Pablo Neruda y Algunos Países Socialistas en Europa (original) (raw)

en el mundo globalizado de hegemonía capitalista, nos puede producir perplejidad, decepción o incluso indignación leer a Pablo Neruda afirmando que un niño de Moscú en los tiempos soviéticos es «el niño mejor vestido del mundo», 1 o que otro premio Nobel, Miguel Ángel Asturias, destaque que los campesinos rumanos de 1962 «tienen la cara de los hombres dichosos», y que la juventud de ese país experimenta la euforia de «sentirse jóvenes en un país de gentes felices, todos trabajadores, sin clases superiores ni inferiores, iguales, entre risas y flores, entre aplausos y bailes». 2 Sin duda, es comprensible la tentación de acusarles de aceptar la extorsión moral que implicaba lo que ya en 1972 Hans Magnus Enzensberger bautizó como el «turismo revolucionario», un sistema corruptor que desarmaba la crítica de la izquierda occidental y producía ofuscación teórica en los visitantes extranjeros de los países socialistas europeos. 3 Pero quizá, para equilibrar las cosas, habría que recordar que, en su vejez, el adalid más conspicuo y célebre del anticomunismo latinoamericano desde hace más de 40 años, Mario Vargas Llosa, reconoce asombrosamente, en el último capítulo de Tiempos recios, que los errores de la política estadounidense en América Latinacomo la intervención en Guatemala sobre la que gira precisamente su novelaexplican el embrujo revolucionario, antiestadounidense y anticapitalista que el comunismo y en particular Cuba provocaron en la juventud y en la inteligencia del continente. 4 Recordemos, también, que la seducción que los países socialistas europeos producen en escritores como Neruda o Asturias tiene lugar después de sus respectivos Nota: Este artículo de investigación se ha realizado en el marco del proyecto Escritores latinoamericanos en los países socialistas europeos durante la Guerra Fría (ELASOC. PID2020-113994GB-I00), financiado por MCIN/