FILOSOFÍA Y ARQUITECTURA (original) (raw)

FILÓSOFOS Y FILOSOFÍAS

La filosofía de Lévinas se inspira en las fuentes tradicionales del judaísmo, por más que apenas consienta que afloren a la superficie del discurso. De ahí la conveniencia de abordar su obra como un palimpsesto en el que operan dos niveles textuales, uno de ellos explícito (fenotexto filosófico) y el otro velado (prototexto judío). El Otro y el Mismo se relacionan entre sí según el modelo bíblico del vínculo YHWH-Israel: mientras que la Revelación inspira la epifanía del rostro, la Redención subyace a la reconstrucción de la subjetividad en clave ética. En su conjunto, la heterología de Lévinas reitera, en el elemento de la filosofía, las experiencias centrales del monoteísmo hebreo.

FILOSOFÍA DE LA TIERRA

Todo intento de pensar la totalidad es un deber ser, su ubicuidad no tiene que remitirnos a la eternidad, sino a una condición deseable sobre el presente, que nos conduce al encuentro de la relatividad, que en el contexto vital es un destello aparecido en los espejos de lo imaginario, por lo que el pensar la totalidad es un intento circular de apropiación de lo real una vez que se ha escapado; de recrear lo simultáneo en lo simbólico, falseando la propia dinámica del pensar.

FILOSOFIA EN LA CIUDAD

Filosofía en la Ciudad. Caracas y la Filosofía, 2018

Dice el prof. Alfredo Vallota: Este libro recoge algunas de la charlas ofrecidas a los largo de estos años, compiladas por Lucía Dao y Alfredo Vallota. Agradecemos a la Konrad Adenauer Stiftung, en la persona de su coordinadora Lisbeth Mora, a la Dirección de Publicaciones de la UCAB, en su director Marcelino Bisbal, a Agatha Cocozzeli y Yelitza Rivero por su colaboración general, y especialmente a Mario Di Giacomo, sin cuyo empeño esta publicación no hubiera sido posible. Si los dioses nos son propicios, la fuerza nos acompaña, y el público nos sigue apoyando, puede que sigan otros.

