Idea moderna (metafísica y objetiva) de cultura (original) (raw)
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Segunda modulación de la idea de cultura [401-403]. Sólo a partir del XVII aparecen usos gramaticales sustantivados del término “cultura”, refiriéndose a la idea objetiva de cultura en general, en el sentido que adquieren expresiones actuales como: “la cultura y el hombre”, “¿qué es la cultura?”, “historia de la cultura” y “filosofía de la cultura”. No es una mera acepción nueva que hubiera sido agregada a la idea antigua (cultura subjetiva); toma el nombre de ésta porque se apoya en ella aunque no derive exclusivamente de ella ni pueda entenderse como una mera ampliación interna suya. Es preciso comprender el proceso dialéctico que tiene lugar en la constitución de la idea de cultura, en sus dos modulaciones (subjetiva y objetiva). Hablamos de segunda modulación de la idea tal que, lejos de dejar inafectada a la acepción primera (que ha terminado siendo un concepto categorial-etológico), lo modifica de tal modo que lo transforma en una modulación secundaria, siempre que la idea de cultura la entendamos (según su modulación de “cultura morfodinámica”) como la esencial y la originaria, si no históricamente, sí desde el punto de vista sistemático (siempre que supongamos que la idea de cultura objetiva es la idea de cultura por antonomasia). De este modo, la acepción de cultura en sentido subjetual no tiene por qué considerarse originariamente en sí misma como una modulación de la idea de cultura. Es, más bien, un concepto categorial, etológico o psicológico; y, de hecho, ese término podría ser sustituido por otros tales como educación, adiestramiento, domesticación, condicionamiento, aprendizaje, etc. Si la acepción subjetual puede empezar a ser considerada como algo distinto del aprendizaje, de la domesticación o del condicionamiento, es en tanto que modulación de la idea de cultura establecida después de la idea de cultura objetiva, sin perjuicio de que la primitiva (históricamente hablando) acepción subjetiva haya desempeñado un papel decisivo en la propia constitución de la idea objetiva. La idea objetiva de cultura se conforma, en primer término, como idea de cultura sustancial (no accidental) como una idea metafísica. La idea de cultura objetiva, en cuanto idea metafísica, se incubó en la filosofía alemana, siendo Herder, en Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad (1784) su verdadero instaurador, sin que por ello podamos dejar de reconocer que Vico, Feijoo, Motesquieu, Voltaire, Mirabeau o Turgot habrían “pisado” ya el terreno de la nueva idea. Pero una cosa es haber pisado un nuevo territorio y otra recortar sus límites. Si Herder puede considerarse el instaurador de la idea de cultura es por la perspectiva histórica que adoptó, pues es en la historia como se desenvuelve la cultura según su propia sustancia, y la historia es supraindividual, suprasubjetiva. {MC 29, 47-48, 51-52, 57}