Francisco de Quevedo: Poesía amorosa (Erato, sección primera) (original) (raw)
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Francisco de Quevedo: Poesía amorosa: Canta sola a Lisi (Erato, sección segunda)
2013
Estudio literario, y edición crítica y anotada de la segunda sección de la poesía amorosa de Quevedo en la musa Erato, Canta sola a Lisi, a cargo de Alfonso Rey y María José Alonso Veloso. Considerada usualmente como un cancionero petrarquista, la secuencia “Canta sola a Lisi” encierra, junto a la imitación de algunos rasgos de Petrarca, importantes disidencias conceptuales y funcionales: responde a otra concepción del amor y desempeña una función diferente en el conjunto de la obra su autor, de la cual no cabe separarla. Bastará con recordar de qué modo el Canzoniere fue escindido por Quevedo entre “Heráclito cristiano” y Canta sola a Lisi”, desligando así la pasión amorosa de las nociones de religión y pecado. Además de enaltecer la belleza femenina y teorizar sobre la naturaleza del amor, “Canta sola a Lisi” exalta el heroísmo de Fileno, constante en el sufrimiento y persuadido de su capacidad para sobrepasar a la muerte con su ceniza enamorada, en un proceso de despetrarquización y alejamiento del modelo que guarda algunos puntos en común con las secuencias amorosas de los poetas ingleses de la época. Pero como la glorificación del amor hacia Lisi tampoco concuerda con el neoestoicismo de Quevedo, se impone ver en este conjunto poético un refinado juego literario, con intenciones tan diversas como mostrar su dominio de una tradición prestigiosa, cultivar una parcela desconocida por Góngora, clausurar una etapa en la lírica española y hacerse eco de anhelos e ideales permanentes en todas las épocas de la humanidad, “sin contender en su posibilidad”. Todo ello plasmado con un uso muy personal de la metonimia y la sinécdoque, metáforas de segundo grado, adjetivos inesperados y acepciones infrecuentes en palabras de uso común, cerrando así la trayectoria del petrarquismo español.
La influencia de los Tasso en la poesía amorosa de Francisco de Quevedo
Riassunto: La poesia amorosa di Francisco de Quevedo è disseminata d'influenze di vari poeti italiani post petrarchisti, tra i quali ritroviamo Bernardo e Torquato Tasso. Soprattutto per quanto riguarda quest'ultimo, possiamo notare una vicinanza nella considerazione filosofica dell'amore, cantando una dama crudele che lascia solo l'amante e un sentimento potente che riesce a muovere anche i pianeti, ma che non è già più motivo di speranza.
La influencia de Luigi Groto en la poesía amorosa de Francisco de Quevedo
Franscisco de Quevedo's relationship with the Italian literary tradition is a prolific research area. In some poems from Erato, the imitation of Groto's works is evident, but Quevedo uses this source as a point of departure to completely recreate it according to Baroque and conceptista sensibilities. Through a comparison of the source with the reworked version, I intend to mark the improvements of Quevedo's poetry in terms of versification, meaning and how the poet transforms Petrarchan imagery.
LA VIOLENCIA DEL AMOR EN LA POESÍA AMOROSA DE FRANCISCO DE QUEVEDO
Con la tradición petrarquista y postpetrarquista, la consideración de la mujer amada pasa de la donna angelicata del dolce stil novo a la descripción de una fiera cruel, despiadada hacia el enamorado, cuyos padecimientos se pintan a menudo similares a los de la cárcel o hasta de un infierno. En su poesía amorosa, Francisco de Quevedo presenta esta situación describiéndola con imágenes de violencia, física y moral, que arrastran al amante hacia su anulación como resultado extremo de la relación dañina entre la mujer y el poeta. Sin embargo, notamos que las imágenes de horror usadas pertenecen ya a cierta fase del petrarquismo, que desembocará en el marinismo, sugiriendo así una doble influencia, tanto de Petrarca como de Marino y los respectivos discípulos. El amor ya no es un sentimiento cantado y alabado por su positivad y por ayudar al hombre a ensalzarse hacia Dios, sino que es maldecido y denigrado por causar más penas que alegrías y por rebajar al hombre a un esclavo o un prisionero, mirando hacia el cielo solo para invocar la piedad de Dios para que ponga fin a sus angustias.
Las voces del poeta amante en la poesía de Quevedo
La poesfa amorosa de Quevedo, como es bien sabido, fue transmitida, en su gran mayorfa, en dos ediciones p6stumas: El Parnaso Espafiol, editada por Gonzalez de Salas en 1648, y Las Tres Musas, que sac6 a la luz su sobrino, Pedro Aldrete, en 1670. Estudiada ya en detalle la disposici6n de la princeps por Fernandez Mosquera y evaluadas las intervenciones de su primer editor, entre otros, por James 0. Crosby y Alfonso Rey, s6lo recordare aquf que la cuarta Musa del Parnaso, Erato, estaba dividida en dos secciones: en Ia primera, se incluian cincuenta sonetos, siete madrigales, una silva, tres idilios, tres canciones, quintillas, una letrilla, redondillas y un conjunto de romances, en los que el poeta se dirige a diferentes receptores femeninos : Floris, Floralba, Amarili, Flora, Silene, etc. La segunda secci6n, que constituye un mini-cancionero petrarquista, dirigido aLisi, se titula: ERATO, ILAMISMAMVSA IV. I CANTA, CON SINGULARIDAD, VNA PASSION I AMOROSA y abarca cincuenta y un sonetos, un madrigal y cuatro idilios 1 • I. ELl PARNASSO ESPANOL.I MONTE EN DOS CVMBRES DfVlDIDO.I CON LAS I NVEVE MVSAS CASTELLANAS, I Donde se contienen I POESIAS I DE DON FRANCISCO DE QVEVEDO SENOR DE LA VILLA DE LA TORRE DE IVAN ABAD .