Franco Berardi (Bifo) Research Papers (original) (raw)

Estas son palabras sobre palabras. Palabras escritas sobre palabras que primero fueron dichas, luego fueron escritas, después fueron traducidas, luego corregidas, leídas más tarde. La legitimidad de estos sonidos y de aquellos que operan... more

Estas son palabras sobre palabras. Palabras escritas sobre palabras que primero fueron dichas, luego fueron escritas, después fueron traducidas, luego corregidas, leídas más tarde. La legitimidad de estos sonidos y de aquellos que operan como su excusa (un libro, un pedido, un deseo) es dudosa. Si se escriben estas palabras es porque se sueña con poder hacer eco de una vibración, poder ecar, se sueña con que los dispositivos que nos hacen hablar no lo aplanen todo. Esta vez se escribe para poder hacer lugar a cierta vacilación, a cierta ambigüedad, a cierta inquietud, a cierto resplandor. Dónde es el acá de eso que llamamos Oury Jean Oury es una voz que habla de personas muy próximas que sufren, descarriladas, disociadas, en espera permanente, personas en sufrimiento. Lo colectivo es un libro donde algo (no Oury, sino algo) se pregunta qué es necesario para recibir y permanecer con quienes sufren, un espacio donde se dice gentileza, amabilidad, movimiento de los cuerpos, tanto como se dice institución, ministerio, habitación. Desde este tiempo propio, leemos Lo colectivo como una interpelación sobre el encuentro. Que esta pregunta exista, que se nos formule así esta pregunta, está indicando que el encuentro ya no es obvio (más allá de si realmente lo fue en algún momento). La política, la erótica, la ética, esas modulaciones del encuentro ya no son obvias. Será que estamos en la intemperie. Suena Tiqqun: dónde están las palabras, la casa, los antepasados, dónde los amores, dónde las amigas. No existen, mi niña. Hay que construirlo todo. Tenés que construir la lengua que habitarás, construir la casa donde no vivas sola, y encontrar las antepasadas que te hagan más libre. Y tenés que construir la educación sentimental con la que amarás de nuevo. Y todo esto lo edificarás sobre la hostilidad general. Ese es el punto donde comienza eso a lo que llamamos Oury y eso a lo que llamamos colectivo. Hay una exhortación permanente a nuestros cuerpos para que lo puedan todo, para consumirlo todo, para ser consumidos, para que puedan intercambiarlo todo y ser intercambiados, para que sean fuertes, deseantes, felices. Ahí es donde no saber lo que puede un cuerpo, se hace mantra, cliché de intercambio en el mercado de la carne, en el mercado afectivo digital. Y cuando Spinoza se hace mantra adquiere un tono hasta entonces insospechado: hay que saber lo que puede ese cuerpo. Hay que explorar qué se puede, hasta dónde, hay que hacer de la potencia un motor del consumo cibernético. El poder nos está mandando a experimentar. Oury está ante el dolor de los demás, donde los cuerpos no pueden, sin metáforas. Está ante ese dolor, contra ese dolor, decidido a hacer algo con ese dolor, con ese dolor a 1 Este texto fue escrito originalmente para la presentación del texto Lo colectivo de Jean Oury en Buenos Aires (marzo de 2019) y luego, con mínimas modificaciones se incluyó en la publicación HOJA DE CONTACTO, nro 2, ciudad de Córdoba, 2019.