Capitalismo de Estado y capitalismo monopolista de Estado (original) (raw)
no figura
Diccionario filosófico marxista · 1946
no figura
Diccionario filosófico abreviado · 1959
Capitalismo de Estado y capitalismo monopolista de Estado
Formas de la economía capitalista que se caracterizan por la transformación de las empresas capitalistas privadas en empresas estatales y por el control del Estado sobre la vida económica del país. En el estadio premonopolista, el capitalismo de Estado servía para acelerar el proceso de reproducción capitalista. El capitalismo monopolista de Estado se forma en la época del imperialismo y se caracteriza por unir los monopolios más grandes con el aparato del Estado burgués, por subordinar dicho aparato a los monopolios con el fin de despojar en grado máximo a los trabajadores y obtener altos beneficios monopolistas. El capitalismo monopolista de Estado constituye el mayor nivel a que puede llegar la socialización de la producción bajo el capitalismo, por lo que constituye, según palabras de Lenin, “la plena preparación material del socialismo”. Pero no forma un estadio de desarrollo distinto del imperialismo ni significa que el capitalismo se integre pacíficamente al socialismo. No modifica la naturaleza del capitalismo elimina la contradicción entre el trabajo y el capital, no acaba con la anarquía de la producción ni con las crisis económicas. El capitalismo monopolista de Estado no consolida el sistema capitalista, sino que lo quebranta, ahonda sus contradicciones fundamentales y, de este modo, hace más próximo el hundimiento definitivo del capitalismo. Es necesario diferenciar del capitalismo monopolista de Estado –que intensifica la explotación de los trabajadores, aplasta los movimientos obrero y nacional– el capitalismo de Estado de los países económicamente poco desarrollados (India, R.A.U., Indonesia, &c.), en los cuales desempeña un papel progresivo, estimula la el avance de la economía y contribuye a consolidar la independencia nacional. Al enjuiciar el capitalismo de Estado en tal o cual país, es indispensable tener en cuenta si se utiliza en interés de los monopolios o del pueblo. Bajo el régimen de dictadura del proletariado, el capitalismo de Estado, sin ser el régimen económico preponderante, adquiere un contenido diferente por principio dado que se encuentra bajo el control de la clase obrera y se utiliza para el desarrollo de la gran producción. Según palabras de Lenin, “...el paso al comunismo puede realizarse también a través del capitalismo de Estado si el poder del Estado se halla en manos de la clase obrera” (t. XXXIII pág. 366).
Diccionario filosófico · 1965:58
Capitalismo monopolista de Estado
Forma de la economía capitalista, que se caracteriza por una amplia intervención del Estado en la vida económica del país. En la época del imperialismo, las condiciones necesarias para la injerencia del Estado en la economía y en la vida social crecen en flecha. El aumento de la concentración y socialización de la producción y la centralización del capital permiten a los monopolios controlar la economía del país a través del Estado. Se forma el capitalismo monopolista de Estado, que se distingue por la fusión de los monopolios más grandes y del capital financiero con el aparato estatal burgués con el fin de obtener altas ganancias monopólicas y luchar contra los efectos de las crisis. En los marcos del capitalismo monopolista de Estado, la regulación de la economía capitalista por el Estado se realiza en distintas formas: la propiedad estatal, la actividad empresarial estatal, la actividad mixta estatal y privada, el método de programas concretos, la regulación de las inversiones, el estímulo de la demanda de consumo, los subsidios para las investigaciones científicas, el financiamiento de las medidas de protección de la naturaleza, &c. Tiene lugar el crecimiento del sector estatal en la economía (en particular, la nacionalización de algunos sectores de la industria debido tanto a la no rentabilidad de las empresas como a la presión de la lucha de clases). El crecimiento del carácter social de la producción en el sistema económico capitalista mundial dio origen a las organizaciones económicas internacionales (Mercado Común, Euroátomo, consorcios trasnacionales, &c.). En las condiciones del capitalismo monopolista de Estado, aumenta en gran medida el papel del aparato administrativo de los consorcios. Las formas de explotación bajo el capitalismo monopolista de Estado son tales que la clase obrera se opone en su lucha tanto a toda la clase de los capitalistas como a su Estado. La lucha de los trabajadores por sus derechos e intereses adquiere cada vez más una orientación política. En su momento, el capitalismo monopolista de Estado utiliza todo su sistema de medios para reprimir la lucha de los trabajadores y dividirlos. Con el objeto de mantener las ilusiones sobre el papel supraclasista del Estado se vale ampliamente de un sistema ramificado de propaganda ideológica. Con este fin se emplea también la integración política de los Estados más importantes (Parlamento Europeo). El Estado se inmiscuye en la vida económica y social ante todo en interés del capital financiero y a expensas de la clase obrera (aunque ello no descarta la posibilidad de conflictos entre el Estado y los monopolios privados). Se ahonda la crisis general del capitalismo. El capitalismo monopolista de Estado se caracteriza por el carácter crónico del desempleo, la inflación y las crisis de la economía y de otros aspectos de la vida de la sociedad (las crisis energética, monetaria y otras). Al conducir a la concentración continua de la producción, el capitalismo monopolista de Estado agrava en extremo la contradicción fundamental del capitalismo: la existente entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre el trabajo y el capital, acercando así su hundimiento definitivo. “...El capitalismo monopolista de Estado es la preparación material más completa del socialismo, su antesala, un peldaño de la escalera histórica entre el cual y el peldaño llamado socialismo no hay ningún peldaño intermedio” (V. I. Lenin, t. 34, pág. 193).
Diccionario de filosofía · 1984:56-57