Benito R. Raffo Magnasco, Bien común y política en la concepción filosófica de Santo Tomás de Aquino (original) (raw)
Bien común y política en la concepción filosófica de Santo Tomás de Aquino
Actas del Primer Congreso Nacional de Filosofía (Mendoza 1949), Universidad Nacional de Cuyo, Buenos Aires 1950, tomo III, págs. 2022-2032.
(Sesiones: XII. Historia de la filosofía.)
Santo Tomás, lo mismo que los antiguos escolásticos, llamaba «sujeto» de una ciencia a lo que hoy denominamos «objeto», vale decir, aquello que la ciencia trata o considera. Un ejemplo lo tenemos en la Filosofía Moral: «el sujeto de la Filosofía Moral —dice— es la operación humana ordenada al fin, o también, el hombre en cuanto obra voluntariamente por razón de un fin». En cambio, denominaba «objeto», al conjunto de las conclusiones que se atribuyen al sujeto de la ciencia, esto es, la consideración de los efectos de la causa necesaria y universal sobre la cual versa la ciencia, los cuales ponen de manifiesto a esta causa: causae notificantur per proprios effectus, id est, per posteriora.
Sin embargo, Sto. Tomás ha tratado también del «objeto» de la ciencia en el sentido de «objeto formal». No es extraña, por cierto, a él la distinción entre «objeto material» y «objeto formal» de un hábito, de una facultad, de una ciencia. El «objeto» (formal) es «aquéllo bajo cuya razón son referidas todas las cosas a la potencia o al hábito». El objeto material, o «sujeto» simplemente, aquello que se conoce o alcanza con la ciencia o la facultad.
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