Miguel Moreno Martínez 1843-1888 (original) (raw)

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Médico español, obtuvo el grado de Doctor en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de España tras leer ante su Claustro el 31 de mayo de 1865, en el solemne acto de recibir la investidura, el discurso ¿Cuál es la educación física y moral de la mujer más conforme a los grandes destinos que la ha confiado la Providencia? (un texto de 6.693 palabras). Nacido en Jerez de la Frontera, hermano de Pedro Moreno, que fue canónigo y arcediano en Córdoba, había cursado la licenciatura a ocho leguas y media, en la Facultad de Medicina de Cádiz, institución establecida por el Plan Pidal de 1845 (art. 75: “Habrá Facultad de Medicina en Madrid, Barcelona, Santiago, Valencia y Cádiz, formando esta última parte de la Universidad de Sevilla”), el doctorado hubo de realizarlo necesariamente en la Universidad Central, siguiendo después como profesor de la Facultad de Medicina de Cádiz. Un año después su compañero Francisco Meléndez Herrera utilizó el mismo tema para su discurso doctoral.

Dedica su discurso doctoral de 1865 “Al Doctor D. Federico Benjumeda, catedrático de la Facultad de Medicina de Cádiz, en prueba de respeto y profunda gratitud. Su reconocido discípulo, Miguel Moreno y Martínez”. Federico Benjumeda Fernández (1815-1887) fue suegro suyo, puesto que Miguel Moreno matrimonió con Emilia Benjumeda Sánchez, que era también nieta de quien fue decano de la Facultad de Medicina de Cádiz desde su fundación hasta 1868, el prestigioso médico militar José Benjumeda Gens (1787-1870). En 1867 figura Miguel Moreno, por supuesto, entre los firmantes del patriótico escrito de adhesión a Isabel II suscrito por la Universidad de Sevilla:

1867 «Señora: La Universidad literaria de Sevilla se acerca reverente a las gradas del Trono para reiterar a su augusta Reina el homenaje de fidelidad, amor y respeto que le es debido por conciencia y por justicia. Tradicionales en la Metrópoli de Andalucía que en el escudo ostenta el emblema de su lealtad hacia el más sabio de nuestros Monarcas; fortificados en la Universidad por el ejemplo de los hijos ilustres que la han ennoblecido desde que fue fundada por los Reyes Católicos, de feliz recordación, y esculpidos en mármol por ella para perpetuar la memoria de la benevolencia con que V. M. se dignó condecorarla y favorecerla en la Regia visita de 1862, estos sentimientos que sobreviven a los siglos y al infortunio se excitan y conmueven con los agravios y ultrajes de la prensa extranjera contra nuestras venerandas instituciones y contra la excelsa Soberana que señala con nuevos beneficios los días de su reinado. Pero la Escuela sevillana, que siempre recuerda con la mayor gratitud los que ha recibido de su Reina, no olvidará tampoco las lecciones de la historia patria. Estudiándola y enseñándola, tiene grabado en su ánimo que, defendidos nuestros Príncipes por sus fieles y amados súbditos, emprendieron desde un ángulo de la Península y concluyeron con admirable suceso en las derribadas murallas de Granada la guerra terrible de ocho siglos, una de las más sangrientas y hazañosas que cuentan los anales de la Europa; que sacudido el odioso yugo agareno, nuestras vencedoras banderas ondearon en las torres de antiguas y florecientes ciudades de África, de Italia y de Alemania; que con las enseñas de Castilla apareció en el Nuevo Mundo la luz del Evangelio, ante la cual huyen la ignorancia y la barbarie, y que la unión dichosa de los españoles a sus Príncipes ha sido y será la causa del poder y de la grandeza verdadera. Estos hechos, Señora, viven en la memoria de todos los que nacimos en este suelo feliz, mayormente de los que tienen la honra de cultivar las Ciencias y las Letras y de trasmitirlos a la presente y futuras generaciones. En estos laboriosos pero tranquilos oficios la Universidad enlaza el recuerdo de nuestros triunfos y de nuestra constancia con el respeto a las leyes fundamentales de la Monarquía y con el eterno reconocimiento a la esclarecida Patrona de las Escuelas públicas, fomentadas por la maternal solicitud de V. M., a cuyo generoso espíritu desearía corresponder con estos débiles acentos. Dígnese V. M. admitirlos y de acoger benigna el homenaje de la muy reconocida y siempre fiel Universidad sevillana, que pida al Cielo dilate y prospere la vida de V. M. Sevilla 29 de Marzo de 1867. = Señora. = A L. R. P. de V. M. = Antonio Martín Villa, Rector.= José María de Álava, Vicerrector y Decano de la Facultad de Derecho.= León Carbonero y Sol, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras.= Francisco Mateos Gago, Presbítero, Decano de la Facultad de Sagrada Teología.= Ramón de Beas.= Fernando Santos de Castro.= Manuel de Bedmar.= Jacinto Díaz.= Jorge Díez.= José María de Torrejón.= Manuel Laraña.= Juan Campelo.= José Mateos Gago.= Tomás de la Fuente.= Francisco de B. Palomo.= José Diez de Tejada.= Juan Francisco Muñoz.= Clemente Ibarra.= José López Romero.= Saturnino Fernández de Velasco.= Antonio Colom y Osorio.= Francisco Murube y Galán.= Pascual Vincent.= Manuel de Campos y Oviedo.= Andrés Gutiérrez Laborda.= José María Rul.= José Fernández Espino.= Francisco Arboleja.= Antonio Casermejo.= Luis Escribano.= José María Millet.= Continúan en la Facultad de Medicina las firmas de la representación de la Universidad de Sevilla a S. M. renovando su homenaje de fidelidad, amor y respeto.= José Benjumeda.= Francisco Flores Arenas.= Imperial Iguinio.= Juan Ceballos.= Federico Benjumeda.= Antonio García de Villaescusa.= Ignacio García de la Mata.= Rafael Ameller Romero.= Manuel Losela Rodríguez.= Pascual T. Montaron.= Rafael Maremo y Gualter.= Federico Godoy y Mercader.= Juan Chape y Fernández.= Vicente Rubio y Díaz.= Juan B. Chape.= Francisco Meléndez Herrera.= Miguel Moreno y Martínez.= Juan José Cambas.= Manuel Ruiz Bustamante.= Manuel Gravina de los Reyes.= Manuel Benjumeda.= Cayetano de N. Jons.= Antonio de Gracia.= José Villaescusa.= Eugenio Rivera.= José Jiménez Perujo, Secretario general.» (Gaceta de Madrid, domingo 7 abril 1867, pág. 2.)

