Mao Tse-tung en el Diccionario soviético de filosofía (original) (raw)
no figura
Diccionario filosófico marxista · 1946
Mao Tse-tung
Eminente dirigente del Partido Comunista de China, gran teórico del marxismo, organizador de la victoria del pueblo chino. Nacido el 26 de diciembre de 1893, en el seno de una familia de campesinos de la aldea de Chaochan, provincia de Hunán, comenzó a trabajar, desde los seis años de edad, en el campo junto con los adultos. A los ocho años entra en la escuela. En 1911 estalla la revolución, y Mao Tse-tung se incorpora al ejército revolucionario. Fracasada la revolución, los militaristas chinos ocuparon el lugar de la dinastía manchú. Mao Tse-tung abandonó el ejército en 1913 y entró en la primera escuela normal de Hunán, en Chang-sha. Pronto se puso a la cabeza de los estudiantes revolucionarios y organizó en la escuela un grupo de estudiantes El nuevo pueblo. “En la escuela”, escribía más tarde, “logré agrupar a mi alrededor a los estudiantes cuyas ideas y aspiraciones eran cercanas a las mías. Esta célula sirvió de base a una organización que ejerció posteriormente una gran influencia sobre los destinos de China”. En 1919, Mao Tse-tung organizó a los jóvenes de Hunán con el fin de sostener el Movimiento del 4 de mayo, campaña antiimperialista lanzada por los estudiantes de Pekín, que señaló el comienzo de un gran movimiento antifeudal y antiimperialista.
La Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia había ejercido una gran influencia sobre este movimiento. “Bajo la influencia de la teoría revolucionaria marxista y de la Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia”, escribe, “creé, durante el invierno de 1920, una primera organización política de obreros en Chang-sha. Desde entonces, me considero marxista”. En julio de 1921, tuvo lugar el I Congreso del Partido Comunista chino, y Mao Tse-tung tomó parte en él como delegado de Hunán. En el III Congreso del P. C. de China se tomó una decisión histórica relativa a la alianza del Partido Comunista y el Kuomintang dirigido por Sun Yat-sen, con el fin de formar un frente único contra el imperialismo y los militaristas feudales. El Congreso condenó el oportunismo de derecha de Chen Tu-sieú y el sectarismo de Chang Kuo-tao; subrayó la necesidad de conservar la independencia política y orgánica de los comunistas en el seno del frente único con el Kuomintang revolucionario. Mao Tse-tung fue uno de los que defendieron resueltamente la línea marxista-leninista del partido. En ese Congreso fue elegido miembro del Buró político del P.C.Ch.
Después de las represiones sangrientas desencadenadas por los imperialistas ingleses y japoneses contra los trabajadores y los estudiantes de Shangai en mayo de 1925, recorrió todo el país una ola revolucionaria antiimperialista. El movimiento campesino tomó un impulso poderoso. Durante el invierno de 1925, Mao Tse-tung se dirigió a Hunán, su región natal. En pocos meses, bajo su dirección inmediata, se crearon más de veinte asociaciones campesinas. En marzo de 1926, Mao Tse-tung escribió su obra Las clases en la sociedad china, en la cual subraya que los campesinos constituyen los aliados más numerosos y más fieles del proletariado chino. Preveía que con el ascenso de la revolución se produciría una escisión en el seno de la burguesía nacional y que su ala derecha pasaría al lado del imperialismo. Mao Tse-tung advertía al partido que al participar en el frente único nacional los comunistas no debían dejar desorganizar ese frente a la burguesía nacional. En el otoño de 1926, Mao Tse-tung llegó a Shangai para dirigir la sección campesina del C.C. del P.C.Ch. En esa época, los oportunistas de derecha con Chen Tu-sieú a la cabeza, se esforzaban en liquidar el movimiento de masas de los obreros y campesinos, haciéndole así el juego al ala reaccionaria del Kuomintang. Los oportunistas se encarnizaban sobre todo con el campesinado, que se había alzado en una lucha heroica. Mao Tse-tung se dirigió a Hunán a fin de estudiar el movimiento campesino en el lugar de los hechos. En el informe que hizo de ese viaje escribía: “Dentro de poco tiempo asistiremos al levantamiento de centenares de millones de campesinos en todas las provincias de China central, del Sur y del Norte; serán impetuosos e irresistibles como el huracán, y ninguna fuerza podrá contenerlos. Romperán sus cadenas y se lanzarán a su liberación”.
