Literatura Medieval Research Papers - Academia.edu (original) (raw)

Como la Edad Media se caracteriza por sus esquemas binarios que determinan la perspectiva del hombre sobre el mundo, la visión de la muerte no es ajena a esta concepción. Lo alto y lo bajo, el alma y el cuerpo, la luz y la oscuridad, la... more

Como la Edad Media se caracteriza por sus esquemas binarios que determinan la perspectiva del hombre sobre el mundo, la visión de la muerte no es ajena a esta concepción. Lo alto y lo bajo, el alma y el cuerpo, la luz y la oscuridad, la salvación y la perdición, la religión y la superstición, lo sagrado de la Iglesia y lo profano de la risa coexisten en un mismo espacio. Así, conviven dos actitudes contrapuestas con respecto a la muerte. La primera, vinculada con ideales de vida de la nobleza, hace hincapié en la fama como pervivencia en la suntuosidad y magnificencia de sepulcros y rituales fúnebres. La segunda, procedente de ambientes eclesiásticos, destaca la vanitas, la futilidad de los placeres mundanos y la corrupción inherente a todo lo material y se complace en lo macabro. La primera no es en absoluto igualitaria, sino que hace propicia la ocasión para mostrar el status social del difunto. La segunda destaca la universalidad y poder igualatorio que acaba con las diferencias sociales.
Género discutido y debatido sin conclusiones unánimes, las Danzas de la muerte son llevadas al arte cinematográfico en reiteradas oportunidades y con ejemplos tan dispares como El cadáver de la novia (Gran Bretaña, Tim Burton, 2005), ¿Conoces a Joe Black? (EEUU, Martin Brest, 1998), El sentido de la vida (Gran Bretaña, Terry Gilliam, 1983), La máscara de la muerte roja (Gran Bretaña, Roger Corman, 1964), El séptimo sello (Bergman, 1957), La noche de los muertos vivos (EEUU, George Romero, 1968 y sus secuelas), La muerte le sienta bien (EEUU, Robert Zemeckis, 1992), Northfork (EEUU, Michael Polish, 2003).