10 de septiembre Día de la Cultura Mapuche en la Ciudad - Barriada (original) (raw)
Cada 10 de septiembre se celebra, en distintas partes de nuestro país, el Día de la Cultura Mapuche en homenaje a la gran artista y activista Aimé Painé. A través de la ley 5352/2015, la Ciudad de Buenos Aires adhierió a dicha celebración, gracias a un proyecto presentado por la legisladora María Rachid.
Instaurar un Día de la Cultura Mapuche en nuestra Ciudad es un modo de celebrar y reivindicar la diversidad cultural existente y de promover el respeto por los derechos de los pueblos indígenas. Todos los pueblos y comunidades contribuyen a la diversidad y riqueza de las civilizaciones y culturas, que constituyen el patrimonio común de la humanidad.
Olga Elisa Painé, popularmente conocida como Aimé Painé, nació el 23 de agosto de 1943 en Ingeniero Huergo, Río Negro. Las leyes racistas argentinas de aquel momento no permitían a los/as indígenas usar sus propios nombres. Con apenas 3 años de edad fue separada de su familia y, tiempo después, fue adoptada por un matrimonio de la Ciudad de Mar del Plata, donde pasó su infancia en un colegio de monjas, destacándose en el coro. Su madre y padre adoptivos/as, al ver el talento de Aimé, la enviaron a estudiar canto y música.
A los 29 años ingresó al Coro Polifónico Nacional en Buenos Aires. Aimé siempre tuvo plena conciencia de su origen, ella sabía que era indígena y decidió investigar sobre ello. Es así que abandonó el Coro luego de cantar allí muchos años, y emprendió un viaje de ida: el camino a sus raíces. Ese camino la llevó al sur de la Argentina, donde descubrió que era nieta de un gran Cacique Mapuche, el Ionco Painé (Ionco es el jefe social y religioso de una comunidad mapuche).
En ese momento decidió cambiar su nombre a Aimé Painé y utilizar todo su arte y su talento para conectarse con su cultura. Así comenzó a rescatar cantos tradicionales de su pueblo y recuperar los valores culturales de la comunidad mapuche. Aimé difundía la cultura mapuche, interpretaba sus canciones utilizando instrumentos tradicionales sagrados como la cascahuilla, el kultrum y el kull kull, entre otros.
Siempre vestida con trajes típicos indígenas, se convirtió en la primera cantora mapuche en rescatar y difundir la música de esa comunidad en todo el país. En ese increíble recorrido, Aimé se vinculó con otras comunidades y grupos indígenas, estaba con ellas e investigaba sobre su historia y su cultura.
En sus hermosas canciones, tocaba temas relacionados con la tierra y la relación de sus antepasados con la naturaleza; pero también en sus letras denunciaba la injusta situación de opresión, persecución y discriminación que sufría su comunidad, sobre todo vinculada a la desposesión histórica de sus tierras.
En el año 1987, viajó a Europa a representar a la comunidad mapuche en la Conferencia de Ginebra en el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas del Mundo y asistió a eventos culturales del Comité Exterior Mapuche, en Londres. Pero la comprometida voz de Aimé Painé era ignorada en su propio país. Ella nunca conseguiría grabar un disco.
Aimé Painé falleció, con tan sólo 44 años, el 10 de septiembre de 1987 en Paraguay, a causa de una hemorragia cerebral, mientras se encontraba grabando un programa para la televisión de Asunción. A pesar de la operación de urgencia y los esfuerzos médicos para salvarla, complicaciones post-operatorias le ocasionaron la muerte.
La artista y activista fue velada en Buenos Aires, donde concurrieron dirigentes indígenas, familiares, amistades y seguidores/as. Luego fue trasladada a su tierra natal, para darle sepultura de acuerdo a la tradición de su pueblo. Numerosas organizaciones indígenas y criollas fueron parte de la muchedumbre que quiso despedirse de esta gran luchadora mapuche.
Su partida enlutó a toda la comunidad mapuche. A pesar de su gran popularidad dentro de las comunidades indígenas, Aimé era ignorada por los grandes medios de comunicación y las grandes discográficas, que nunca accedieron a grabarle un disco. Pero sin embargo, Aimé Painé logró, con su increíble fuerza y su fuerte voz, trascender y ocupar un lugar muy importante en la cultura popular argentina.
Hoy día Aimé Painé es un ícono de la cultura indígena de nuestro país. Existen escuelas, bibliotecas, calles que llevan su nombre. En nuestra ciudad, una calle del barrio de Puerto Madero la nombra, asimismo una imagen suya integra el Salón de las Mujeres en la Casa Rosada desde el año 2009.
La Presidenta Cristina Fernández tomó la decisión de honrar, con la denominación de este espacio, a las grandes mujeres de la Patria como Eva Perón, Juana Azurduy, Lola Mora, Alfonsina Storni, las Madres de Plaza de Mayo, entre otras. Aimé Painé forma parte de estas grandes mujeres que hoy son recordadas y homenajeadas en la Casa Rosada, como las mujeres más importantes de nuestra historia. En el día de su inauguración la Presidenta destacó «la idea de crear, en el ámbito más emblemático del poder político de la Argentina, como lo es la Casa Rosada, un lugar permanente para las mujeres, un lugar que nos hemos ganado pero que todavía es muy resistido».
En el año 2011, se lanzó una biografía de Aimé Painé realizada por la escritora Cristina Rafanelli y que se llamó «Aimé Painé, la voz del pueblo mapuche«, sobre la cantante originaria que «murió antes de tiempo». El material fue editado tras dieciocho años de investigación.
Aimé repetía una y otra vez: «Nuestro Pueblo no ha muerto, aun existe y seguirá existiendo». Hoy podemos decir que Aimé Painé sigue existiendo, porque ha dejado un legado invaluable, de cultura y de lucha, de resistencia de un pueblo encarnada en su voz. Luchó incansablemente por difundir y defender los valores de su pueblo, un pueblo oprimido pero que jamás dejó de pelear por sus derechos. Y Aimé representaba esa lucha.
Y quedo grabada en la memoria de la comunidad mapuche de tal manera, que todos los 10 de septiembre, aniversario de su deceso, esta comunidad celebra el «Día de la Cultura Mapuche» y fue por ello que la ley aprobada en la Legislatura porteña instauró un día qupara recordar y homenajear a una enorme artista y luchadora mapuche como lo fue Aimé Painé. Pero ella es, como lo fue durante su corta pero comprometida vida, un vehículo para celebrar a la cultura mapuche, símbolo de la resistencia de los pueblos originarios de nuestro continente, culturas históricamente silenciadas y ocultadas.
Los pueblos indígenas han debido enfrentar históricas adversidades y han librado fuertes luchas por defender sus territorios y culturas ante la colonización, la imposición de culturas, la explotación laboral y de sus conocimientos ancestrales. Sobre todo fueron luchas libradas ante los Estados que ansiaban apoderarse de los recursos naturales que se hallan en sus territorios.
Fuente: Fundamentos del proyecto de la ley que instaura cada 10 de septiembre como Día de la Cultura Mapuche, presentado por María Rachid.