Tras “la Gloriosa” revolución de septiembre de 1868, el ministro de Fomento, Manuel Ruiz Zorrilla, decreta el 21 de octubre que “todos los españoles quedan autorizados para fundar establecimientos de enseñanza”, el 26 de diciembre autoriza a “crear cátedras de cualquier género en los establecimientos de la Nación”, &c. Miguel Moreno, junto con Juan José Cambas, médico nacido también en Jerez, y el gaditano Francisco Meléndez, organizan en Cádiz un establecimiento privado de enseñanza para formar practicantes y matronas que luego habrían de examinarse en la Facultad de Medicina, de la que también eran profesores.

«Juan José Cambas, junto al también jerezano Miguel Moreno Martínez y al gaditano Francisco Meléndez Herrera –los tres, a la sazón, profesores clínicos de la Facultad gaditana– establecieron en Cádiz la enseñanza libre para Practicantes y Matronas. Como es sabido, la libertad de enseñanza que tantas polémicas sucitó durante el “sexenio revolucionario”, recibió el golpe definitivo de manos del ministro Orovio, que acabó con ella. Pero, durante los seis años que estuvo en vigor fue aprovechada por Cambas, Meléndez y Moreno para formar Practicantes y Matronas que luego habían de revalidar sus estudios privados en la Facultad de Medicina.» (Francisco Herrera Rodríguez, “El médico jerezano Juan José Cambas Gallego (1833-1877)”, Revista de Historia de Jerez, n° 2, 1996, pág. 71.)

