Criterios convergentes en torno a una posmodernidad con pretensión homogeneizante (original) (raw)

Lo posmoderno, una clarificación conceptual

Revista Humanidades, 2022

Con ocasión de las profundas transformaciones del siglo XX, especialmente las tecnológicas y comunicativas, la ciencia política se ha valido de nuevos instrumentos epistemológicos para explicar la realidad y los fenómenos que le atañen. Una de estas herramientas es el macromolde posmoderno, surgido con fuerza en la disciplina filosófica pero que, paulatinamente, se ha ido convirtiendo en una escuela de pensamiento autónoma que incorpora sus propios principios, reglas y valores. Sin embargo, ya sea por la reticencia científica que genera o su origen transdisciplinar, es muy poca la literatura académica que ha desarrollado rigurosamente las características epistemológicas de este macromolde: su naturaleza normativa, sus fronteras conceptuales o sus alcances explicativos. Por esta razón, el presente artículo busca dotar de un sentido inequívoco a lo posmoderno en el universo político, dando cuenta de su aplicación como corriente de pensamiento (posmodernismo) y como periodo histórico (posmodernidad), utilizando una metodología propia de la teoría política normativa, específicamente, la aclaración conceptual.

Homogeneizacion y heterogeneizacion en el debate modernidad/postmodernidad

Revista de Critica Literaria Latinoamericana, 1995

El trabajo discute primero las relaciones de la modernidad y el tiempo historico; considera luego lo que esta en juego en el debate sobre la temporalidad y la unidad/multiplicidad de la modernidad, en general y en el contexto latinoamericano, en particular; para terminar con algunas notas sobre el concepto de totalidad.

Tiempo Moderno. Una paradoja entre diversificación y homogeneización

Documentos CAIP Nº3, 2014

Si existe una especificidad en el pensamiento del tiempo en las ciencias sociales, sin duda que esta se encuentra en el esfuerzo de teorización de los tiempos sociales entendidos como formas de aprehensión del tiempo, ya sea individuales o colectivas, que varían según las sociedades, tanto en la historia como en el espacio. Pese a la multiplicidad de enfoques y conceptos vinculados con el estudio de ese aspecto del mundo social, hasta hora no existe un término globalizador y reconocido para designar lo que sin embargo, se asemeja a un campo de reflexión. Al respecto la expresión general “temporalidad social” tal vez permita destacar la unidad, si no de inspiración, al menos de perspectiva, de esas investigaciones en cuanto a la historicidad, a la memoria o también al ritmo de las sociedades. Sin embargo resulta insuficiente para una aprehensión de las particularidades de cierto tiempo moderno que paradojalmente fluctúa entre procesos de homogeneización (Hartog 2007; Stiegler 2002) y diversificación (Fabian 1983). Para una aproximación al estudio que incorpore el influjo de la técnica (Giddens 1990), la coordinación (Elias 1984) y la construcción (Durkheim 1982) del tiempo por parte de la sociedad se hace necesario abrir la posibilidad de un nuevo concepto que dé cuenta de dichos procesos. La presente comunicación propone esbozar algunas líneas de trabajo que se perciben como fructíferas al respecto.

Construcción teórica de la posmodernidad: enfoque progresista desde la deslegitimación

Helios. Trujillo, Perú: Universidad Privada Antenor Orrego de Trujillo. Vol. 5, n.° 2, julio-diciembre, pp. 475-486, 2021

Este artículo fundamenta la condición histórica de la posmodernidad, con la intención de dilucidar los enclaves dicotómicos, heterogéneos, irracionales y relativistas que la conforman. Esta se caracteriza por la propalación de paradigmas ambivalentes y polémicos en función de epistemologías estáticas provenientes de las culturas tradicionales y ortodoxas. Por ende, el objetivo es contrastar la configuración de esta etapa al incluir lo intercultural como proyecto social, que postula Beatriz Sarlo, que tiene como propósito enriquecer y resguardar las manifestaciones artísticas, lingüísticas y culturales a nivel global; es decir, se asume lo que Fredric Jameson considera como una totalidad orgánica.

