Mujer en el cine peruano: entrevista a la directora Ana Caridad Sanchez (original) (raw)
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Qué significa ser mujer en el cine peruano
2017
En la pantalla, detras de esta, en una cabina de edicion, desde las paginas de una revista, etc. Los aportes que realizan las mujeres al cine de nuestro pais han demostrado tener una calidad sobresaliente. Los siguientes testimonios son muestra de pasion por el septimo arte, pero tambien historias de esfuerzo y triunfo en un medio no precisamente facil.
La participación de las mujeres en la industria audio visual no es equitativa. En Argentina hay un progreso desde la década del 90, pero es lento. Las investigadoras Agustina Pérez Rial y Paulina Benttendorff, del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, reflexionan sobre la representación femenina en el cine y, a partir de un ciclo que organizaron sobre Agnés Varda y Chantal Akerman, observan similitudes entre las obras de estas realizadoras y las de las argentinas Celina Murga y Anahí Berneri.
Mujeres de cine: Directoras y nuevos modelos de feminidad en la gran pantalla
Tradicionalmente, la cultura patriarcal ha robado la voz a las mujeres, les ha negado la posibilidad de constituirse en sujetos, las ha relegado a la invisibilidad y al silencio, y las ha confinado en los márgenes del discurso. Como apunta Lola Luna (1996), la narración histórica ha sustituido las 'voces' de las mujeres que en algún momento fueron protagonistas o intervinieron en la Historia.
Perdida. Dudas y preguntas sobre el cine latinoamericano hecho por mujeres
Tram[p]as de la comunicación y la cultura, 2018
A partir de la película Perdida (2010), de la mexicana Viviana García Besné, la autora reflexiona sobre la dificultad de definir el cine hecho por mujeres en América Latina al que ubica, en la actualidad, en un estado de permanentes planteamientos que atañen no solo a los mecanismos de producción, de distribución y de exhibición de las películas sino, también, a sus propios mecanismos enunciativos.
Quaderns de Cine, 2010
El fi lósofo francés Louis Althusser escribió "La historia es un proceso sin sujeto ni fi nes", pero la propia historia de Esther García, productora de cine, podría desmentir semejante afi rmación. Después de escucharla podríamos concluir que tiene sujeto-incluso predicado-, y mación. Después de escucharla podríamos concluir que tiene sujeto-incluso predicado-, y fi nes en su trabajo que todavía no ha dado por concluidos. Ser mujer, en un determinado período, nunca ha sido fácil; gozar de una serie de derechos, aún menos y alcanzar determinadas metas que hoy nos parecen irrisorias, una verdadera utopía. Por ello, cuando Esther García comenta, primero, su afán por trabajar en el campo de la cinematografía y, después, por elegir una tarea concreta, es chocarse de bruces con la realidad de una señalada época: Intenté cambiar de departamento, porque, sinceramente, no me fascinaba, pero en aquel momento, hace treinta y tres años [década de los setenta], era muy difícil para una mujer entrar en esta profesión, el cine, si no estabas en el departamento de maquillaje, de vestuario o eras secretaria de producción. No había ayudantes de producción, sólo secretarias; no había auxiliares ni chicas regidoras. Las mujeres sólo podían ser peluqueras, maquilladoras, vestir a las estrellas o ser scrip. En el resto de departamentos no había mujeres. Era impensable. De este modo, Esther García se inició en el departamento de producción como secretaria con la película Pim, pam, pum… fuego, de Pedro Olea; repitió papel en la serie de TVE Curro Jiménez y luego empezó a trabajar, sucesivamente, con otras muchas productoras Curro Jiménez y luego empezó a trabajar, sucesivamente, con otras muchas productoras Curro Jiménez como auxiliar de producción, ayudante de producción, jefa de producción… escalando en diferentes puestos hasta llegar, en esta última etapa profesional, a la dirección de producción en El Deseo, junto a los hermanos Almodóvar. Esther García cumple dos premisas como profesional y como persona. La primera tiene que ver con la afi rmación de una gran y mítica actriz francesa, Catherine Deneuve: "La vida
Reseña. Mujeres y cine en América Latina
El libro Mujeres y cine en América latina, que coordina la investigadora Patricia Torres San Martín, es una notable reunión de las reflexiones, textos críticos, testimonios, discusiones, que se produjeron hace dos años en Guadalajara, en el marco de la XVII Muestra de Cine Mexicano, durante el llamado Encuentro de Mujeres y Cine en América Latina, entre directoras de cine, productoras, guionistas, historiadoras e investigadores, con una buena participación del público. Para quienes no asistimos a dicho encuentro, este libro es una grata oportunidad de incursionar en tres décadas de quehacer fílmico latinoamericano y valorar, en la voz de sus propias protagonistas, la importancia de la contribución femenina, su originalidad, su diversidad temática, y algo jamás contemplado al hablar de cineastas masculinos, las diversas estrategias que les permiten conciliar, a veces arduamente, el trabajo creador y la responsabilidad doméstica.
Paulina Bettendorf y Agustina Pérez Rial son las editoras de Tránsitos de la mirada- Mujeres que hacen cine, un libro que recopila ensayos sobre la producción cinematográfica realizada por mujeres en Argentina. En esta entrevista explican por qué decidieron hacer este libro, los grandes obstáculos que encontraron para hallar material que diera cuenta de las directoras existentes y cómo el cine se abrió a las mujeres en nuestro país sobre todo a partir de la década del ’90 con el surgimiento de las escuelas de la disciplina.
La inclusión de la mujer en los roles técnicos en la producción del cine latinoamericano
La inclusión de la mujer en los roles técnicos en la producción del cine latinoamericano, 2020
¿Desde cuándo hay mujeres haciendo cine? ¿Por qué es importante fomentar la inclusión y participación de mujeres e identidades no cisgénero en la industria audiovisual? ¿Qué medidas se han tomado al respecto? Estas preguntas fueron los ejes que guiaron este trabajo, que busca recuperar a las mujeres detrás de cámara, más allá de los roles de dirección y producción y los históricamente feminizados: guionistas, camarógrafas, sonidistas, editoras, directoras de fotografía, eléctricas, grips. Una búsqueda de nombres, historia y de lucha por la región Latinoamericana, una deuda aún pendiente que es retomada por los colectivos de mujeres, personas trans, travestis y no binaries en los últimos años.