Carlota T. de Mathaus, Lo bello y el sentido de la existencia en la filosofía de Federico Nietzsche (original) (raw)
Lo bello y el sentido de la existencia en la filosofía de Federico Nietzsche
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo III, págs. 1518-1523.
(Sesiones: VII. Estética.)
Inicia Nietzsche el planteo en El origen de la tragedia con un enfoque significativo, ya que eslabona tres términos: vida, belleza, saber. Hace girar en su concepción primigenia lo bello a la vera de la vida y proyecta, como sombra lúgubre sobre la misma, a la verdad. Este nudo evolucionará a través de sus obras y cada uno de estos términos pasará a ocupar la posición de privilegio y volverá a ser desplazado. El reordenamiento y la reestructuración no afectarán la trabazón íntima que señalara desde el primer momento entre lo bello y la vida.
No entra a analizar qué es lo bello en sí, sino qué sentido, intención, finalidad tiene, ya que jamás concibe lo bello desvinculado de la existencia del ser humano. Discípulo de Schopenhauer, cuya sobreestima del arte comparte, no comparte su negación de la vida. El origen de la tragedia se basa en la sabiduría del Sileno: más valdría al hombre no haber nacido. La realidad es dolor, su conocimiento haría imposible la vida. La ansiedad de vivir se sirve de la ilusión para retener al hombre en la vida. Lo bello procede de una potencia natural, no es sino un ardid del instinto que mediante imágenes sedvictoras deleita al hombre, extendiendo una nube sobre la realidad que es fuente de dolor.
A la imagen bella le confiere de esta manera trascendental significación al colocarla, en virtud de su eficacia y de su imperiosa necesidad para la vida hmnana, encima del principio vital.
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