CONSOLACION SOBRE LA FILOSOFIA

P r o s a V I 851 1. En primer lugar, ¿te avienes a que con unas po­ cas preguntas explore y tantee tu estado de ánimo, para podei así ver la manera de curarte? *-Pregunta a tu arbitrio-le dije-lo que quieras com o a quien, de cierto, te va a respon­ der.-Entonces ella: ¿Piensas que este mundo es movido por la casualidad temeraria y fortuita, o más bien crees que hay en él una dirección racional?-En modo alguno puedo dar en pensar que movimientos tan bien concertados puedan deberse al azar fortuito, sino que bien sé-y ojalá que nunca deponga esta convicción-que es Dios, su autor, el que está al frente de su obra.-Así es, pues poco ha lo has celebrado en tus versos, deplorando que fuesen solos los hombres los que se sustraen a la divina tutela. Ya que no abrigabas la menor duda de que los demás seres estuviesen regidos por la razón. Pero, ¡a h !, me admira en extremo el que teniendo tan saludables pensamientos, estés enfermo. Mas sigamos investigando: con­ jeturo que algo, no sé qué, te falta. Dime, pues: ya que no dudas que el mundo sea regido por Dios, ¿sabes también de qué instrumentos se sirve? i ! 852-Apenas si entiendo el sentido de tu pregunta: ¡cuánto menos podré responder a ella!-¿M e engañaba yo al pensar que algo falta en ti, que deja abierta como una bre­ cha, a través de la cual se ha infiltrado en tu alma el estado morboso de la desolación? Dime: ¿recuerdas cuál es el fin de las cosas y hacia qué se dirige la tendencia de la naturaleza en­ tera?-Lo tengo oído, pero la tristeza me ha embotado la me­ moria.-Sabes, por lo menos, de dónde proceden todas las cosas.-Sí, lo sé, y ya te he respondido que es de Dios.-Y ¿cóm o es posible que, conociendo el principio de las cosas, ignores su fin? Pero, en fin, ésa es la fuerza de esos estados pasionales, que son capaces de conmover al hombre, pero no pueden arrancarlo totalmente de sí mismo y apoderarse de él. * Personajes del diálogo: La f i l o s o f í a y B o e c i o. 851-897 C o u r c e ll e , o .c ., p.332.333-344; 7-11; C ro cco , o .c ., p.5-6.46-96. 851 C ro cco , o .c., p.54; J. G r u b e r , Die Erscbeinung der Philosophie in der «Consolalio Pbilosophiae» des Boethius: Rehin. Muss. Phil. 112 (1969) 166-86. Consolación sobre la filosofía 529 853 Pero desearía que me respondieses también esta pre­ gunta: ¿Recuerdas que eres hombre?-¿Y cóm o no he de recordarlo?-¿Podrás, entonces, decir lo que es el hombre?-¿Es que me preguntas si sé que yo soy animal racional y mortal? Lo sé y declaro que soy eso.-¿Nada más que eso piensas que eres?-Nada más.-Ahora descubro otra causa, la más grave, de tu mal: has perdido el conocimiento de lo que eres. Y ya con eso he encontrado la explicación completa de tu mal y del camino que hay que emprender para devol­ verte la salud. En efecto, estás envuelto en la confusión que te acarrea el olvido de lo que eres: por eso te lamentas de tu destierro y del despojo de tus bienes. Y al ignorar el fin de las cosas, tienes por poderosos y felices a los malvados y per­ versos. Por fin, por no tener en cuenta qué poder rige al mun­ do, piensas que el vaivén de la fortuna se mueve sin alguien, que lo dirija: cosas todas que son causas graves, no ya de una, enfermedad, sino aun de la muerte misma. Pero demos gra­ cias al Autor de la salud porque la naturaleza no te ha aban­ donado del todo. 854 Contamos con una gran ayuda para que recuperes la salud, y es la opinión verdadera que tienes sobre el gobier­ no del mundo, pues crees que se debe no al azar fortuito, sino a la ordenación divina; no abrigues, pues, ningún temor: ya de esta pequeñísima chispa se encenderá el calor vital. Pero como no es tiempo todavía de emplear remedios más enérgicos, y sabemos que es condición de la mente humana el que, al rechazar las opiniones verdaderas, se imbuya de errores que, a modo de una neblina, perturban el libre ejercicio de la inteligencia, trataré primero de sosegar un poco tu alma con los sedantes más suaves y ordinarios, para que así, disipadas las tinieblas de tu estado pasional, puedas reconocer el esplendor de la verdadera luz. LIBRO III P r o s a II 855 1. Entonces, bajando un poco los ojos, y com o re­ cogiéndose en lo más recóndito de su alma, empezó a hablar así: T odo el afán de los mortales, trabajado por múltiples ape-854 C ro cco , o .c ., p.53. 855-859 C o u r c e ll e , o .c ., p.113-126. 855-856 C r o c c o , o .c ., p.61-69.

FILOSOFÍA DEL ARTE

Todos los Derechos Reservados www.elaleph.com Filosofía del arte donde los libros son gratis Este documento ha sido descargado de http://www.educ.ar 3 FILOSOFÍA DEL ARTE QUINTA PARTE DEL IDEAL EN EL ARTE Señores:

FILOSOFÍA 2

 Identifica algunos usos e intenciones del lenguaje humano y comunicativo, lo que le permite problematizar sus sentidos y aplicaciones en distintos contextos de la cotidianidad.

TRABAJO FILOSOFIA

Celebre es la carta que le envía Newton a su par científico Robert Hooke en 1675 dentro de las polémicas que mantenían estos dos científicos acerca de la famosa ley de gravitación universal, al respecto le escribió Newton -Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes‖, lo que ilustra la frase es que si bien podemos ubicar a Newton como el punto de cierre de la revolución científica moderna, el mismo reconoció que antes de él existieron muchos físicos que fueron quienes plantaron las bases de la ciencia de la modernidad, tales como Copérnico, Kepler, Brahe y Galileo entre muchos otros, dejando presente: 1 era )Que una revolución científica no es obra de una sola persona, que es producto de muchos cambios cualitativos a nivel de toda la sociedad, y 2 da )Que la ciencia es un producto cultural, es un concepto que no se aparta ni de la sociedad ni de la cultura, de esta forma cambios profundos a nivel de ciencia son efecto de cambios profundos a nivel social, económico y político, como en efecto lo fue el renacimiento.