Todos los Peronismos, El Peronismo (original) (raw)
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El peronismo es el heredero directo del golpe de estado de 1943 llevado a cabo por el Grupo de Oficiales Unidos (GOU), que se oponía a la participación Argentina en la segunda guerra mundial del lado de los Aliados.
El peronismo kirchnerista…el peronismo de siempre
Revista Estudios, 2011
El autor de este trabajo basa su analisis en unaconclusion elaborada a diez anos del 2001: elelevado grado de productividad de la politicaa partir de esa coyuntura, puesto de manifiestoen novedades significativas en la politicade America Latina donde los cambios del finde siglo no se limitaron a alternancias en elgobierno, sino que abarcaron dimensionesmas profundas, vinculadas con las maneras dehacer politica en las sociedades de la region.Se pregunta si estamos en el camino correctotratando de encuadrar America Latina dentrode un continuun de izquierda-derecha dadoque dicha dicotomia habria dificultado la consideracionde la especificidad de cada pais. Enla segunda seccion, propone una interpretaciondel «fenomeno kirchnerista» a partir delas estrategias politicas implementadas desdeel 2003 en Argentina e invocando el clasicotexto de Halperin Donghi, La larga agonia dela Argentina peronista, abre vias de analisis paradiscutir el legado de esa agonia: el propio peronismo.
" Los tres peronismos¨ " The three Peronisms "
Artificios - Revista Colombiana de Estudiantes de Historia, 2018
Resumen El presente trabajo plantea las disputas políticas, económicas y sociales, propias del curso de la política argentina posterior a la crisis de 2001-2002. Dicha crisis puso en tensión las ideas tradicionales acerca de la ideología, así como de las decisiones políticas y económicas, al no facilitar a los grupos en el poder herramientas o capacidades para controlar la profunda crisis económica y social que se gestaba de mucho antes, pero que el contexto político llevó a detonar con efectos amplificadores y coyunturales. En este sentido, habiendo transcurrido dieciséis años y cuatro períodos de gobierno, se hace inevitable reconocer que la atmósfera política continúa signada por tensiones y conflictos que responden al impacto de esas trans-formaciones sociales, económicas y de carácter cultural que modificaron el entramado social y político anterior a la crisis mencionada. En consecuencia, resulta interesante preguntarnos acerca de la vigencia de esas corrientes teóricas tradicionales para analizar aquellos efectos y, resulta indispensable, adecuar las diferentes perspectivas teóricas a los fenómenos obser-vados a fin de determinar qué otro tipo de herramientas de intervención política permitirá plantear y explicar los problemas estructurales que determinan los principales desafíos de la acción de gobierno. Abstract The present work raises the political, economic and social disputes typical of the course of Argentine politics after the 2001-2002 crisis; which put into tension traditional ideas about ideology, as well as political and economic decisions, apparently not giving by the groups in power tools or capabilities to control the deep economic and social crisis, which was brewing a lot before, but that the political context led to detonate with amplifying and conjunctural effects. In this sense, having spent sixteen years and four periods of government, it is inevitable to recognize that the political atmosphere continues marked by tensions and conflicts that respond to the impact of these social, economic and cultural changes that modified the previous social and political fabric to the mentioned crisis. Consequently, it is interesting to ask about the validity of these traditional theoretical currents to analyze those effects and, it is essential, to adapt the different theoretical perspectives to the phenomena observed in order to determine what other types of political intervention tools will allow to raise and explain the structural problems that determine the main challenges of government action.
Para ser más o menos riguroso en el estudio del peronismo es necesario tratarlo como un fenómeno político, capaz de aglutinar tanto ideas y principios de derecha, como acciones de izquierda totalmente radicalizadas . Es que cuando uno habla del peronismo no puede hablar con criterios netamente técnicos ni de un partido, ni de un movimiento (como decía el General) ni de una ideología. El peronismo es mucho más que la suma de todas sus partes. De lo que si podemos hablar, es de la praxis política en su máxima expresión. Se trata de un fenómeno que tuvo lugar en la argentina a mediados del siglo XX y que continúa, en palabras de Horowics, agónicamente hasta nuestros días
El Peronismo de los 70 El peronismo de los 70
Il Tempo, de Roma, señaló para esa época: "La Argentina tiene yacimientos de cobre comparables a los de Chile. Sus recursos mineros (hierro, estaño, uranio) apenas han sido tocados. Europa está llena de dinero y no espera otra cosa que volcarlos en la Argentina".