De 1870 a 1874 explica en la Facultad de Medicina de Cádiz la asignatura Historia crítica de la Medicina y nociones de Bibliografía, de forma gratuita, aunque en 1871 aspira a una gratificación: «que en virtud de no hallarse subvencionada estas cátedras con sueldo ni gratificación alguna y teniendo en cuenta, la circunstancia de percibir íntegro el Estado el importe de las matrículas y derechos correspondientes, a este grado académico, ha solicitado el exponente en distintas ocasiones […] que se le considere comprendido en la cláusula 3.ª de 20 de septiembre de 1869 y como tal se le señale la gratificación asignada en ella a los que desempeñen cátedras de esta índole. En tal supuesto: Suplica […] se le declare en derecho […] de la gratificación de 600 escudos anuales concediéndoles así mismo el abono de las cantidades que correspondan a contar desde la fecha en que tomó posesión de la mencionada cátedra» (A.G.A., “Instancia de don Miguel Moreno y Martínez, al Director General de Instrucción Pública”, Cádiz, 9 de febrero de 1871, legajo 5.990; citado por Guadalupe Trigueros Gordillo, La Universidad de Sevilla durante el Sexenio Revolucionario, Sevilla 1998, páginas 223-224).

1872 «En uno de los días de la semana pasada, el profesor clínico de la facultad de Cádiz, doctor don Miguel Moreno, ha practicado una operación a un enfermo del Hospital civil, la cual ha llamado la atención de un modo extraordinario a los amantes de la ciencia. Esta ha sido una talla hipogástrica que dio por resultado la extracción de un doble cálculo o piedra de más de cinco onzas de peso, que por su forma y volumen daba más dificultad a la operación. Sabemos que el operador ha sacado pruebas fotográficas del cálculo para regalarlas a sus compañeros.» (El Progreso, Jerez, 14 de julio de 1872, pág. 3.)

Ejerce muchos cursos como bibliotecario y secretario de la “Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Literaria de Sevilla en Cádiz”.

1877 «Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Literaria de Sevilla en Cádiz, Plaza Rey don Alfonso XII. Decano. Excmo. Sr. Dr. D. Francisco Flores Arenas. […] Profesores auxiliares. Sres. Dres. D. Miguel Moreno y Martínez, D. Benito Alcina y Rancé. […] Secretario y Bibliotecario. Sr. Dr. D. Miguel Moreno y Martínez. Profesores clínicos. Sres. Dres. D. Miguel Moreno y Martínez, D. Benito Alcina y Rancé, D. Enrique Moresco y Lavado.» (José Rosetty, Guía Oficial de Cádiz, año XXIII, Cádiz 1877, pág. 253.)

1878 «Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad Literaria de Sevilla en Cádiz, Plaza Rey don Alfonso XII. Decano. Excmo. Sr. Dr. D. Federico Benjumeda y Fernández. […] Profesores auxiliares. Sres. Dres. D. Miguel Moreno y Martínez, D. Benito Alcina y Rancé. […] Secretario y Bibliotecario. Sr. Dr. D. Miguel Moreno y Martínez. Profesores clínicos. Sres. Dres. D. Miguel Moreno y Martínez, D. Benito Alcina y Rancé, D. Enrique Moresco y Lavado.» (José Rosetty, Guía Oficial de Cádiz, año XXIV, Cádiz 1878, pág. 276.)

«Ha sido nombrado catedrático supernumerario de la Facultad de Medicina de esta ciudad, el Sr. Dr. don Miguel Moreno.» (El Guadalete, Jerez, 12 de junio de 1878.)

«Ayer se ha reunido el claustro de esta Facultad de Medicina, en sesión pública, para la toma de posesión de los catedráticos supernumerarios, señores don Miguel Moreno y don Benito Alsina.» (El Guadalete, Jerez, 18 de junio de 1878.)

1879 «Reunido el claustro de la Facultad de Medicina, el vice-secretario del mismo Sr. Rocafull dio lectura a la real orden, por medio de la cual se nombraba catedrático propietario de la clase de patología médica al doctor D. Miguel Moreno. El Excmo. señor Decano de esta Facultad dijo al Sr. Moreno podía tomar asiento en el claustro. En un breve pero elegante discurso dio las gracias a sus maestros los más y a todos los señores que componían aquel centro de instrucción, porque con sus consejos había llegado al puesto en que estaba orgulloso de encontrarse. El Sr. Benjumeda hizo una breve reseña de la carrera del Sr. Moreno, de la cual ha subido uno a uno sus peldaños, obteniendo por oposición los títulos que son necesarios en la Facultad de medicina, desde el de estudiante pensionado hasta el de que hoy ha tomado posesión. Volvemos a repetir lo que dijimos al saber su nombramiento: “El señor Moreno es uno de los hijos de esta Facultad que le dan honra”.» (El Guadalete, Jerez, 21 de noviembre de 1879.)

