único usuario, desafiando a los visitantes a alcanzar un simple objetivo concreto. Efectivamente, estos sistemas fueron el precedente de un estilo de instrucción que implicaba la interacción persona-computadora en el espacio del museo. La idea era hacer que el aprendizaje fuera una experiencia práctica más activa para el visitante, y en su día fue una buena idea, una innovación que surgía al comprobar que las experiencias de los museos debían ser más animadas y receptivas. Encontrarse con una tarea que completar es siempre una experiencia motivante para los visitantes del museo, pero las limitaciones de aquellos primeros “interactivos” eran importantes. Aparte de los problemas de usabilidad y accesibilidad, que podían estar justificados en un contexto de desarrollo de medios experimentales, aparecía el permanente problema de la caducidad tecnológica, pues se trataba de unos sistemas que se vieron muy pronto coartados por el limitado diseño de la experiencia.participara, incluso conceptualmente, en la acción de generar significados. De manera divertida, en el lenguaje del museo, el adjetivo " interactivo " se convirtió en un sustantivo – una cosa al lado (pero aislada) de otras cosas de la colección. Todo esto, actualmente, nos puede parecer irrelevante, pero creemos que es bueno echar mano de la memoria para repasar el enfoque históricamente prefijado que tenían los museos (y aún tienen) sobre ciertas cosas y cómo éstas han influído en su evolución.

APORTACIONES DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS AL NUEVO CONCEPTO DE MUSEO

Icofom Study Series, 37 , 2008

En el mundo moderno se observan dos tendencias destinadas a coexistir. Por un lado, existe una fuerte inclinación a proteger la propia identidad y las características que ésta encierra. Por el otro, los medios masivos nos presionan hacia una clara uniformidad que destruye las identidades culturales personales. Enfrentando esta realidad, los museos y la museología se encaminan hacia la apertura de nuevos espacios donde las ideas, las experiencias y los métodos de trabajo puedan subrayar cuáles son nuestros miedos, nuestras dudas, nuestros anhelos y deseos, cara a cara con las nuevas tecnologías emergentes. Por lo tanto, exponer las realidades que los museos y la museología tienen que enfrentar nos ayudará a comprender mejor la forma en que las sociedades construyen su discurso, se enfrentan a la realidad y contestan sus cuestionamientos. Por otra parte, los museólogos todavía se preguntan hasta qué punto las nuevas tecnologías deben influir en la vida y en la dinámica de los museos. Es evidente que los museos se irán organizando cada vez más con la utilización de redes de computación. Atravesarán una metamorfosis que los hará más accesibles a los ciudadanos del mundo, sin necesidad de que los visiten físicamente. El concepto ‘museo’ tendrá que ser redefinido, ya que no podrá aplicarse más a una localización donde los objetos son almacenados y conservados. Su rol ya no será el de almacenar colecciones de objetos, sino más bien colecciones de conocimientos de diferente tipo que serán difundidas universalmente. ¿Significa esto que ha llegado el fin de los museos tradicionales? ¿Estamos distorsionando el concepto clásico de ‘museo’ sin saber hacia dónde nos dirigimos? A fin de responder estas preguntas debemos alegar que el concepto de museo no es fijo ni incapaz de evolucionar. Todo lo contrario, creemos que el futuro de los museos puede encontrarse en su habilidad para adaptarse a la realidad del mundo moderno. De este modo es posible comprender las emergencias de un nuevo tipo de museo virtual o museo on line. Sin embargo, ¿cuál es el papel del nuevo museo virtual? Principalmente, un rol educativo que debe ayudar a difundir la idea de preservar la herencia cultural. En una visita virtual, los visitantes pueden encontrar reproducciones de las piezas originales, como así también reconstrucciones virtuales de cosas que no existen en la realidad. Esto es un signo de que las ideas sobre lo no existentes, pueden materializarse y volverse casi tangibles en un museo virtual, en el cual también contemplamos obras de arte sin ningún tipo de barrera física. Debemos asumir los desafíos que presenta este mundo moderno y encarar el futuro de los museos con entusiasmo e imaginación. Sólo así seremos capaces de humanizar la cultura haciéndola universal sin excluir las características individuales de la identidad de cada comunidad.

LA ARTICULACIÓN DEL SISTEMA DE MUSEOS A PARTIR DE UNA APLICACIÓN INFORMÁTICA: EL PROYECTO DOMUS EN ARAGÓN

Esta comunicación da a conocer el trabajo que se está llevando a cabo por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, sobre documentación y gestión museográfica, lo que se ha denominado Proyecto Domus. A lo largo del texto, en una primera parte, se definen diferentes fórmulas de gestión y organización de museos que se han llevado a cabo tanto a nivel estatal como de la Comunidad Autónoma aragonesa, para pasar a definir posteriormente en relación con este ámbito de gestión qué es Domus, y qué significa en la actualidad. Finalmente se formulan un conjunto de conclusiones a modo de reflexiones, que buscan preparar un ámbito para la participación y el consenso de todos los que conforman la comunidad museística aragonesa.