Paradigmas O Modelos Teoricos De La Educacion Research Papers (original) (raw)

Desde la perspectiva de la educación musical y la de generación de escuchas, ya sea clásica (culta) y/o popular, existe una tendencia esencialista que nos dice “la música es así y no puede ser de otra manera”, además de generar una... more

Desde la perspectiva de la educación musical y la de generación de escuchas, ya sea

clásica (culta) y/o popular, existe una tendencia esencialista que nos dice “la música

es así y no puede ser de otra manera”, además de generar una relación generalmente

pasiva hacia el fenómeno musical. Alrededor de esta perspectiva, la música adquiere

calificativos como “buena” o “mala”, “estética” o “no estética” y la “democratización”

que convierte una conjunción de fenómenos sonoros perceptibles (aparentemente por

el sentido del oído) lo que en realidad hace es dictar como se debe percibir/aceptar

intra e interpersonalmente una canción, género o fenómeno musical. No olvidemos

que aliado a este esquema de “democratización musical” están los medios de

comunicación y los contextos sociales, psicológicos, políticos y económicos,

costumbres, entornos geográficos y económicos que desde los círculos del poder, son

“modificados” con objetivos de sus propias agendas relacionados con la manutención

del poder.

La escucha, como muchos otros fenómenos, depende de “autoridades” musicales.

Críticos especializados, premios, records de ventas, likes en redes sociales y hasta

conteos de los 40 principales van permeando nuestra conciencia y que de paso nos

muestran modelos de vida, modelos estéticos y de belleza, que poco a poco inciden en

nuestra arquitectura cerebral.

La relación con la mecánica cuántica propuesta desde NEUROARTES, nos sugiere

que no hay posibilidad de una escucha pasiva, ya que la percepción incluye mucho

mas que el sentido del oído. También nos propone que no hay ideas prefijadas de

ningún tipo sobre cualquier fenómeno musical (ni artístico), por lo que no hay una

“obra” musical, sino una infinidad de ellas dependiendo de cada uno de los escuchas y

sus procesos de conciencia /percepción, pero como se mencionó anteriormente, esta

no es la forma en la que estudiantes de música ni escuchas o melómanos, se vinculan

con este arte.

Nuestro objetivo ha sido encontrar formas de relacionarnos con la música distintas a

las hegemónicas. Donde abordando el fenómeno musical como un lenguaje, nos da la

oportunidad de abrir la experiencia a una infinidad de potencialidades en el proceso

de ser observadas / experienciadas.

En una larga exploración y búsqueda de dinámicas de apreciación musical que

permiten abrir este paradigma cerrado (o dicho de otra forma, proponer un modelo

de apreciación mas abierto, en línea con las propuestas de Neuroartes) hemos

encontrado una vía que ha dado resultados positivos desde varias perspectivas.

Utilizamos un modelo hindú llamado Nava rasa (9 esencias), y se ha trabajado por 6

años con niños de 6 a 12 años (en escuelas primarias particulares en el DF), durante 6

meses en un programa de orquesta popular (con jóvenes de una secundaria pública en

DF) y se dio un taller en las I Jornadas de música y ceguera en Morelos (con músicos

ciegos y normo videntes). A partir de este modelo diseñamos una sencilla dinámica

con el objeto de reflexionar sobre el proceso de percepción, conciencia, imaginación, y

creación, co-creación y recreación de obras musicales a partir de la individualidad y la

colectividad.

Esta dinámica de escucha activa, en principio desborda el pensamiento cartesiano,

dualista. Propone desde este modelo (análogo a la percepción occidental de las

emociones), que una obra puede generar mas de una emoción (de hecho hasta las 9

propuestas) de forma simultánea. En segundo termino deja de manifiesto que cada

individuo desde su experiencia percibe una obra totalmente distinta a los demás;

dicho desde la perspectiva cuántica, cada individuo colapsa (y colapsaría en cada

instante distinto) una obra única e irrepetible. Finalmente nos devela como una obra

musical es abierta. Esto queda de manifiesto cuando cada participante se percibe y

reflexiona frente a una multiplicidad de experiencias individuales sobre la misma

obra, donde para ese momento, la obra no es mas que la suma de cada una de estas

experiencias individuales.