El papel de las emociones (original) (raw)
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El rol de las emociones según el De Motu Animalium
Mucho se ha escrito acerca del rol de las emociones según Aristóteles. Sin embargo, en estas investigaciones, el De Motu Animalium no suele ser el texto más elegido para dar cuenta de dicha cuestión. Es probable que esta exclusión esté de algún modo justificada.
DIVERSIDAD Y CONVIVENCIA EN NAVARRA el euskera y las identidades nacionales, 2023
Actualmente se considera que, junto con la razón, las emociones tienen un papel fundamental en la comprensión de la vida social e individual. Las emociones son un factor motivador de la acción individual y colectiva y poseen un fuerte impacto en la construcción de la cohesión interna de los grupos sociales. También garantizan la adhesión social del individuo a la sociedad, a su comunidad de pertenencia o a su comunidad política, ayudando a la solidaridad social o grupal. Pero, al mismo tiempo, son igualmente factores aceleradores de división y desagregación en los momentos de desacuerdo o conflicto en una sociedad. Por estas razones, la búsqueda de convivencia en condiciones sociales de diversidad política y cultural debe ir asociada a un análisis profundo de las emociones que, internamente y de forma transversal, atraviesan y guían a los diferentes colectivos sociales, y condicionan sus actitudes, sus representaciones sociales y sus pautas de comportamiento
El rol de las emociones en la esfera pública
Revista Latinoamericana De Derechos Humanos, 2012
Como seres humanos nos encontramos condicionados por nuestras emociones, solemos reaccionar ante distintas situaciones conflictivas con enojo, alegría o tristeza, entre otras. Un simple recuerdo puede: enturbiar nuestro momento actual con dolor o nostalgia o generarnos gratitud y felicidad. Las emociones, al dar cuenta de la vulnerabilidad que nos es inherente, desempeñan un rol significativo en la vida individual pero también en la moralidad social. Mi pregunta es: ¿deberían ser tenidas en cuenta las emociones morales en la deliberación de los asuntos de interés público? Mi hipótesis es que las emociones morales, siempre que se pongan en diálogo con los principios éticos de igual valor y dignidad humana, autonomía personal y diversidad cultural, en los que se fundan los derechos humanos, son "conductoras de estructuras normativas" imprescindibles para el derecho. El objetivo del trabajo consistirá en analizar el rol de las emociones en la esfera pública, especialmente en la justicia como institución.
Vol. 9 Núm. 1 (2020): Revista Disertaciones, 2020
Vastas son las interacciones, vínculos y tensiones entre la filosofía y la literatura, las cuales han estado determinadas en diferentes épocas y momentos históricos por la inclusión y la exclusión recíprocas. Dicha reflexión es planteada, entre otros, por la filósofa norteamericana Martha Nussbaum en El conocimiento del amor. Ensayos sobre filosofía y literatura(1992), por los filósofos franceses Gilles Deleuze y Felix Guattari en ¿Qué es la filosofía? (2003), y por Alain Badiou, en Justicia, filosofía y literatura (2007). Desde la perspectiva de estos autores, examinaré algunos antecedentes y circunstancias que han incidido en la relación entre filosofía y literatura, partiendo de la exploración de los elementos que identifican y diferencian a cada una, mostrando que la tensión existente entre ellas va más allá de la expresión de los opuestos lógica e imaginación, conceptos y sensaciones, emociones y racionalidad; y que la separación y contradicción entre éstas, se puede superar con la comprensión de su forma y contenido, con la proximidad a las perspectivas de observación y juzgamiento y con la consideración del cultivo de las emociones como posibilidad de lectura crítica sobre el mundo. De esta manera, resaltaré el papel de la literatura en la construcción de pensamiento, el carácter ético de la imaginación literaria como proyección en el otro, y la pertinencia de un ambiente de respeto entre las distintas áreas del conocimiento.
