La teoría del conflicto en la sociedad contemporánea (original) (raw)
Soldados americanos accionan el obús M777 en su ayuda a las Fuerzas Democráticas Sirias en la ofensiva de Raqqa, marzo de 2007 En el pasado; no hace más de 15 o 20 años, el estudio y la categorización de los conflictos era menos compleja de lo que resulta en la actualidad. Comenzando con que las reglas en los conflictos exigen que los combatientes deban distinguirse de la población civil cuando tomen parte en un ataque o preparación militar. Por lo tanto, sus prácticas son contrarias al Derecho Internacional, y aún más, por su acción beligerante contraria al ordenamiento jurídico, no tiene derecho al estatuto de combatiente ni tampoco de prisionero de guerra en caso de caer preso por la contra parte, sin embargo, entra el dilema que los grupos que trabajan al margen de la ley no tienen ningún tipo de interés en obedecer reglas planteadas para el Fair play militar, de hecho sus acciones demuestran que se burlan de tantos formalismos impuestos para condiciones de guerra que son de otra época lejana a la nuestra. De igual manera y pese a estar al margen de la ley, deben ser respetados sus derechos fundamentales en caso de ser apresados. En el artículo sobre guerra híbrida de junio 2017, destacaba todos los elementos de este tipo de guerra irregular que acarrea una serie de factores que colocan entre la espada y la pared las posibilidades de conservar los mismos estándares de acción y juicio ante el uso cada vez más pronunciado de agrupaciones paramilitares o grupos que recurren a las prácticas del terrorismo internacional, en muchas ocasiones patrocinados por Estados, desde una posición muy sombría, obedeciendo a una agenda relacionada con objetivos geoestratégicos, y tomando en consideración que el uso marcado de organizaciones al margen de la ley tiene como finalidad arriesgar lo menos posible soldados de su propia población, abaratar costos en cuanto al uso de armamento no convencional y producir esquemas de violencia con objetivo de desgaste que al final afectarán tanto militar (bajas) como económicamente a quien se ataque. Hay dos aspectos que resultan determinantes en los conflictos modernos que involucran todos los componentes de guerra irregular.
En la historia de la teoría social se observa una constante de fondo: el problema dei orden y de la integración social. Se dan soluciones o arquetipos de pensamiento social que son, en definitiva, la confrontación de dos concepciones distintas de le sociología basadas en una imagen dicotómica de la sociedad. Una de las soluciones se inspira en el pensamiento de Rousseau y nos presenta una imagen armónica de la sociedad, en la que la integración sociales el resultado del consenso de sus elementos. Sus rasgos esenciales son: la-. concepción de la sociedad como sistema estable de elementos, la funcionalidad de cada elemento social, la existencia de equilibrio entre los elementos y el consenso de todos ellos para el mantenimiento de la sociedad. La segunda concepción toma la imagen de discordia social, y es posible la integración sólo por la vía de la coacción. Es el modelo de pacto social presentado por Hobbes. Sus tesis principales son: la sociedad en constante cambio, la sociedad integrada por elementos con1radictorios que contribuyen al cambio social, y la coacción de algunos elementos sobre otros para el mantenimiento de la sociedad. Ambas concepciones, como arquetipos de referencia, han inspirado varias teorías socio distintas e incluso han tomado recíprocamente aspectos una de otra. Estos enfoques sociológicos han sido retomados por numerosos autores entre los que se encuentran: T. Parsons, que sigue el esquema de Rousseau, y C.W. Mills que toma el de pacto social de Hobbes. Hay que citar la fuerte discusión entre los sociólogos O. Lewis y R. Redfield, que defienden respectivamente la sociología basada en el estudio del conflicto social y la basada en la tradición funcionalista. En el enfoque conflictivista de la sociología destacan sociólogos como T. Bottomore, A. Giddens, A. Touraine, S. Ossowski, entre otros; aunque cada uno de ellos con peculiaridades concretas y a veces contrapuestas. Los mecanismos de la acción social se basan en una tendencia a la integración; pero dicha tendencia no está exenta de ciertas actividades de oposición o conflicto. El conflicto es un aspecto básico del cambio social, ya que permite resolver divergencias de grupos o colectividades para alcanzar un nuevo modelo de integración social. El estudio del cambio social ha desarrollado esquemas y teorías basadas en el