Una consciencia autónoma. Lectura cognitiva de Amor Divino de Ángela Segovia. (original) (raw)

2022, María Ángeles Pérez López; Borja Cano Vidal ; Marta Pascua Canelo & & Vega Sánchez Aparicio (Eds.) Poesía (Literatura actual en Castilla y León, 5), Fundación Instituto Castellano Leonés de la Lengua, Libros Singulares, nº 31, páginas: 269-277

En Amor Divino (Ángela Segovia, 2018) se fragua una convulsión especial del lenguaje poético que mira más allá de aquello a lo que se ha de atener el lector que entre sus manos encuentra un libro firmado por Ángela Segovia (Ávila, 1987). El nombre de la poeta abulense ha resonado en los últimos años apellidado de la palabra ‘ruptura’: ruptura de códigos lingüísticos y literarios, ruptura estético-política, ruptura del lenguaje desde su propio seno. Lo disruptivo es tanto horizonte en su consciencia poética como posibilidad de una escritura que emerge quebrada, rasgada como la herida que acusa la poeta en el cuerpo del silogismo, una herida que «es tan grande que acaba por sustituirlo. La herida se llama: cansancio de significar» (Segovia, 2016: 38). De ahí, de ese cansancio de significar la innegable justicia de la calificación que recibe su empresa poética como logofágica (Molina Morales, 2018), es decir, devoradora del sentido o de la palabra, una escritura que «lleva el discurso y el silencio a una situación en la que ya no se oponen, no se niegan, sino que se alían, se identifican» (Blesa, 1998: 15). Es esta disquisición la que nos hace atender a la audacia de Amor Divino como una afirmación de la oportunidad de construir. Construir, sí, de forma oblicua, desde pilares fragmentarios y hacia la fragilidad, apoyándose en un lenguaje poético que sangra la caída del gran discurso del logos para abrazar una circunstancia de narrar una historia: pero construir al fin y al cabo. En este artículo nos proponemos fijar ese momento de construcción no convencional a través de un mecanismo que consideramos nuclear en su escritura y que la propia autora denomina ‘señalética’ en el poema “Señor Cuervo y Señora Sorrow hablan” del arriba mencionado Amor Divino. Como en seguida veremos, la articulación de este lenguaje señalético nos enfrenta a un reto que sobrepasa el dominio lingüístico al enraizarse en la manera misma en la que el lenguaje actúa como coordenada cognitiva de nuestra presencia en el mundo y en su comunicación.