Viajeros árabes a España, españoles a Marruecos: la misma cara del espejo (original) (raw)
2005, Revista de Libros 105 (2005): 7-9.
Los libros de viajes, durante tiempo considerados un género menor tanto por la literatura como por la investigación historiográfica, han sido en los últimos años objeto de un renovado interés. Documento y creación, voluntad de objetivismo frente a la más pura subjetividad, el relato de viaje es una manera de narrarse a sí mismo, de descubrirse en el contraste con los otros, de vislumbrar la imagen que esos otros nos atribuyen frente a la que nos atribuimos a nosotros mismos: es la manera de reflexionar sobre nuestra propia realidad cuando nos vemos enfrentados a una realidad extraña. La nueva historia social y cultural que incorporaba las cuestiones de otras disciplinas y en especial de la antropología, encontró en los libros de viajes una verdadera mina, y los estudios que sobre ellos se han escrito en las últimas dos décadas han coincidido a su vez con un retorno del interés por las imágenes nacionales que se manifiesta en paralelo a la preocupación por la identidad.Y, así, hemos sentido un nuevo gusto por vernos descritos, por ejemplo, por franceses, británicos o norteamericanos, cuya imagen romántica estaba cargada de exotismo y aprecio estético al tiempo que de rechazo o menosprecio. Los tópicos negativos o pintoresquistas que trazaban una imagen esencialista, inescapable y de tan larga pervivencia han ayudado en España a la reflexión sobre el pasado, y sobre el presente, al tiempo que han dejado de manifiesto uno de los principales rasgos de los relatos de viajes: su profunda carga ideológica.