Las fiestas de Menorca, fieles a su origen (original) (raw)
El verano es época de fiestas, y en Menorca este concepto adquiere una relevancia especial por su singularidad y por el respeto a los orígenes. Las Fiestas, en Menorca, deben escribirse en mayúsculas.
El inicio del verano lo marca las fiestas de Sant Joan, las primeras del calendario estival, y las más excelsas. Se mantienen fieles a sus orígenes allá por el siglo XIV. Las fiestas con sus caballos y jinetes, son una presentación de la sociedad menorquina de la edad media, con sus estamentos (iglesia, nobleza, artesanos y payeses) y sus costumbres. Y en lo esencial, se han mantenido inalterables al paso de los siglos.
Las fiestas de la isla tienen un origen religioso y no podrían entenderse sin sus ingredientes característicos, entre los que destaca el caballo; noble animal (normalmente de raza menorquina) al que los cavallers y caixers hacen saltar al son de la música característica del jaleo, una pieza musical grabada en la mente de todos los amantes de las fiestas.
El calendario se inicia en Ciutadella con Sant Joan, y el tercer fin de semana de julio empieza un auténtico carrusel festivo por las localidades de la isla. Si tu visita coincide con alguna de ellas, no debes perdértelas.