Las emociones y la explicación de la acción
Isegoría, 2001
Por actitud favorable puede entenderse cualquier actitud a favor de una acción. Esto incluye no sólo a los deseos, sino también otras actitudes tanto momentáneas como más permanentes. Desde un impulso, una inclinación, un gusto, sentir atracción o interés por algo, hasta considerar algo como un deber, como una obligación o valorarlo positivamente. También podríamos hablar de actitudes negativas o desfavorables hacia tipos de acción. Olbeth Hansberg 6 ISEGORÍA/25 (2001) tienen las emociones con estados mentales intencionales y con las acciones de las personas. Un modelo común para explicar acciones y otros estados mentales es el de las explicaciones por razones. Así, cuando un agente actúa intencionalmente lo hace por una razón. Comprendemos las acciones intencionales cuando entendemos el propósito que tenía el agente al actuar, esto es, cuando entendemos sus razones. Las razones son combinaciones de creencias y actitudes favorables 1 hacia cierto tipo de acción. Pero explicar una acción, bajo cierta descripción, no implica siempre mencionar el deseo y la creencia que fueron la causa inmediata de la acción, sino que muchas veces explicamos lo que alguien hizo mencionando, entre otras cosas, emociones, rasgos de carácter, intereses, gustos, hábitos, virtudes, vicios, metas y planes más generales. La estructura de cada una de estas explicaciones será distinta y de una complejidad variable, pero todas funcionan, de manera más o menos clara, como explicaciones por razones. Por otro lado, muchos de los estados mentales, entre ellos las emociones, se explican a menudo mencionando la razón o las razones de que alguien esté en ese estado. Dentro de esta línea general intentaré examinar algunas de las características de las emociones que les permiten ocupar un lugar en el «espacio de las razones». Frecuentemente explicamos acciones mencionando emociones: decimos que María se fue porque se enojó con su amigo; que la razón de que Pedro no viniera hoy es que tiene miedo de encontrarse con ella. Cuando estas explicaciones responden a la pregunta de por qué el agente actuó como lo hizo, podemos muchas veces descubrir en ellas los rasgos esenciales de las explicaciones por razones. Por otro lado, es frecuente también explicar emociones dando razones: decimos, por ejemplo, que la razón de que Juan se enojara con su hijo es que le mintió, que la razón de que María no subiera al campanario es que tiene miedo a las alturas. Si las emociones responden a razones y funcionan como tales, es importante aclarar qué clase de estados mentales son, cómo las atribuimos a los otros y cuáles son sus relaciones con actitudes proposicionales como creencias, pensamientos, deseos, intenciones y otras actitudes favorables que en el lenguaje cotidiano mencionamos como constituyendo razones. No podemos entonces dar cuenta de las emociones humanas sin considerarlas como parte de una red de otros estados mentales que puede incluir estados proposicionales como los ya mencionados, así como a percepciones, sentimientos, sensaciones, imágenes, etc. El carácter holista de los estados mentales hace que no puedan atribuirse aisladamente, sino que atribuir uno es
Los miembros del equipo de Docentes en línea hablamos con frecuencia de las ventajas de la colaboración. No lo hacemos solo porque, al ser una comunidad de práctica, este es nuestro fin, sino además (y sobre todo) porque sabemos por experiencia propia cuánto se aprende trabajando de este modo, y cómo se contagia el entusiasmo y la iniciativa de los demás a todo el grupo. Comprendemos (y así nos lo han dicho algunos de nuestros miembros) que la variedad de información que ofrecemos puede resultar excesiva para las mentes de quienes fuimos educados en la lectura lineal y organizada de textos, lo que se puede transformar en un obstáculo que nos impide acceder a todos esos datos, por no encontrarles un orden. Para tratar de evitar esa comprensible dificultad es que ya hemos hablado de la necesidad de aprender a leer hipertextos. ¿Cómo leer nuestros espacios para saber qué hacer en ellos? El mejor modo es olvidarse de la linealidad en la lectura, que no es imprescindible y además no refleja el modo en que funciona nuestra mente, que no razona de modo lineal, sino formando redes de ideas y datos. Es decir, no dejemos que los detalles tecnológicos sean un obstáculo en nuestro aprendizaje y el intercambio con los demás.
La marca y la gestión de las emociones
La percepción de una marca es el resultado de multitud de interacciones, que inicia la empresa, pero que evolucionan fuera de su control impulsadas por una diversidad de actores que aportan contenidos y configuran la imagen de la marca en un proceso continuo de construcción que se expande centrífugo desde la identidad propuesta por la empresa.