La planta de Nochebuena y sus muchas historias por desempolvar (original) (raw)


En un evento botánico celebrado hace alrededor de 30 años me tocó recordar un antiguo refrán romano que asevera que “tempora mutantur et nos mutamur in illis”, lo que aproximadamente significa en castellano “los tiempos cambian y nosotros cambia- mos en ellos”. Ahora me parece apropiado volver a evocarlo en relación con este nuevo libro. Resulta que la sabia noción (probablemente origi- naria de Grecia) se aplica profundamente no solo a los humanos, sino a los seres vivos en general, mis- mos que han experimentado procesos evolutivos en medio y a lo largo de dilatado y cambiante ambien- te. Y no únicamente las modificaciones ocurridas en la superficie de la Tierra influyeron en el progreso de la vida, sino a su vez los animales y las plantas, sobre todo estas últimas, han causado importantes trans- formaciones tanto de la atmósfera, como del ciclo hidrológico y por ende también de las condiciones del clima de nuestro Planeta. Todo esto lo hemos ido aprendiendo muy poco a poco y gracias en gran medida al cuidadoso y de- tallado estudio de los restos fósiles que dejaron los organismos del pasado geológico, o sea a la paleon- tología. Tal disciplina por razones prácticas acostum- bra separarse en la paleozoología y la paleobotánica. Esta última ha tenido relativamente escaso de- sarrollo en nuestro país y no es sino hasta las últi- mas décadas cuando merced al esfuerzo inicial de Reinhard Weber y sobre todo al decidido y vigoroso empuje de Sergio R.S. Cevallos-Ferriz en colaboración con Laura Calvillo Canadell, se está comenzando a conocer la riqueza fosilífera botánica de México, así como el significado evolutivo, fitogeográfico y pa- leoambiental que representa. El presente libro incluye una síntesis de lo recien- temente realizado en este ámbito en la República, pero es mucho más que ello, pues además da cuenta de los principales eventos de la historia evolutiva del reino de las plantas. Relata cómo en los tiempos precámbricos los fósi- les muestran que existía ya una vida vegetal acuá- tica exuberante de bacterias, hongos algas y posi- blemente líquenes, capaz de edificar estructuras gigantescas de tipo arrecifal, conocidos como estro- matolitos. Describe con detenimiento como la paleobotáni- ca documenta que en el periodo devónico se llevó a cabo la salida de las plantas “al aire libre” y el inicio de colonización del medio terrestre, hecho que in- dudablemente implicó profundos cambios y nuevas adquisiciones, entre las cuales el más significativo es el origen del tejido conductor. Otro tema ilustrado es el relativo al perfeccionamiento gradual del mismo durante las eras paleozoica y mesozoica. Otro episodio trascendental de la historia evolutiva de las plantas es la aparición de la semilla como órgano de dispersión, que se registra inicialmente en vegetales similares a los helechos, las pteridosper- mas, mismas que a su vez dieron origen en el perio- do triásico a las primeras gimnospermas modernas. Sin soslayar, desde luego, se encuentra el problema de la génesis de las angiospermas y de su sofistica- da forma de reproducción, que al parecer no existieron antes de los principios del Cretácico, pero cuyos antecesores concretos no se han podido identificar todavía. En resumen, veo en esta trascendente obra una triple función. En primera instancia, tiene lo suficiente para emplearse como manual en un curso introductorio de vegetales fósiles. En segundo lugar, es una valiosa fuente de información básica y esencial para todo aquel dedicado profesionalmente a la ense- ñanza y a la investigación sobre plantas. Por último, creo que el libro está escrito de manera apropiada para mostrar los atractivos que tiene el estudio de las floras del pasado y así servir para el reclutamien-to de futuros paleobotánicos que son pocos todavía en México. J. Rzedowski Pátzcuaro, Mich., diciembre de 2012

Una obra sobre algunas peliculas y la relacion a la idea que alguien no se puede borrar el pasado.

Desde culturas prehispánicas, coloniales y actuales se ha utilizado la nochebuena, flor de pascua, cuetlaxochitl, sijoyo, Euphorbia pulcherrima, poinsettia, entre otros nombres con que se conoce esta planta nativa de México y parte de Sudamérica. Presenta una característica que la hacedistintiva de otras, la presencia de hojas modificadas. En este artículo mencionaremos características de la nochebuena, algunos usos comunes comerciales como medicinales que se le da a esta planta tanto. Se mencionan los estados de la República Mexicana que más la producen ya que forma parte de nuestra biocultura.

