HISTORIA ARGENTINA SIGLO XIX Research Papers (original) (raw)

Trabajo expuesto y publicado en las Jornadas “El Bicentenario y los aportes del conocimiento histórico”, Maestría en Historia, Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Universidad Nacional de San Juan, 2011. p. 169 Resumen: Desde... more

Trabajo expuesto y publicado en las Jornadas “El Bicentenario y los aportes del conocimiento histórico”, Maestría en Historia, Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Universidad Nacional de San Juan, 2011. p. 169
Resumen: Desde que el hombre existe como tal, ha sido y es creador de cultura. Todo lo hecho por el hombre es cultura y, por lo tanto, también lo son todas las representaciones simbólicas creadas por una sociedad; como es el Arte en sus múltiples manifestaciones. De allí, la importancia que tiene determinar las influencias recíprocas ejercidas por la sociedad sobre las expresiones del Arte y viceversa, buscando explicar cuáles son las profundas motivaciones que permiten a una comunidad generar manifestaciones artísticas de características propias.
Se abre así el interés por abordar un período de la historia contemporánea muy rico en expresiones artísticas, como lo fue la Belle Epoque (en París, 1870-1914; y en Buenos Aires, 1880-1930), que se caracterizó, entre otros rasgos, por el desarrollo de una importante actividad cultural. De esta manera, y partiendo de los postulados propuestos por la “Nueva Historia Cultural” (que intenta explicar los sucesos históricos a partir del análisis de las obras originadas por una sociedad, que manifiesten su visión del mundo propia y distintiva), es que la Belle Epoque se nos presenta en dimensiones desconocidas hasta el momento, al tratar nuevos aspectos como son las expresiones artísticas, especialmente en lo que se refiere a la Danza y el Ballet, que pueden dar más luz sobre la mentalidad de una época.
Efectivamente, fue durante la Belle Epoque que en la Danza, encontraron expresión aquellas manifestaciones más populares, como el Can-can francés y el Tango argentino. El Ballet, por su parte, fue la gran atracción del París de la Belle Epoque, gracias a las representaciones de los Ballets Russes, en cuyas obras se manifestó todo el espíritu frívolo y disipado del período. De igual manera, en Buenos Aires, fue el Teatro Colón el símbolo de una época y de una clase social; reflejo de la admiración que la clase dirigente (y en especial el Presidente Marcelo Torcuato de Alvear), profesaba hacia Francia y, en particular a París, como modelo cultural a imitar.
Así, se puede afirmar que las características de la Belle Epoque, se manifestaron a través del Arte de múltiples maneras: a veces como respuesta, y otras como crítica a una sociedad que no tomaba conciencia frente a una realidad que mostraba sus falencias en los reclamos obreros y en los conflictos políticos que, en Europa, desembocarían en la Primera Guerra Mundial y, en la Argentina, en el Golpe de Estado de 1930.