Elisabeth Goguel de Labrousse, Descartes y la pedagogía (original) (raw)
Descartes y la pedagogía
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo III, págs. 1816-1825.
(Sesiones: X. Filosofía de la educación.)
Puede parecer extraño que un filósofo tan deseoso de difundir sus ideas como lo fue Descartes no haya expresado nunca ideas personales respecto de la pedagogía. Se dirige a los maestros —es notable la amabilidad que manifiesta para con los jesuítas— y se amolda a las usanzas de ellos, por ejemplo al redactar los Principios en forma de curso, con breves subdivisiones, mientras que espontáneamente su pensamiento se expresaba como una meditación continua.
Sin embargo, la doctrina cartesiana tenía como preliminar una crítica tan aguda del contenido de la enseñanza tradicional que se hubiera podido esperar que, en cambio, iba a ofrecer sugestiones nuevas respecto a la manera de enseñar. Pero en el Discurso todos los golpes apuntan a las materias de enseñanza, sin que Descartes formule siquiera una objeción al modo cómo se las enseñaba.
Acaso el silencio de Descartes es meramente casual: a su muerte prematura se debería el hecho de que no haya contribuido personalmente a la ola de protestas que se elevaban por doquier en contra de la manera tradicional de instruir a los niños; los jansenistas con sus petites écoles serían los herederos espirituales de Descartes y sus innovaciones pedagógicas, llenarían una laguna en la obra del filósofo.
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