conflicto social. Los tipos de conflicto son múltiples y difíciles de clasificar, debido a la variedad de actividad conflictiva que puede darse en cualquier situación humana que requiera unificación y resolución de antagonismos. Los más frecuentes son de origen familiar, lucha de clases, guerra entre estados, luchas por el poder político, ideologías, intereses profesionales, marginación lingüística, racial, religiosa o sexual. El hombre muestra ciertas características de agresividad para conseguir sus deseos, pero dicha agresividad está definida también de modo socio-cultural. La estructura social y el peculiar modo de organización de la vida comunitaria pueden neutralizar o estimular la agresividad; por lo que no puede hablarse sólo de agresividad en el individuo sino de agresividad estructural y cultural de la sociedad, que determina los conflictos de integración social. El conflicto social se caracteriza por la agresividad no canalizada por ningún sistema de convenciones que sea capaz de excluir las conductas hostiles. El sociólogo L. Coser define el conflicto social como «la lucha por los valores y por el status, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales». Un conflicto será < conflicto social» cuando trascienda lo individual y proceda de la propia estructura de la sociedad. Lewis Coser ha intentado elaborar una teoría general de las funciones integradoras del conflicto social, en la que afirma que ciertas formas de conflicto son necesarias para el mantenimiento de la identidad, de la cohesión y de la delimitación de un grupo social, hasta tal punto que en ocasiones un determinado grupo social no existiría si no viviera en conflicto o en preparación para un conflicto inminente. El intento de integración a partir de una situación de desigualdad social provoca conflicto, pero dicho conflicto es precisamente el factor del cambio social. El origen de la sociología de los conflictos se busca, como ya es tópico, en la opinión de Marx y Engels expresada en el Manifiesto Comunista: «la historia de toda sociedad es la historia de la lucha de clases». Dicha opinión refleja ya la idea de la existencia de conflicto social y su íntima relación con el cambio de la sociedad. Marx y Engels estudian un tipo de conflicto social: el producido por la lucha de clases debido a la desigualdad en la propiedad de los medios de producción. En general, en la sociología de los conflictos se acepta la explicación marxista de lucha de clases, al menos en lo referente a sociedades en fases iniciales de industrialización. Pero en la sociedad neocapitalista aparecen nuevos elementos sociales, nuevas formas de obupación, los tecnócratas, el movimiento estudiantil, el feminismo, el ecologismo, los sindicatos conservadores, etc., que hace necesario la reformulación del concepto de clase social, lucha de clases, revolución, evolución de la sociedad industrial, etc., desde las nuevas situaciones sociales. Esta tarea se ha acometido desde posiciones marxistas (G. Lukács y A. Gramsci) y no marxistas (G. Simmel). Uno de los sociólogos que se ha ocupado de reformular la teoría de los conflictos sociales es Ralf Dahrendorf, considerado como su principal representante. Aunque no existe hasta el presente una teoría general del conflicto social, totalmente satisfactoria, Dahrendorf ha intentado elaborar un modelo teórico capaz de explicar la formación de grupos de conflicto y su acción social para lograr la integración mediante los necesarios cambios de estructura en la sociedad. El modelo teórico de Dahrendorf aporta gran riqueza conceptual y teórica. Se inspira en Marx, los socialistas utópicos, Weber y la Escuela de Frankfurt. Dahrendorf parte de un análisis de la obra de K. Marx viendo las contribuciones a la teoría de los conflictos sociales y señalando las críticas. Marx ha puesto de relieve la permanencia de conflicto en toda sociedad, siendo éste inherente a
El punto a abordar es lo relativo a la teoría del conflicto tema que ha ocupado el pensamiento del hombre mas que ningún otro tema, el conflicto se ha tratado de un modo descriptivo, ha sido tratado por la ciencia de la psicología ( que sitúa al conflicto en el nivel de las motivaciones), de la psicosociologia (que sitúa al conflicto en el nivel de las estructuras y entidades sociales fundamentalmente conflictivas), del derecho, entre otras. El conflicto es una situación compleja multidimencional que debe ser estudiado como tal en una perspectiva multidisciplinaría. Cada disciplina ha contribuido a que se llegue aun mejor entendimiento del conflicto desde un punto de vista específico.