Nile River Basin Research Papers (original) (raw)

Egipto. Su sola mención evoca misterios, leyendas, gestas y grandeza. La tierra del Nilo ha fascinado a la humanidad durante milenios. Acontecimientos como la Guerra de Troya, el nacimiento de Roma o las hazañas de Alejandro Magno forman... more

Egipto. Su sola mención evoca misterios, leyendas, gestas y grandeza. La tierra del Nilo ha fascinado a la humanidad durante milenios. Acontecimientos como la Guerra de Troya, el nacimiento de Roma o las hazañas de Alejandro Magno forman parte de la Historia Antigua aunque, incluso en aquellos remotos tiempos, los orígenes de la cultura egipcia quedaban tan lejanos que ya nadie los recordaba. Se habían perdido más allá de la memoria. Durante cientos de años, la humanidad se olvidó de la civilización egipcia, nadie quedaba ya capaz de desentrañar los secretos de la escritura jeroglífica. Sin embargo,en los últimos dos siglos la atracción por las Dos Tierras resurgió en la imaginación del mundo contemporáneo con una fuerza inusitada. Las grandes pirámides, la creencia en el Más Allá a través de dioses semejantes por igual en su aspecto a humanos y animales, lujosas tumbas que albergaban tesoros incalculables y cuerpos momificados de personajes olvidados, tierra de poderosos reyes y faraones que lucharon contra un medio hostil y derrotaron a sus enemigos.
Aquellos tiempos quedaron sepultados por las arenas del desierto, unas arenas que solo se permiten dejar escapar una mínima parte de su presa, mientras ocultan el resto de la curiosidad humana. Muchos de sus secretos siguen allí, preservados por un clima que favorece su conservación durante milenios, esperando el momento de resurgir. Los albores de la Historia egipcia siempre han permanecido esquivos tras un velo de oscuridad, envueltos en mitos sobre épocas casi tan antiguas como la propia humanidad donde dioses y humanos convivían. Desde los comienzos del siglo XIX aficionados y arqueólogos mezclaron ilusión, tesón, esfuerzo y suerte a partes iguales para tratar de averiguar cómo empezó todo. Viajeros de todo el mundo recorrieron sus desolados desiertos tratando de arrancarle a la arena la respuesta a sus enigmas mejor guardados pero, aun así, aun hoy, apenas podemos asomarnos a tan inmemorial época.
Durante mucho tiempo se creyó que el Egipto faraónico comenzaba con las antiguas mastabas, las grandes pirámides de Guiza, la tumba escalonada de Zoser o las innovaciones del arquitecto Imhotep. Nada más lejos de la realidad. Antes de las pirámides, antes de que los egipcios comenzaran a esculpir la piedra, antes de los primeros faraones existió una época en la que todo comenzó. Una época donde se fundaron ciudades como Abydos, Buto, Hieracómpolis o Naqada. Una época en la que los seres humanos comenzaron su eterna relación con el Nilo. Una época donde los primeros reyes aparecieron, alcanzaron su posición por encima del resto, rivalizaron en la creación de la escritura con los sumerios, domaron las aguas de la vida, lucharon… y vencieron.
Fue en esa época llena de misterios y leyendas, donde una figura ha escapado a la niebla del olvido agitando nuestra imaginación por encima de las demás. Esa figura es el rey Escorpión. Los seres humanos tendemos a dejarnos llevar por lo desconocido, a disfrutar con historias de tiempos remotos y hazañas sin igual, necesitamos disfrutar de esos relatos y, si las sombras ocultan más hechos que los que una tenue luz nos revela, los llenamos con fantasías y sueños que terminan mezclándose con la realidad hasta apenas reconocer la verdadera historia. Aún hoy, estamos lejos de descubrir la historia del rey Escorpión, lejos de desentrañar su vida, logros y aventuras. Las arenas del desierto apenas han querido desprenderse de las pistas que atesora desde hace más de 5.000 años como si de uno de sus más queridos hijos se tratara. No sabemos con certeza donde nació o murió, dónde fue enterrado, cuáles fueron las hazañas que protagonizó ni cómo llegó al trono. Ni siquiera sabemos si existió más de un “rey Escorpión”. La suma de los descubrimientos arqueológicos, unida a los escasos datos que se conservan en las fuentes clásicas apenas han permitido conocer algunas pistas extrañas y dispersas que forman parte de un puzle del que solo tenemos unas pocas piezas que aún no sabemos colocar con seguridad. Pareciera que esta figura no quisiera despertar de su sueño, que quisiera permanecer entre las leyendas para seguir despertando la imaginación del mundo cinco mil años después de su muerte.
En esta obra trataremos de mostrar algunos de esos secretos que envolvieron su vida, de mostrar esas “piezas” descubiertas a lo largo de dos siglos para intentar acercarnos a su vida. Veremos cómo se originó el Egipto anterior a los faraones, cómo el Nilo dio vida a una de las más grandes civilizaciones de la Historia, cómo los primeros reyes sentaron las bases que hicieron todo ello posible. Trataremos, sobre todo, de esa figura que vive entre el mito y la realidad, el rey Escorpión. Un hombre que pudo haber gobernado Egipto, cuyos misterios alentaron la creación de largometrajes, el impulsor de la creación de la escritura y que, aun hoy, sigue fascinandonos como parte de una época casi desconocida. Una época que acumulaba más de tres milenios de historia ya en el momento en que su última reina, Cleopatra VII, vivió y murió.
Como si de una tarea detectivesca se tratara, las pistas y pruebas serán expuestas de la manera más objetiva posible. Serán ustedes, quienes tienen esta obra en sus manos, los que viajaran a un Egipto más allá de las pirámides, conocerán el inicio de esta gran civilización en una época ya olvidada entre los micénicos, los troyanos, los griegos clásicos o los romanos republicanos, quienes deban extraer sus propias conclusiones. Serán quienes podrán entender más allá del misterio o seguir creyendo en él.
¿Cómo empezó todo?