Los Movimientos Sociales (original) (raw)

Movimientos sociales subirats

1 Este artículo deriva de una parte de la investigación que he dirigido y que se ha realizado a lo largo del año 2014 sobre las relaciones entre Internet y política. Una investigación financiada por el Centro Reina Sofía de Adolescencia y Juventud y que se publicará a lo largo del 2015. Una investigación ya publicada, (http://adolescenciayjuventud.org/es/publicaciones/ monografias-y-estudios/item/jovenes-internet-y-politica?category_id=2) ha servido de referente. *Autor para correspondencia / Corresponding author: Joan Subirats; dirección postal: Campus UAB. Edifici MRA. 08193. Barcelona. España. Sugerencia de cita / Suggested citation: Subirats, J. (2015). Todo se mueve. Acción colectiva, acción conectiva. Movimientos, partidos e instituciones. Revista Española de Sociología, 24: 123-131.

MOVIMIENTOS SOCIALES

Colombia es un país ubicado en el extremo noroccidente de América del Sur y es puente entre las tres Américas: la del norte, la del centro y la del sur, y por ello paso obligado de rutas aéreas y marítimas que comunican el continente. Tiene límites con Venezuela y Brasil; con Ecuador, Perú y Panamá; con el Océano Pacífico y con el Atlántico. También posee límites marítimos con República Dominicana, Haití, Jamaica, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

Movimientos sociales en Chile

hacia 1850, a los que producían 'obras' materiales con sus propias manos). Cuando, en la segunda mitad de siglo, se produjo la creciente 'proletarización salarial' de los artesanos, éstos conservaron el rango de «maestros», razón por la que su salario fue superior al jornalero. Al introducirse en Chile la maquinaria industrial en la minería, en la agricultura y en las fá bricas, los «maquinistas y mecánicos» (por lo común extranjeros), fueron también asimilados al rango de «maestros» o/y de «empleados». Todas las planillas salariales del siglo XIX (y durante la mayor parte del siglo XX también) respetaron escrupulosamente esa estratificación. Y todo indica, por otro lado, que los mejores salarios del estrato 'maestros-mecánicos' les significó mayor independencia, sortear de algún modo la deuda con la pul pería patronal, fundar familia, tener «casita» propia y proponer, por tan to, una definición menos peonal de los conflictos con el patrón. Además, fueron ellos los que tendieron a incorporarse, pagando sus cuotas, en las sociedades mutuales y mancomúnales. Pero fueron ellos también los que, por tener una mayor visión de 'totalidad' que el peón-gañán sin familia y enclaustrado por deudas, plantearon una línea de acción más 'política' en la lucha contra el truck-system, lo cual no les impidió unirse al peonaje en las acciones concretas de rebeldía252. En la huelga de Iquique, muy pro bablemente, primó la influencia 'negociadora y pacífica' del estrato de los «maestros», numerosos en la Mancomunal de Iquique. No es irrelevante el hecho de que fue en la minería salitrera donde se produjo, también, la mayor concentración de ese tipo de trabajadores, f) La estadística económica del período 1910-1925 muestra contundente mente que, desde el inicio de la Primera Guerra Mundial, la minería salitrera se hundió en un ciclo crítico que la llevaría, más tarde, práctica mente, a su extinción. Y este ciclo depresivo -que esclerotizó su fluidez económica a todo nivel-recayó como un segundo truck-system sobre los trabajadores. Pero no como aumento de la explotación, sino como bru tal aumento del desempleo. Normalmente, entre 1903 y 1910, alrededor del 25% de las oficinas salitreras existentes, de un año a otro, paraban, bajaban su producción, o cerraban. Es cierto que otras nuevas aparecían (sobre todo en la Bolsa de Comercio). El porcentaje de oficinas 'para das' subió a más de 50% entre 1910 y 1915 y a 70% después de 192 1 253. Se comprende que los trabajadores, además de los rigores del sistema 252 En el cuadro sobre «Entradas y gastos de 20 familias obreras de Iquique» (1910), contenido en el informe editado por la Cámara de Diputados, las familias que tenían 'superávit mensual' (7 sobre 20) correspondían, 5 sobre 7, a trabajadores que tenían rango de 'maestros' (dos me cánicos, un lanchero y dos guardianes). Ibídem, en p. 317. 253 Anuario Estadístico de Chile. M inería y M etalurgia. (Santiago, 1915), Cuadro LXXV, p. 43. Capítulo III FORMAS HISTÓRICAS DEL MOVIMIENTO SOCIAL-CIUDADANO EN CHILE