Después del golpe de Estado contrarrevolucionario del Kuomintang (7 de agosto de 1927), se realizó una Conferencia extraordinaria del Partido en la cual Mao Tse-tung tomó una parte activa. El jefe de los oportunistas Chen Tu-sieú fue relevado de su puesto de secretario general del C.C. En ejecución de la nueva orientación política elaborada en la conferencia, el Partido envió a Mao Tse-tung a Hunán a fin de organizar la insurrección campesina.
Conjuntamente con Chu Dé, Mao Tse-tung creó el Ejército Rojo chino, que se formó y forjó inspirándose en los principios de la guerra de guerrillas: “El enemigo ataca, nosotros nos replegamos; el enemigo se detiene, nosotros lo acosamos; el enemigo está fatigado, nosotros lo batimos; el enemigo se bate en retirada, nosotros lo perseguimos”. Mao Tse-tung exhortaba a los comunistas chinos a estudiar cuidadosamente la experiencia de la guerra civil en Rusia. Toda la parte sur de la provincia de Kiangsí se convirtió en teatro de operaciones del Ejército Rojo. En otras provincias del Centro y del Sur se crearon también destacamentos del Ejército Rojo y bases revolucionarias. En abril de 1930, un grupo de oportunistas de “izquierda” con Li Li-sang a la cabeza se apoderó de la dirección del C. C. del Partido Comunista. Este grupo impulsaba al partido a las aventuras, a la organización de insurrecciones armadas en todas las grandes ciudades del país. Bajo la dirección de Mao Tse-tung, el Partido Comunista combatió esta línea errónea. En setiembre de 1930, en la tercera Asamblea Plenaria del C. C., Li Li-sang reconoció sus errores y abandonó la dirección del C. C.
El 7 de noviembre de 1931, se formó en Yui-tsing (provincia de Kiangsí) un gobierno obrero campesino dirigido por Mao Tse-tung. En lucha contra los oportunistas, Mao Tse-tung orientaba los esfuerzos del Partido para reforzar las bases revolucionarias y consolidar los éxitos del Ejército Rojo. Bajo su dirección, fueron rechazadas cuatro ofensivas dirigidas por Chang Kai-shek en el período comprendido entre diciembre de 1930 y febrero de 1933.
Sin embargo, otro grupo de oportunistas de “izquierda”, dirigido por Wang Min (Chen Shao-yu), impidió la explotación de estos éxitos. La política desastrosa de ese grupo hizo que la quinta ofensiva de Chang Kai-shek no pudiera ser detenida. En octubre de 1934, las unidades del Ejército Rojo comenzaron su célebre gran marcha. En la reunión del Comité Central de enero de 1935, Mao Tse-tung y sus camaradas de lucha derrotaron a los oportunistas de “izquierda”, quienes fueron relevados de sus puestos. Mao Tse-tung se puso al frente de la nueva dirección del Partido. Bajo su dirección el grupo de oportunistas de derecha de Chang Kuo-tao fue igualmente vencido en esa época.