Se transforma en catedrático numerario de universidad, con antigüedad 19 de noviembre de 1879: ocupa el puesto 334 en el escalafón de 1882, el 320 en el escalafón de 1883, el 314 en el escalafón de 1884, &c. Y también ejerce la política, como su colega Francisco Meléndez.

1881 «Candidatura de concejales del partido liberal conservador. Barrio de San Francisco y San Carlos. D. Carlos Perea y Orive, D. José María Muñoz, D. Manuel Natera Fernández. Barrio de la Constitución. D. Fernando García de Arboleya, D. Agustín García Gutiérrez. Barrio de las Cortes. D. Pedro Ibáñez Pacheco, D. Ricardo González-Abreu, D. Luis Chorro. Barrio del Correo. D. Antonio Ruiz-Tagle, D. Antonio López Martínez. Barrio del Hércules. D. Miguel Moreno Martínez. Barrio de la Libertad. D. Eduardo J. Genovés, D. Francisco María de la Vega, D. Francisco Meléndez. Barrios del Hospicio y Palma. D. Benito García Quintana, D. José María Soulé. Barrio del Pópulo. D. Nicolás Fernández Cuarteroni, D. Ricardo Girón Severini. Barrios de la Merced y Extramuros. D. Santiago de la Torre.» (El Comercio, Cádiz, jueves, 28 de abril de 1881, pág. 1.)

1882 «Ministerio de Fomento. Reales Órdenes. Ilmo. Sr.: De conformidad con el dictamen del Consejo de Instrucción pública, S. M. el Rey se ha servido declarar que el Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla D. Miguel Moreno y Martínez no reúne las condiciones legales exigidas en la convocatoria para proveer por traslación la cátedra de Patología quirúrgica, vacante en la misma Facultad y Escuela. En su consecuencia S. M. ha resuelto que dicha cátedra se provea por concurso, con arreglo a las prescripciones de la legislación vigente. De Real orden lo digo a V. I. para su conocimiento y demás efectos. Dios guarde a V. I. muchos años. Madrid 1.° de Abril de 1882. Albareda. Sr. Director general de Instrucción pública.» (Gaceta de Madrid, miércoles 19 de abril de 1882, n.° 109, tomo II, pág. 207.)

1884 «Candidatura del Partido Liberal Conservador para la elección de concejales de Cádiz. San Francisco y San Carlos. D. José R. de Santa Cruz y Muxica. D. Domingo L. Iriarte. Constitución. D. Luis Chorro, D. Rafael Marenco. Cortes. D. Sebastián Rosetty, D. Miguel Moreno. Correo. D. Ángel Díaz Romerosa, D. Augusto Lerdo de Tejada y Santa María. Hércules. D. Francisco Meléndez, D. Agustín G. Gutiérrez. Hospicio y Palma. D. Rafael Rocafull, D. José Hidalgo Payán. Libertad. D. Anselmo Abascal, D. Francisco M. de la Vega.» (La Palma de Cádiz, jueves, 28 de febrero de 1884, pág. 1.)

«Dimisión. El dignísimo catedrático y secretario de la Facultad de Medicina de esta capital, don Miguel Moreno, ha presentado la dimisión de la Secretaría, que con tanta ilustración y actividad ha venido desempeñando durante muchos años. Sentimos mucho la resolución del Sr. Moreno, que viene a privar a nuestra Facultad, en su personal administrativo, de un jefe de gran laboriosidad y discreción.» (La Palma de Cádiz, viernes 12 de septiembre de 1884, pág. 3.)

1885 «Dicen de Cádiz. El Excmo. Dr. D. Manuel Misa y Bertemati, conde de Bayona, rico propietario de Jerez ha remitido al teniente alcalde D. Miguel Moreno, presidente del centro sanitario de la calle de la Rosa, atenta carta anunciándole el envío de media bota de vino amontillado con destino a los pobres enfermos de los barrios que dependen de dicho centro.» (El Guadalete, Jerez, 27 septiembre 1885, pág. 3.)

