Roman Lusitania Research Papers - Academia.edu (original) (raw)

RESUMEN. Este trabajo analiza, desde el punto de vista histórico, el sustrato prerromano inmediatamente anterior a la conquista por Roma del extenso territorio que hoy conocemos como Extremadura. Éste no se corresponde con una unidad... more

RESUMEN. Este trabajo analiza, desde el punto de vista histórico, el sustrato prerromano inmediatamente anterior a la conquista por Roma del extenso territorio que hoy conocemos como Extremadura. Éste no se corresponde con una unidad igualmente definible en la Antigüedad, por lo que no debería tomarse como marco de estudio histórico para aquellas épocas, aunque ello se haga con tanta frecuencia.

Tras estudiar los contextos geográfico, climático y económico-productivo, a través de las pocas fuentes antiguas existentes sobre los diferentes pueblos que la ocupaban se emprende el análisis, por un lado, de los Vetones ("Vettones" serían “los más viejos”, según traducción de la autora) al norte, y, por otro, de los Célticos y los Túrdulos al sur (que se reparten, en el moderno sur extremeño, la vieja ‘regio’ llamada ‘Baeturia’, dedicados respectivamente a la minería del hierro, y a la de plomo y plata), así como el impacto sobre ellos de la conquista romana y sus posteriores latinización y romanización. Se reúnen, comentan y a veces puntualizan, las fuentes literarias útiles, junto a otros datos procedentes de la arqueología o de la epigrafía.

Para la autora es el año 185 a.C. el que marca el comienzo de la romanización definitiva de la Beturia, prácticamente medio siglo antes del que considera para la Extremadura norte, el 138 a.C. Esto, y un carácter más abierto de su economía, explicaría también en parte el apoyo posterior de la Beturia a Viriato, más tarde a Sertorio, y finalmente a César, teniendo en cuenta, por ejemplo, que durante las guerras civiles, los cesarianos de Urgavo "huían en masa a la Baeturia” (Bell. Hisp. 27.2). Por ello mismo no es extraño que cinco ciudades betúricas recibieran de César el apelativo de ‘municipium Iulium’, o que en esta época se estableciera por éste, en el más importante paso del río Ana (Guadiana), un probable 'praesidium' militar de nombre ‘Emerita’, que sería la base, ya bajo Augusto y entre los años 16 y 2 a.C., de una posterior ampliación, 'deductio' militar y estatuto colonial, ahora capitalino de la nueva provincia de Lusitania.

La conclusión (p. 173) es que la actual Extremadura en la antigüedad romana no funcionó como una unidad, y ni siquiera formó parte de una misma provincia. La facilidad de la Turdetania para la metamorfosis cultural acabó contagiando, como bien decía Polibio, por proximidad y por parentesco, a sus vecinos célticos. Al norte del Guadiana y del Tajo hubo pueblos que lucharon largamente por su propia identidad e independencia y que, aunque rodeados de soldados, colonias y presidios en los que a duras penas se fueron integrando, consiguieron mantener aún rasgos de sus ancestros. Excepto las colonias militares romanas (Metellinum, Norba, Emerita, en su territorio), todos sus núcleos urbanos, tanto los Vetones como los Túrdulos, hubieron de esperar al ius Latii de manos de los Flavios. Pero al SO del Guadiana todo fue distinto. Igual que asimilaron lo oriental, lo fenicio, lo meseteño y lo púnico, y siglos más tarde lo visigodo y lo árabe, así los Célticos integraron a Roma en su cultura. De ahí que en un muy reducido espacio obtuvieran cinco municipios de derecho romano, cuando toda Lusitania sólo contaba con Olisipo (Plin. NH IV, 117).

El trabajo se publicó en el marco de un volumen dedicado a recoger los textos de las conferencias pronunciadas durante un ciclo organizado por la Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura y el Vicerrectorado de Cultura de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con la Universidad de Extremadura, que abarcaban también las novedades de los últimos diez años de arqueología en la región (1985-1995).