Los movimientos sociales nuevos

H e sostenido anteriormente que las dos últimas décadas fueron experimentales. También fueron contradictorias. El hecho de que hasta ahora no se haya estabilizado en los países centrales un nuevo modo de regulación social en sustitución del modo fordista llevó a que las soluciones experimentadas, además de empíricas (el Adhocismo) e inestables (el Stop and go, no sólo en el campo económico, sino también en los dominios social y cultural), sean contradictorias. No es de extrañar pues que el exceso de regulación que acabo de mencionar haya convivido en los últimos veinte años con movimientos emancipatorios poderosos, testigos del surgimiento de nuevos protagonistas en un renovado espectro de innovación y transformación sociales. La contradicción reside en que la hegemonía del mercado y sus atributos y exigencias alcanzó un nivel tal de naturalización social que, aunque lo cotidiano sea impensable sin él, no se le debe por eso mismo, ninguna lealtad cultural específica. Así, es socialmente posible vivir sin duplicidad y con igual intensidad la hegemonía del mercado y la lucha contra ella. La concreción de esta posibilidad depende de muchos factores. Por ejemplo, se puede decir con certeza que la difusión social de la producción contribuyó a desenmascarar nuevas formas de opresión y que el aislamiento político del movimiento obrero facilitó el surgimiento de nuevos sujetos sociales y de nuevas prácticas de movilización social.

Movimientos Sociales Y Género

Buena parte de los movimientos sociales que han tenido como horizonte la creación de un nuevo "modelo de desarrollo" han considerado, básicamente, la dimensión económico y política como eje análisis, relegando a un segundo plano su dimensión cultural, y dentro ella invisibilizando la variable de género como eje estructurante de la desigualdad social. Por ello, esta investigación se planteó como objetivo, analizar cómo se ha ido integrando la perspectiva de género en un movimiento concreto que ha reconocido la importancia de integrarla como eje del mismo; siendo este el caso de La Vía Campesina. Se utilizó como metodología el análisis de marcos, el cual permite identificar cómo el movimiento se construye a sí mismo, y cómo configuran tanto el diagnóstico como la solución de su problema. Las principales conclusiones apuntan a que, por un lado, hay una apuesta, básicamente de las secciones femeninas, por posicionar la dimensión de género como un eje estructurante, y por otro, que ha existido cierta permeabilidad del movimiento a esa demanda. También se evidencia la emergencia de una consciencia feminista, más cercana a los llamados "feminismos del tercer mundo" que del occidental hegemónico, que podría, eventualmente, llegar a impregnar al movimiento en su conjunto.

Movimientos Sociales. Enfoques explicativos

Este trabajo pretende mostrar las diferentes perspectivas teóricas y metodológicas por medio de las cuales se han explicado los orígenes y dinámicas de los movimientos sociales en la contemporaneidad. Parte del estudio de la denominada masa social hasta la estructura de los nombrados Movimientos Sociales emergentes del siglo XX.

Imaginarios Sociales y Movimientos Sociales

Imaginarios sociales y movimientos sociales, 2021

El objetivo del capítulo es presentar un análisis de los imaginarios sociales acerca del narcotráfico de parte de grupos de población mexicana; se trata de un estudio cualitativo desde una visión sociohermenéutica, para el que se revisaron 18 investigaciones de diferentes ciudades de México. Se parte de un concepto global, entendiendo por imaginarios sociales una construcción simbólica intersubjetiva. Las investigaciones examinadas se enfocaron en sistemas de significados de personas no involucradas directamente en la actividad. Como resultado se construyeron tres categorías generales que incluyen el núcleo de estos imaginarios: valoración de la actividad, imagen del “narco” y razones de incorporación. Destaca la persistencia de valores anclados en el tradicionalismo con imágenes propias del “bandolero social” y del “macho noble” articulándose con las estructuras patriarcales de género, importancia de la familia e “idolatría” al dinero y al poder. Como factores explicativos rescatados de las investigaciones seleccionadas sobresalen los contextos sociohistóricos y la distancia social, pero también variables sociodemográficas como el sexo, la edad, el nivel socioeconómico y el educativo.