1886 «Universidad de Sevilla. Facultad de Medicina. D. Federico Benjumeda y Fernández. D. Eugenio Rivera y Reina. D. Federico Godoy y Mercader. D. Pascual Hontañón y Cabezas. D. Rafael Moreneo y Gualter. D. José María Vilches y Estrena. D. Francisco Meléndez Herrera. D. Miguel A. Dacarrete y Hernández. D. Miguel Moreno Martínez. D. Benito Alsina y Rancé. D. Celestino Párraga y Acuña. D. Hipólito Fairén Andrés. D. Abdón Sánchez Herrero.» (“Lista de los Directores de Escuelas e Institutos de los distritos universitarios, Catedráticos de Universidad y Doctores matriculados en las mismas”, Gaceta de Madrid, 4 abril 1886, n.° 94, pág. 43.)

1888 «Necrología. El día dos del actual falleció en Cádiz, el Catedrático de la facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, doctor don Miguel Moreno Martínez, hermano de nuestro distinguido amigo el digno Arcediano de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba. He aquí los datos necrológicos que estampa en sus columnas nuestro ilustrado colega El Diario de Cádiz: “Víctima de la más terrible de las enfermedades, ha dejado de existir, nuestro querido amigo el señor D. Miguel Moreno y Martínez, catedrático de esta Facultad de Medicina. El difunto era un facultativo ilustrado y un inteligente maestro, habiendo prestado buenos servicios a la ciencia y muy notables al establecimiento de cuyo claustro de profesores formaba parte. Había nacido el Sr. Moreno en Jerez y solo contaba 45 años de edad. Empezó su carrera en 1860, obteniendo brillantes censuras y notas de sobresaliente en los grados de bachiller, licenciado y doctor en Medicina. En 1869 fue nombrado médico de entrada en el Hospital de San Juan de Dios, y dos años después obtuvo por oposición una plaza de profesor clínico de la Facultad de Medicina, cargo que desempeñó nueve años. También fue designado en 1871 para el puesto de Bibliotecario, y en 1876 para el de Secretario, debiéndosele importantes servicios. Durante su permanencia en ese cargo, y siendo decano su padre político el inolvidable D. Federico Benjumeda, se hicieron en el edificio grandes reformas instalándose los gabinetes de duchas, oftalmoscopio, caseta de meteorología, cámaras atmiátrica e hidroatérmica, etcétera, etc. Cuando a poco de la revolución de Setiembre se establecieron en la Facultad los estudios del Doctorado, desempeñó la cátedra de Historia de la Medicina. Por real orden fue nombrado en 1877 profesor auxiliar, y al año siguiente catedrático supernumerario; pudiendo decirse que en estos años y en los anteriores explicó casi todas las asignaturas de la carrera. Meses después hizo oposiciones a la cátedra de Obstetricia, vacante por el fallecimiento de su paisano el ilustre Cambas, y obtuvo primer lugar de terna; siendo nombrado luego por concurso catedrático numerario de Patología Médica, y trasladado más tarde a la clase de Patología Quirúrgica, de la que en la actualidad era titular, desempeñando en este curso la de Clínica Quirúrgica, por el turno que exige la ley a los catedráticos de Patologías y Clínicas. Era Académico de la Real de Medicina de Cádiz y corresponsal de todas las de España. Poseía varios conocimientos en algunas especialidades, como las afecciones genito-urinarias, y era una verdadera notabilidad en la aplicación de la sonda. Había hecho muchas operaciones de talla, y recordamos entre ellas, por lo notable y raro del caso, una de las llamadas hipogástricas, en que el cálculo era voluminosísimo, y del cual se sacaron fotografías. El Sr. Moreno formó parte hace pocos años del Ayuntamiento, y durante el cólera de 1885, como teniente de alcalde y delegado del alcalde en lo relativo a los centros sanitarios, prestó eminentes servicios. Hace un año el Sr. Moreno sufrió un terrible golpe con la muerte de uno de sus hijos. Aquella desgracia llenó su alma de amargura, y acaso ha contribuido a acelerar el fin de sus días. Cuatro meses há que empezaron a exacerbársele los primeros síntomas del horrible cáncer que ha destruido su vida. Esta, durante ese tiempo, ha sido un martirio para el pobre enfermo, para su familia y para sus compañeros y amigos, que veían la impotencia de los recursos científicos para combatir aquella dolencia incurable. La muerte, esa muerte tan triste del señor Moreno llena de dolor a cuantos le conocían. El que escribe estas líneas, que fue su discípulo y su amigo, no puede menos de recordar con enternecimiento las nobles prendas que se ocultaban bajo aquel exterior en apariencia reservado y frío, y en que acaso se mostraban el presentimiento y el sello de una suerte amarga y un prematuro fin. ¡Pobre Miguel Moreno! La tierna memoria de sus cualidades y el atroz recuerdo de sus padecimientos, no podrán borrarse de la digna y cariñosa familia que le llora, y de los buenos amigos que supieron apreciarle y comprenderle. Todos ellos, hondamente dolidos de su pérdida, saludan su cadáver frío con palabras de justicia y amor, y elevan a Dios su pensamiento con el alma que ha volado a las regiones supremas.” Con estas sentidas frases termina el colega gaditano, dando cuenta de esta defunción que ha causado dolor inmenso en la familia y amigos del señor Moreno. Solo resta que nosotros enviemos nuestro pésame a los que hoy lloran aquella pérdida, acompañándoles al mismo tiempo en la profunda pena que les aflige y que nosotros sinceramente deploramos.» (Diario de Córdoba, 5 mayo 1888, págs. 2-3.)

