La ciencia: ¿Nueva Religión en Julio Verne? (original) (raw)
Andes 1. ¿La ciencia: una religión? No sólo la masonería sino los viajes, las lecturas, la enciclopedia y muy particularmente la Ciencia marcada por la corriente positivista de la época van a moldear al famoso escritor. Y es que el siglo de Verne es revolucionario desde el punto de vista científico. Es cierto que muchas de sus «máquinas» existían ya en su época, pero el autor no hace otra cosa sino aumentar las dimensiones. Verne quiere que el mundo sea técnico, científico y desinteresado y paradójicamente regido por las leyes del dinero, nos dice Jean Pierre Poncey (1976: 63). Incluso los héroes vernianos entran en el mundo descrito por Marx: Detrás de Fogg y su sangre fría están los « banknotes » que pueden resolver todos los problemas, Kin-fo, el héroe de Las Tribulaciones de un chino en China, por ejemplo, no le «coge gusto» a la vida sino reencontrando su fortuna. Por cierto, en la fortuna del padre de Kin-fo encontramos el beneficio capitalista por doquier: la fortuna que proviene del comercio fúnebre consistente en repatriar a China los despojos de los chinos muertos en California es un beneficio; por otro lado la exportación de la fuerza de trabajo china se constituye en otro beneficio. De igual manera, la fortuna colocada en San Francisco es un buen negocio bursátil. Es el juego económico y paradójico con la muerte, justo como lo hace la empresa funeraria «La Centenaire». En este sentido, nos dice Picot (1992), en Las Tribulaciones de un Chino en China se mezclan la historia y la mitología de un pueblo antiguo, el Imperio del Sol y la tecnología capitalista. Afortunadamente, el calculador Kin-Fo será al final más sensible gracias a la fuga a la que se somete en territorio chino, a la presencia de la bella Le-Ou y a la lección del filósofo Wang. Dejando de lado estos asuntos monetarios vamos a las figuras emblemáticas, portadoras de saber, ejecutantes de la ciencia: el propio hombre