El peronismo, el albatros del poder
La situación y las perspectivas del peronismo después de la derrota. El papel de los sectores con poder territorial y el papel de Cristina Fernández de Kirchner.
El kirchnerismo quisiera que la política argentina se simplificara en un conflicto entre la izquierda, nacional y popular, progresista, por un lado, y la derecha liberal y neoliberal por el otro. Pero esta mirada tiende a olvidarse de los sectores populares conservadores del interior, que están mucho más cómodos con un Urtubey (o Gioja o, por qué no, Menem) que con un Kicillof o un Sabatella. Esta derecha peronista "anti k" está buscando una modernización partidaria del peronismo.
Durante el peronismo hay un tango de la fiesta y otro de puertas adentro: uno de exterior, cantado, dicho con las mejores voces, con orquestas genuinas y autores de letra directa; otro, que caminaba en silencio por pasillos de escritura, de torsión, de novedad. Las amenazas de revolución política contra el gobierno de Perón, los diferentes preparativos para un golpe de estado pensado en domicilios particulares, también se traducía en la música: Piazzolla se encierra y no escribe sino para vivir. Contratiempo, originalmente llamado Lo que vendrá, compuesto en el año de la muerte de Eva Perón, es el anuncio de que hay otro tango y, a la vez, que otra realidad política ha de llegar. Entonces modifica su nombre por temor a que sea interpretado como una sugerencia indirecta al fin del gobierno. Unos años después, cuando la llamada Revolución Libertadora triunfa, el músico escribe otro tango con aquel título, un signo de que el contratiempo se hace confianza por un futuro diferente. Piazzolla traza límites políticos con sus formaciones: en 1946, crea su propia orquesta, la primera que lleva su nombre, de elecciones clásicas y arreglos provocantes; en 1955, da a luz el Octeto, una agrupación incómoda, antagónica, con líneas melódicas rizadas y sonidos eléctricos. Sobre sus dedos, el tango canción transita el final y reclama: escuchar y no bailar ni cantar; sentarse, un sótano, ámbito de intelección y no de afectos. Un contrapunto exige silencio, un arreglo con novenas aumentadas también. El salón, el patio de carnaval, la pista inundada de amoríos y el punta y taco y las corbatas y las madres inquisidoras entregando a sus hijas como un botín ya moralizado, todo eso, nada de eso se soporta ya. Pero sigue siendo, en el cine, en la radio, en la vida diaria, en un estado que festeja la Navidad con sidra y pan dulce etiquetados desde la secretaría de prensa y difusión. Piazzolla es un gato, tal como lo llamaba Aníbal Troilo: no festeja; se eriza y hace del discurso social un encierro. En sus uñas, el tango tradicional y el peronismo son la misma cosa, un alambre cotidiano de afecciones y lágrimas. El arte musical pide aire gélido, el de la abstracción desafiante, de búsqueda e invención y no de reconocimiento. Es el tango Malandraca de Osvaldo Pugliese, o Negracha o los arreglos de Recuerdos de bohemia de Argentino Galván, todos ellos en plena ebullición peronista: apertura armónica, ritmos sucios, cortados, cadencias alteradas, otra cosa del mundo visible. Piazzolla hace consciente la lucha y se retrae como un gato. La orquesta del ´46 es reclamada para participar en actos benéficos de la fundación Eva Perón; recibe demandas sindicales de sus propios músicos; debía tocar sin cobrar para funciones organizadas por el gobierno. Entonces la disuelve y dice: "Al diablo con el tango, a partir de ahora seré Stravinsky" 2 y se mira a sí mismo y se ve doble, Mr. Hyde, un homicida y el Dr. Jekyll. Componer tangos para vivir y a la vez ser