Nicolai Hartmann, El ethos de la personalidad (original) (raw)
El ethos de
la personalidad
Der Ethos der Persönlichkeit
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo I, págs. 300-315.
(Segunda sesión plenaria, 2 de abril de 1949.)
1. Lo que es la personalidad puede decirse sólo en contraposición a la persona. Pues ambas cosas no son lo mismo. Todo hombre es persona: en esto todos son semejantes; el ser persona, en cuanto tal, es, por tanto, algo general, por más que las personas individuales difieran entre sí. En cambio, no todo hombre es personalidad. Personalidad es todo aquello del hombre que él solo posee, lo que no se repite en otros, lo que de una persona es irrepetible y único.
2. En todo esto se supone ya la noción de persona. Pero ¿qué es la persona? No es el sujeto ni el yo. Tampoco es la conciencia ni mucho menos la autoconciencia. Ciertamente, supone al sujeto cognoscente e igualmente a la conciencia espiritual con su objetividad y su distancia característica frente a las cosas del mundo en torno; pero es aún algo más: es el ser que mira hacia el futuro, el ser previsor que pone fines, el ser actuante que al actuar decide libremente, y que, al mismo tiempo, posee el sentido para el valor y el desvalor, el saber del bien y del mal, siendo él mismo susceptible de ser bueno o malo.
3. La persona es, asimismo, el ser abierto al mundo en virtud de su actividad; el ser que recibe impulsos del mundo circundante y que, a su vez, influye sobre él con la acción, transformándolo y modificando el curso de los acontecimientos. Al necesitar y utilizar las cosas, traza alrededor de ellas una esfera de pertenencia, la que, en cuanto esfera personal, es al mismo tiempo, la de su patrimonio, la del ámbito de su inmediato poderío e influencia. Reclama ser respetada en esta esfera, pues en ella puede ser también vulnerada.
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