Finalidad lógica | Filosofía (original) (raw)
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Primer modo fundamental de la idea de fin [118]. Cuando la composición resultante (en las estructuras de sistemas finalísticos resultantes de la “composición” entre el referente y el fin) no contiene al sujeto operatorio (cabría decir una composición “inmediata” respecto de la mediación específica de un sujeto operatorio, animal o humano), hablaremos de finalidad según el modo material o finalidad lógica. La idea de finalidad se aproxima ahora asombrosamente, otra vez, a la idea de destino [115], incluso de “sino” [112] de un proceso en marcha, cuyo término se supone ya predeterminado. Cuando logramos recomponer un jarrón, roto en pedazos, en todas sus piezas menos una, el conjunto de estas piezas con-forman el contorno de la pieza que falta; cuando tomamos esta pieza y la encajamos en el resto, decimos que ella está destinada a llenar el hueco, que se adapta a su contorno vacío, que se conforma a él; para el jarrón recompuesto, la pieza que falta es su fin, y no es propositivo, pues suponemos que las líneas de fractura se produjeron al azar. La finalidad atribuida a las alas del cuervo (“para volar”) carece también de todo significado propositivo: al batir sus alas, el cuervo vuela, obedeciendo a su sino, según una trayectoria de-finida; el nexo entre el referente (las alas del cuervo) y su fin (el vuelo del cuervo) es un nexo lógico inmediato (respecto de cualquier propositividad), inscrito en la misma estructura de las alas, cuyo concepto no se hubiera conformado al margen del vuelo del ave (el vuelo tiene, con las alas del cuervo, un nexo estructural en el plano procesual, del mismo orden que, en el plano configuracional, mantiene la cabeza del fémur de nuestro ejemplo anterior, con su acetábulo).
{BS11 10-11}