Modernidad y posmodernidad: categorías para pensar una época

Revista Ñ, 2010

2010. Modernidad y posmodernidad, más que como conceptos periodizadores históricos, deben tratarse y emplearse como conceptos de periodización cultural. Es probable que las fechas no coincidan con la categoría, o que la categoría deba adaptarse a cada nuevo fenómeno que se pretenda abarcar. No sería un inconveniente. La hipótesis es que lo que una categoría de periodización cultural organiza no es un hecho histórico sino un cronotopo, aunque se lo trate como si fuese palimpsesto o sinécdoque. Organiza discursos, configuraciones espaciotemporales de sentido. Expresa una afinidad, correspondencia o conexión entre eventos culturales separados en el tiempo y en el espacio. Está dando a entender, inicialmente, una relación que nuestra tradición cultural ha legitimado. Un modelo explicativo, una categoría de periodización cultural, funciona de esa manera: estrechando relaciones entre fragmentos y encontrando una manera para que estos fragmentos, y estas relaciones, sean capaces de contar una historia en común, sean capaces de decirnos algo sobre alguna cosa.

Reflexiones sobre la posmodernidad

El lector que tuviera la paciencia de pasear por la bibliografía sobre el tema podrá constatar que el debate acerca de la modernidad es bastante confuso. El propio término «pos» es ambiguo y da margen a dudas, sugiere una ruptura radical entre un «antes» y un «después», la modernidad percibida como algo perteneciente al pasado. Existe también una polarización política en torno de posiciones que en principio se caracterizarían como «progresistas» o «conservadoras», lo que añade un elemento más de complicación a la discusión. En el caso de América Latina, aún nos preguntamos si realmente tal controversia tendría sentido. ¿No se tratará de otra «moda» intelectual? ¿Cómo hablar de posmodernidad si no conocemos plenamente la propia modernidad? En Brasil el debate viene siendo trabajado más en los medios que en los medios intelectuales, lo que embarulla más las cosas. Mi punto de vista es que deberíamos tomarlo seriamente. Lo que interesa es comprender cómo la posmodernidad es una de las expresiones (y yo insistiré en que se trata de una entre otras) de un reacomodo de los procesos sociales y societarios «pos» industriales. Evidentemente no tengo la intención en este artículo, de discutir si esta condición «posmoderna» es fruto de una tercera etapa del capitalismo como piensa Frederic Jameson, o se adecúa más a las transformaciones de un capitalismo flexible que se inicia en los años 70, como propone David Harvey (1). Pero retomo de esos autores un argumento que me parece fundamental. Los cambios por los que pasan las sociedades industrializadas en este momento son reales, y se extienden no solamente a los países centrales, ellos abarcan el sistema internacional como un todo. Esta modernidad-mundo, para utilizar una expresión de Jean Chesnaux, es distinta de las modernidades del siglo XIX y de inicios del XX, lo que significa que las relaciones entre el hombre y el mundo y entre los hombres entre sí se encuentran en proceso de mutación. Probablemente el contratiempo de la discusión refleja este momento de transición que conocemos. Mi interés por la cultura, particularmente por la arquitectura, es en este sentido estratégico. El arte encierra no sólo disponibilidades estéticas sino también un aspecto cognoscitivo que traduce de manera ideal las relaciones sociales. Ella puede ser aprendida como un síntoma de las transformaciones más amplias que envuelven la sociedad. No es casual que la polémica sobre la posmodernidad se haya iniciado justamente en su ámbito (2). La sensibilidad artística traducía, ya desde los años 60, las inquietudes en relación a las irregularidades aún imperceptibles en el plano macro de la sociedad.

Revisando el concepto de Posmodernidad

Quorum Academico, 2006

Re vi san do el con cep to de Pos mo der ni dad Ro ber to A. Fo lla ri* Re su men Lo pos mo der no no es una moda, ni una ca sua li dad; im pli ca una fuer te mo di fi ca ción de las con di cio nes cul tu ra les, a la par que una re com posi ción de las for mas de la sub je ti vi dad. Res pon de a con di cio nes ob jeti vas de ago ta mien to de la cul tu ra mo der na, y de apa ri ción de las nuevas tec no lo gías, en tre ellas las TICs. Y no debe con fun dir se con el po ses truc tu ra lis mo, po si ción teó ri ca que res pon de a un mo men to fi nal de la mo der ni dad, man te nien do su acen to crí ti co. En cam bio, lo posmo der no no es un ta lan te de opo si ción, sino de to le ran te acep ta ción de lo dado. Cabe dis cu tir la pe cu lia ri dad de lo pos mo der no en Latinoamérica, donde la modernidad no ha sido agotada, y a veces ni siquiera iniciada. Palabras clave: Mo der nidad, pos mo der ni dad, so bre mo der ni dad, La ti noamé ri ca. * Pro fe sor de gra do y post gra do, Uni ver si dad Na cio nal de Cuyo (Men do za, Argenti na). Co rreo elec tró ni co: ro bfo lla ri@ciu dad.com.ar