Literatura Uruguaya Research Papers - Academia.edu (original) (raw)

La Revolución rusa de 1917, el acontecimiento que abriría el siglo XX, no sólo tuvo como uno de sus protagonistas clave al parti-do leninista, sino que además inauguró una política comunista apoyada en dos pilares fundamentales: el... more

La Revolución rusa de 1917, el acontecimiento que abriría el siglo XX, no sólo tuvo como uno de sus protagonistas clave al parti-do leninista, sino que además inauguró una política comunista apoyada en dos pilares fundamentales: el intelectual profesio-nalizado, entendido como modelo de cuadro revolucionario, y el aparato de prensa, entendido como organizador colectivo. En cuanto a éste, el comunismo construyó un gran sistema de pro-ducción y difusión de libros, revistas y folletos, orientado a que sus militantes y adherentes encontraran el sustento histórico y el fundamento teórico auténticos. Así, si la historia del movimiento comunista es-como ha subrayado Alain Badiou-la historia de una hipótesis política jalonada por desvíos, rupturas y crisis, uno de los ángulos privilegiados para analizar esos jalones es la cir-culación de sus materiales impresos. Materiales que no sólo refle-jan las crisis del movimiento, sino también muchas de las prácti-cas burocráticas que tiñeron al comunismo durante el siglo XX. 1 Entre las crisis que recorren a la experiencia comunista, se desta-ca la producida a mediados de los sesenta cuando el grupo de comunistas chinos liderados por Mao Tse Tung desencadena un nuevo cisma en el movimiento comunista internacional. La acusa-ción que realizan los chinos a la Unión Soviética y a su Partido Comunista de volver al capitalismo y de practicar el "revisionismo" escinde la organización monolítica del sistema comunista. Y a dife-rencia de las anteriores, esta ruptura tendría una fuerza aconteci-mental capaz de inaugurar una segunda "secuencia" comunista, con la que se cerraría el ciclo iniciado por la secuencia leninista. 2 Reconociendo la importancia de ese cisma comunista, en las pági-nas que siguen nos centramos en el momento de recepción riopla-tense del maoísmo para analizar el modo en que, desde mediados de los años sesenta hasta el golpe de estado de 1976, la circulación de los materiales maoístas se fue integrando a la compleja forma-ción ideológica del activismo político y cultural argentino. Esos mate-riales se componen fundamentalmente de folletos, crónicas de via-je, revistas político-culturales, colecciones editoriales y periodismo militante, provenientes en un primer momento de figuras ligadas al Partido Comunista Argentino (PCA) y luego de figuras y agrupa-mientos culturales de la "nueva izquierda" rioplatense. 3 El primer proceso de circulación del maoísmo, que se inicia a fines de los años cuarenta y se interrumpe en 1976, puede dividirse en tres subperiodos. El primero estaría modelado por la estructura de prensa del PCA. Ya desde 1949 sus periódicos comentan las novedades culturales, políticas y económicas relativas a la cons-trucción del socialismo en China. A ello se suma la publicación de folletos y libros provenientes de militantes y "camaradas de ruta" que habían viajado a ese país. Esa recepción es más siste-mática en 1959, cuando en el marco de la celebración del décimo aniversario de la revolución china el PCA realiza una campaña nacional de difusión del comunismo chino. La campaña se advier-te en el semanario comunista La Hora, y tuvo sus momentos más relevantes en el número que la revista cultural del PCA, Cuadernos de Cultura, dedica a China 4 y en la publicación local-a cargo de la editorial Platina-de las Obras Escogidas de Mao Tse Tung, las que, si bien ya circulaban en la edición realizada por el Instituto de Lenguas Extranjeras de Pekín, eran muy difíciles de conseguir. Pero la difusión del maoísmo por parte del PCA tiene un quiebre 1 Horacio Tarcus, "La secta política. Ensayo acerca de la pervivencia de lo sagrado en la modernidad", en El Rodaballo n° 9, Buenos Aires, 1998-1999, pp. 22-33. 2 Alain Badiou, El siglo, Buenos Aires, Manantial, 2005. Si bien desde los ini-cios de la Revolución rusa el anarquismo y el trostkismo impugnaron el modelo monolítico del partido "marxista-leninista" impuesto por la direc-ción stalinista, ambas tendencias no tuvieron la fuerza para desprender y articular fracciones numerosas, en ese sentido no habrían sido capaces de producir una nueva secuencia. 3 Sobre la nueva izquierda, ver Cristina Tortti, "Protesta social y Nueva Izquierda durante el Gran Acuerdo Nacional", en Alfredo Pucciarelli (ed.), La primacía de la política. Lanusse, Perón y la Nueva Izquierda del GAN, Buenos Aires, EUDEBA, 1999. 4 Cuadernos de Cultura n° 42, Buenos Aires, julio-agosto de 1959. Entre los artículos del número se destaca el del director de la publicación, Héctor P. Agosti, quien acababa de volver de China. El maoísmo argentino entre 1963 y 1976 Libros, revistas y periódicos para una práctica política Adrián Celentano La realidad estaba ahí, denunciando la vanidad de los libros y sin embargo perfectamente seme-jante a lo que los libros dejaban esperar, a lo que las palabras hacían amar. Viajar, descubrir por uno mismo esa extrañeza reconocible, esa reverberación de la vida, enteramente opuesta y per-fectamente igual a las palabras del libro fue quizás, antes de que se analizara la opresión o el sen-tido del deber hacia los oprimidos, el meollo de la experiencia política de nuestra generación. Jacques Rancière, Breves viajes al país del pueblo Políticas de la Memoria n° 14 | verano 2013/2014 | pp. 151-165