Horacio Schindler, Filosofía y lógica simbólica (original) (raw)
Filosofía y lógica simbólica
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo II, págs. 1233-1236.
(Sesiones: IV. Lógica y Gnoseología.)
A partir de 1847, año en que se publica la monografía de Boole sobre The mathematical Analysis of Logic y la Formal Logic de De Morgan, la lógica adquiere un ropaje nuevo: se generaliza el empleo de símbolos para designar, no sólo términos o proposiciones, sino también relaciones formales. Esto permite esquematizar largos y complejos razonamientos en rigurosas fórmulas de tipo algebraico. No por ello ha cambiado el objeto de la vieja ciencia, pero se confía en que el uso del nuevo método ha de ampliar su ya dilatado campo. Se espera que, así como en el siglo XVII la introducción del simbolismo algebraico señaló una verdadera revolución en las matemáticas, la utilización de símbolos análogos ha de convertir a la lógica en ciencia exacta.
De hecho, para Boole, la lógica sólo se transformó en un capítulo de las matemáticas. Recién a fines del siglo pasado Peano y Frege difundieron la convicción de que la relación entre ambas disciplinas era precisamente la inversa: la lógica simbólica proporciona las nociones indispensables para fundar las matemáticas. En 1911 esta idea se concreta en la gran obra de Whitehead y Russell, los Principia Mathematica, en la cual los cálculos lógicos toman por base ideas primitivas y axiomas que permiten formalizar no sólo a la lógica, sino también a todo el conjunto de las matemáticas.
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