1889 «Doña Emilia Benjumeda y Sánchez, viuda de D. Miguel Moreno y Martínez, Catedrático que fue de la Universidad de Sevilla. Se le declara con derecho a la pensión de Montepío de oficinas de 825 pesetas anuales que la corresponden por el artículo 14 de la instrucción de 26 de Diciembre de 1831, y en consonancia con lo dispuesto en el art. 33 de la ley de Presupuestos de 1856 y 14 de la ley de 1855.» (Gaceta de Madrid, 14 septiembre 1889, n.° 257, pág. 860.)

1891 «Mas ¡ay! que faltaría al más elevado deber que imponen la gratitud y el cariño, si no expresara aquí el sentimiento inmenso que me aflige, como sin duda alguna aflige a todos vosotros, por la pérdida irreparable de uno de vuestros compañeros de más valía, y uno de mis más respetados y queridos amigos. La muerte despiadada arrebató de entre nosotros, al maestro insigne y al hábil cirujano D. Miguel Moreno y Martínez. Su memoria será siempre respetada por todo aquel que lo conociera: modelo de virtudes y de caballerosidad, deja un vacío y una falta muy difícil de reemplazar. Por esto he creído, Excmo. Sr., antes de entrar en materia, dedicar a la memoria de aquel ilustre académico, este humilde pero sincero recuerdo de mi admiración y de mi cariño.» (“Discurso pronunciado por nuestro distinguido compañero D. Manuel Palomo y Quintero en su recepción en la Real Academia de Medicina de Cádiz y que tanto honra con sus recuerdos a la Medicina Veterinaria”, Gaceta Médico-Veterinaria, revista semanal, Madrid, martes 21 julio 1891, año XIV, número 633, pág. 13.)

Su hijo Miguel Moreno Benjumeda era dentista en Cádiz en 1933, y murió el 11 de marzo de 1935.

1933 «El Colegio Oficial de Odontólogos pone en conocimiento del público en general que los únicos profesionales que tienen títulos y están legalmente capacitados para ejercer la especialidad de dentista en Cádiz son los siguientes: Rafael Rodríguez González, calle José Ramón de Santa Cruz, 12; Miguel Moreno Benjumeda, Duque de Tetuán, 17; Antonio Estalella Pujol, Sagasta, 18; Rafael Mingo Perdigones, Veedor, 12; Joaquín Gámez de las Cuevas, Alcalá Zamora, 9; José Maestre Camplá, Alonso el Sabio, 17, y José Llopis Llorca, Enrique de las Marinas, 2.» (Diario de Cádiz, 19 diciembre 1933).

★ Textos de Miguel Moreno Martínez en el proyecto Filosofía en español

1865 ¿Cuál es la educación física y moral de la mujer más conforme a los grandes destinos que la ha confiado la Providencia?, Madrid 1865, 35 páginas.

gbs