Antropología médica | Filosofía (original) (raw)
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Es la primera disciplina antropológica “categorial” [788] que se ha constituido como tal. El primer tratado sobre el hombre que conservamos es, en efecto, precisamente un escrito del círculo hipocrático atribuido a Pólibo, que comienza mostrando su voluntad categorial de referirse al hombre precisamente desde la perspectiva médica (“Para el que esté acostumbrado a escuchar a quienes hablan de la naturaleza humana más allá de cuanto ella guarda relación con la medicina, para ése no es útil oír este tratado”).
La Antropología médica va referida al hombre en tanto que es un cuerpo individual (es decir, no en tanto que es un miembro de un grupo social o político) y complejo (es decir, compuesto de partes formales y materiales [28] heterogéneas) susceptible de mantenerse en dos estados límites, a saber, como sano o enfermo. Para decirlo en forma gnoseológica y atendiéndonos al eje sintáctico [190]: los términos del campo categorial de la Antropología médica serían los individuos humanos corpóreos, enclasados según edades y sexos, en tanto son sistemas de partes heterogéneas (órganos, tejidos, miembros, etc.), lo que permitirá redefinir este campo como un campo de términos constituido por órganos, tejidos, miembros, etc., pertenecientes a sistemas individuales, enclasados según edades y sexos. Como relaciones categoriales y específicas de la Antropología médica podríamos tomar precisamente a los conceptos de salud y enfermedad que, en tanto son relaciones (limitadas por la muerte, límite que no afecta, por ejemplo, al “hombre” de la Teología), pueden determinar no solamente a las partes del individuo corpóreo humano, sino a regiones suyas, a los órganos o miembros sanos o enfermos, en su sentido total. En cuanto a las operaciones –y es el campo de la medicina el lugar en donde, por antonomasia, las operaciones son llamadas “quirúrgicas”– cabría decir, en general, que ellas son transformaciones (incluyendo los trasplantes de órganos), orientadas a pasar al cuerpo individual o a sus partes del estado enfermo a estado sano. La transformación inversa –a la que una y otra vez contempla con nostalgia aquella clase de médicos que resulta estar intersectada con la clase de los biólogos– está prohibida por la norma misma constitutiva de la clase médica en general [507-538].