Orden, límites y trasgresión Reflexiones en torno a la obra de Jakob von Uexküll (original) (raw)
"Antecedentes En su libro The Discovery of the Mind, Bruno Snell (1982) ubica el principio del ser consciente en el momento en que el ser humano se enfrenta a la contradicción, o más ampliamente, en el momento en que el ser humano «se torna» consciente de su problemática no sólo circunstancial, cotidiana, sino existencial. Momento reflejado en la literatura griega, que lo mismo empuja a Agamenón que a Clitemnestra a la necesidad de tomar una «decisión», hacia la que se vuelca la «voluntad consciente». ¿Hacia dónde apunta la decisión?, por demás es decir que la intención es librarse o más bien liberarse de una concatenación de circunstancias que lleva al personaje en cuestión a una situación que le amenaza, le pone en riesgo y cuyo peso se vislumbra capaz de abatirle definitivamente. La tragedia está implícita en la situación dramática del hombre y, en el caso de los griegos, en la imposibilidad de liberarse de Anake y de la fuerza del Sino. El ser humano, con todo, no desiste tan fácilmente. El deseo por controlar, más que ser controlado, dirige su afán por conocer. En primer término busca controlar su «quehacer diario» y, en segundo, prever el bien o el mal que puede derivar de sus acciones. Así, el descubrimiento de las causas deviene central, si bien es el propio Aristóteles quien pone el acento en la causa final, en tanto el «control» sobre las circunstancias cotidianas y los fines mediatos no «libera» al hombre. En última instancia, de poco o de nada le sirve al hombre conocer lo inmediato e influir sobre sus circunstancias directas si no sabe a dónde va (a dónde van su saber, sus quehaceres y afanes), si no ejercita su intención (cf. Ética a Nicómaco, libro tercero, capítulo III) y, más aún, si no discierne su papel en una ordenación, más que en un orden, que le trasciende…"