José Vasconcelos, En honor de Enrique José Varona (original) (raw)

José Vasconcelos, En honor de Enrique José Varona | Mendoza 1949

La filosofía

como vocación y servicio
En honor de Enrique José Varona

Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo I, págs. 594-599.
(Sexta sesión plenaria, 8 de abril de 1949.)

Si fuésemos a juzgar a los pensadores representativos de las etapas formativas de la cultura americana con criterio académico de profesor de filosofía, nuestro dictamen se limitaría a señalar las influencias de Europa que en cada uno se manifiestan, como quien intentase formular un cuadro de aprovechamiento de escolares más o menos distinguidos. Y los extranjeros ante proeza tan ingenua tendrían razón de sonreír. Pero si colocamos al filósofo americano en relación con su ambiente y el poder que su voluntad ilustrada tuvo para modificar, mejorar ese ambiente, nos encontramos entonces con un tipo de filósofo venerable y fecundo que se parece más al sabio de la antigüedad que al moderno erudito y técnico de la problemática metafísica. Al primer tipo, de intelectual vivo y activo pertenece nuestro Enrique José Varona.
Afortunadamente, en nuestros pueblos, el filósofo ha sido, por lo menos en la etapa heroica de nuestra formación nacional, un héroe de la idea; un creador de cultura. Y no es que haya actuado en sociedades rudimentarias, ni porque haya sido improvisado autodidacta. No es primitiva una sociedad como la hispanoamericana de la época de la emancipación, que disfrutó durante varias centurias los beneficios incalculables de la educación tomista impartida en Liceos y Universidades, de México a Lima y más tarde a Buenos Aires y Córdoba. Sólo la mala fe científica o seudocientífica puede afirmar que fueron estériles los siglos de la dominación española que hoy, al contrario, parecen gloriosos para todo el que es legítimo heredero de las verdades eternas; siglos que plasmaron el alma hispanoamericana, merced al proselitismo encendido de frailes filósofos, que lo mismo enseñaban las artes manuales que la metafísica medieval; metafísica tan completa, tan superior a tantas metafísicas hoy en boga y que ni siquiera cuentan con la justificación de su época, puesto que, deliberadamente, se desarrollan, como por ejemplo la fenomenología, a espaldas de la rica experiencia de nuestra edad, la experiencia científica, que según confesión propia es puesta, con toda la realidad..., "entre paréntesis".

Facsímil del original impreso de esta parte en formato pdf