Victor García Hoz, Concepto cristiano de la escuela de la vida (original) (raw)
Concepto cristiano de la escuela de la vida
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo III, págs. 1802-1808.
(Sesiones: X. Filosofía de la educación.)
De todas las ideas ligadas a la de educación tal vez la más operante en la hora actual es la idea de la vida.
Quizás porque la vida se ha vuelto difícil aparezca con relieve especial la necesidad que el homhre tiene de ser preparado para ella. Si buscáramos razones amplias podríamos pensar que nuestra época, como todas las épocas de crisis, exige a cualquier tarea intelectual una intención soteriológica; y la educación, que pretende siempre salvar de alguna manera al hombre, se encuentra con que nuestros días le exigen duplicativamente una eficacia salvadora. En apoyo de esta razón podemos invocar el hecho de que aparece por primera vez formulada expresamente la necesidad de educar para la vida, en el pensamiento estoico, filosofía de época de crisis y con una preocupación primordialmente salvífica. Al final de una carta a Lucilio se queja Séneca de que aprendemos «no para la vida, sino para la escuela».
Y en los tiempos presentes, cuando las dificultades materiales del vivir se plantan frente al pensamiento y éste, quedándose en las puras manifestaciones sensibles de la vida, la concibe como una lucha por la existencia, vuelve a proclamarse el concepto de educación como una preparación para la vida; y la vida en su aspecto material y activo llena por completo el ambiente en el que se desenvuelve el movimiento de la escuela activa, influido en muy amplios sectores por la filosofía pragmatista. De Séneca a Dewey hay una gran distancia; pero tienen un punto de contacto en la cosmología materialista sobre la que reposan sus ideas.
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