Recoge ejemplos de los diferentes tipos de herejía que persiguió la Inquisición durante los siglos XVI y XVII tales como la heterodoxia religiosa, el judaìsmo, la blasfemia... así como de solicitación o de "familiares" del Santo Oficio, todos ellos localizados en la villa de Palma

ESUMENSe documenta el uso ceremonial de plan-tas de la celebracion de Semana Santa en Zaachila, Oaxaca. Mediante observaciones directas y entrevistas abiertas se obtuvo informacion sobre especies utilizadas, lugares de cosecha, adornos elaborados y participacion de los habitantes en esta tradicion catolica. Veintiseis especies de plantas, catorce de ellas orquideas, se emplean para elaborar ocho adornos que se colocan en las iglesias de Zaachila; la mayoria se cosechan en la naturaleza pero otras se adquieren en el mercado local. Los habitantes de Zaachila forman tres grupos de colectores (“concheros”), cada uno en-cargado de cosechar una de las tres plantas mas utilizadas,

La persistencia y resistencia en el uso del sombrío en cafetales de Colombia define la capacidad de adaptación e innovación de una caficultura tradicional enfrentada a otra caficultura moderna, insostenible y a plena exposición solar. La percepción del papel, importancia y orígenes del sombrío en la caficultura han sido poco documentada, siendo América donde el café con sombrío se siembra por vez primera con algún criterio y metodología, con comunidades locales investigando y seleccionando árboles de sombrío adecuados para cada región, altura, suelos, relieve, clima y gusto. Esta investigación introduce un esbozo histórico sobre el uso del sombrío y una nueva discusión sobre los orígenes de esta práctica en cafetales de Colombia, con base en una revisión bibliográfica histórica. La experiencia del aprovechamiento del cacao (Theobroma cacao, Malvaceae), originario del sotobosque, como producto silvestre de extracción en Venezuela y Colombia, como cultivo prehispánico en México y como cultivo comercial con sombrío durante la colonia, es el precedente del uso y selección de especies de sombra denominadas "madre del cacao". Así, las prácticas de sombrío en el cultivo de cacao que se desarrollaron en el México prehispánico, durante la colonia se fomentan a nivel comercial y se introducen a Venezuela, como cultivo de exportación, se replican en cacaotales de Colombia y posteriormente ante el colapso por enfermedades, se copian para el sistema productivo cafetero. Probablemente, en las zonas de cultivo compartidas, las prácticas del cultivo del cacao fueron heredadas, imitadas o replicadas positivamente en el cultivo de café, o simplemente se remplazaron y sustituyeron los árboles de cacao enfermos con los nuevos arbustos de café. La caficultura nace y se fortalece desde experiencias prehispánicas y mejoradas en el tiempo. En Colombia, la temprana introducción de especies de sombrío en cafetales es una práctica heredada del cultivo de cacao. http://www.etnoecologica.com.mx/index.php/repositorio-od/73-enero-2015

Pla de Nadal es un conjunto palatino excepcional que se construyó en el territorio de Valentia y que se debe entender en íntima relación con la ciudad. Responde al modelo de las villae con galería, torres angulares en los flancos, un espacio central abierto y un piso superior. El aula central de la fachada meridional, la única que se ha conservado, tiene 17 m. de longitud por 5,30 m. de anchura. En el piso de la planta baja, de tierra batida sobre el sólido terreno natural, se han encontrado evidencias de su uso como almacén de grano y vino. Al mismo tiempo, también se adaptaría como un lugar de acopio de los alimentos que se recogían para atender a las obligaciones fiscales. El piso de la planta alta, donde se situaría la pars dominicata, estaba pavimentado con signinum probablemente enmarcado con baldosas bizcochadas, de 22 x 22 x 5 cm. De este aposento superior provendrían la mayoría, si no todas, las piezas escultóricas recuperadas. Las cubiertas eran de tejas planas y curvas a distintas aguas, con un elaborado sistema de evacuación pluvial mediante gárgolas. El edificio presenta una estructura compacta que, junto a las torres angulares, le daban un inequívoco aire de palacio-fortaleza, que es lo que sería de aspecto, aunque la presencia de numerosos accesos y la tipología de las torres no se ajustarían con una verdadera función defensiva. Tendría, pues, un cierto aire de fortaleza pero únicamente a nivel formal, no funcional. El esquema arquitectónico presenta elementos de continuidad con la tradición de la villa clásica, caso del patio central, pero también aporta elementos nuevos, como el desarrollo de la planta residencial en el piso superior, característico de algunas villae africanas tardías y típico de las residencias medievales. Fue un edificio de carácter oficial, de tipo áulico y residencial, relacionada con algún importante personaje de la élite civil o eclesiástica, probablemente el famoso Teodomiro de Orihuela, posibilidad bien sustentada por un grafito en una venera con el epígrafe “Tevdinir” y un medallón con monograma cruciforme con el nombre “Tebdemir”. Aquí se daría, pues, la extraordinaria y feliz circunstancia de conocer el nombre del promotor y usuario del edificio, que, además, se podría identificar con un personaje histórico que fue un importante dirigente de este territorio en los albores del reino visigodo y los inicios de la llegada de los árabes.

In Jaime Saenz’s poem La Noche, mystical, linguistic, and symbolic elements interact to alter our conception of reality. I carry out such a reading by focusing on ritual and the ways that it influences Saenz’s poetic language. I show that this poem proposes to think about night as a cyclical territory in which time and space are decentered from their daily useage. This decentering reflects an identity crisis that emerges when we come face to face with the alterity within ourselves.