Duelos Research Papers - Academia.edu (original) (raw)
Ante la ocurrencia de desastres naturales, atentados terroristas e incidentes críticos que impliquen riesgo vital, es factible encontrarse preparado para atender rápidamente el " trauma físico ". Usualmente no hay demora para buscar o... more
Ante la ocurrencia de desastres naturales, atentados terroristas e incidentes críticos que impliquen riesgo vital, es factible encontrarse preparado para atender rápidamente el " trauma físico ". Usualmente no hay demora para buscar o prestar ayuda especializada y el personal de servicios provenientes de Cruz Roja o policía, que atienden emergencias, no esperan para trasladar a alguien al hospital, después de que los primeros auxilios fueron prestados en el lugar del incidente. Lamentablemente, en la mayoría de ocasiones se ignora el " trauma invisible " que tiende a producir profundas heridas psíquicas y emocionales, y que afecta e, incluso, cambia a algunas personas para siempre. Ese trauma psicológico es denominado estrés traumático y exige que se implemente una atención que involucre un esquema de manejo comprensivo del estrés traumático o, acudiendo a lo propuestos en otros espacios, un proceso de " reanimación psicológica ". Con base en la experiencia adquirida en la participación en tragedias masivas, como el accidente del vuelo de la aerolínea Lamia, el pasado mes de diciembre de 2016, en el cual acudimos como parte del Equipo Voluntario de Atención de Emergencias Aéreas constituido por el Colegio Colombiano de Psicólogos – AVIANCA, evento en el que pudimos realizar apoyo en crisis por el fallecimiento de miembros de la tripulación y del equipo de futbol Chapecoense, en las cercanías de Medellín, Colombia, en este escrito podemos compartir aspectos básicos para acercarnos a las personas que sufren. En este escenario de tragedia masiva, pudimos hacer acompañamiento a las familias desde su llegada al aeropuerto, el reconocimiento y proceso de preparación de los cuerpos de los fallecidos para la repatriación y los actos pertinentes para el retorno con las familias para sus exequias. El estrés traumático, conforme a lo planteado por Lerner y Shelton (en Kuper, 2006) es experimentado por personas sobrevivientes de desastres y catástrofes, pero, además, es experimentado por todos los que enfrentan en su vida cotidiana " tragedias personales " como el diagnóstico de una enfermedad crónica o terminal o la muerte de un ser querido. Aunque la severidad del suceso puede tomarse como uno de los predictores más importantes de la posibilidad de que una persona pueda experimentar estrés traumático, es clave reconocer que cualquier evento (repentino o no) que se experimente como potencial generador de daño puede ocasionar estrés traumático. A este elemento hay que sumarle, además, otros factores como la historia previa de pérdidas, la manera como fueron vivenciadas, las exposiciones a eventos traumáticos en otros momentos, las características de personalidad, la salud mental al momento del suceso, la percepción de apoyo y el locus de control, entre otros. Los protocolos tradicionales de respuesta a situaciones críticas suelen determinar las acciones que deben realizarse para cambiar las condiciones inmediatas en que quedan inmersas las personas en el momento del evento. Sin embargo, en el abordaje de las necesidades psicológicas de los individuos que se han visto expuestos a eventos traumáticos, el asunto, conforme a la experiencia, no consiste en intentar cambiar las condiciones