Luis Farré, Persona humana y axiología (original) (raw)
Persona humana y axiología
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo II, págs. 1287-1292.
(Sesiones: V. Axiología y Ética.)
Si seguimos el concepto de persona casi desde sus orígenes nos será fácil advertir que implica obligación y dignidad. En el uso rudimentario y primitivo de la palabra hipóstasis, que los Padres Latinos traducirán por persona, se nota ya este aspecto dignificativo. Advertimos desde ya que, a pesar de cierta sutil diferencia que reconoce Santo Tomás entre los dos conceptos de hipóstasis y persona, se trata de expresiones de significado tan similar, por no decir idéntico, que se hace imprescindible tener en cuenta la evolución de una de ellas, cuando se aspira a desentrañar la especial importancia o sentido de la otra. Para comprender a los escolásticos, hay que remontarse a Aristóteles. Para el Estagirita es la racionalidad lo que individualiza al hombre. A las plantas y animales no se les puede conceptuar sino genéricamente; pero a los seres humanos, a causa de su facultad racional, no basta con conceptuarlos genéricamente como hombres, sino como tal o cual individuo, un compuesto, sinolon, en el cual la materia no es materia en general, sino una «materia próxima» esjate hule, para una forma próxima. Sócrates y Corisco, por ejemplo, quedan así individualizados, personificados, responsabilizados.
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