La gran marcha terminó con éxito, y Mao Tse-tung se consagró al estudio de los problemas tácticos que imponía la lucha contra el imperialismo japonés. Sometió a una crítica firme las concepciones erróneas de los oportunistas de “izquierda” según las cuales, la burguesía nacional china sería incapaz de unirse a los obreros y a los campesinos en la lucha contra el imperialismo japonés. Mao Tse-tung mostró claramente que era perfectamente posible y necesario crear un frente único antijaponés. Gracias a la dirección clarividente de Mao Tse-tung, las fuerzas patrióticas se fueron agrupando cada vez más en torno al Partido Comunista y el país entero se preparó a dar su respuesta a los invasores. En esas condiciones, era necesario extraer las enseñanzas de la larga experiencia militar del Partido, enfilar la lucha contra el oportunismo de “izquierda” y de derecha en el plano militar, elaborar la línea táctica y estratégica en la guerra revolucionaria que se avecinaba. Esta tarea fue cumplida por Mao Tse-tung en su obra Los problemas estratégicos de la guerra revolucionaria en China (1936). En el período en que se creó el frente único antijaponés, cuando los comunistas salían de la clandestinidad a la retaguardia del Kuomintang, la firmeza ideológica y orgánica en las filas del Partido se imponía insistentemente. Con este fin, era preciso denunciar definitivamente el oportunismo de derecha y de “izquierda” como agentes de una influencia hostil en el seno del Partido, poner en descubierto la inconsistencia ideológica de los grupos antipartido. Mao Tse-tung dio cumplimiento a estas tareas en sus obras filosóficas A propósito de la práctica (1937) y En torno a la contradicción (1937). Esas obras constituyen ejemplos notables de aplicación de la filosofía marxista-leninista a la historia concreta de China y del pueblo chino en lucha por su libertad. Aplicando la dialéctica materialista a los problemas tácticos de la revolución, Mao Tse-tung refuta allí las tesis del Kuomintang sobre la posibilidad de un “tercer camino” para el desarrollo de China, y muestra que la revolución china sólo puede triunfar con el sostén de la Unión Soviética y del campo antiimperialista entero. “China se desarrollará sobre un camino no capitalista. Quien se oponga a esa corriente histórica”, escribía Mao Tse-tung, “se romperá los dientes”.
La situación se complicaba. La camarilla de Chang Kai-shek desencadenaba, una tras otras, sus ofensivas anticomunistas. Las tropas del Kuomintang cercaban la Región Especial. Los ocupantes japoneses aplicaban a las regiones liberadas la táctica de tierra arrasada. Todos los esfuerzos de los enemigos exteriores e interiores fueron desbaratados con éxito. Durante 1943, las regiones liberadas se consolidaron y se extendieron. Las fuerzas de los comunistas se multiplicaron.
En el transcurso de este período adquirió una importancia particular lo que se llamó el “Movimiento por la rectificación del estilo en las filas del Partido”, bajo la dirección de Mao Tse-tung. En sus artículos titulados “Reorganicemos nuestros estudios” (mayo de 1941), “Contra las formas mecanicistas en el trabajo del Partido” (febrero de 1942), Mao Tse-tung enseñaba a los comunistas chinos cómo aplicar de una manera creadora la teoría marxista-leninista a la práctica de la lucha revolucionaria en China y los exhortaba a renunciar al estilo viciado consistente en aprender mecánicamente ciertas fórmulas marxistas por una parte, y a descuidar la teoría por la otra. A partir del “Movimiento por la rectificación del estilo”, el nivel ideológico de los miembros del Partido se elevó sensiblemente, lo que permitió dirigir políticamente y conducir a la victoria la lucha por la revolución democrática popular.
Las victorias decisivas obtenidas por el pueblo soviético en la gran guerra nacional contra los invasores fascistas, ejercieron una fuerte influencia en la lucha de la liberación en China. Las fuerzas patrióticas apretaron más estrechamente aún las filas en torno del Partido Comunista y exigieron la reorganización del gobierno del Kuomintang según los principios democráticos. Mao Tse-tung expresó las aspiraciones del pueblo en su informe A propósito del gobierno de coalición que presentó en el VII Congreso del Partido Comunista Chino (1945). En ese informe puso en claro las dos líneas seguidas en la guerra antijaponesa: la línea del P.C.Ch. orientada hacia el desencadenamiento de la guerra popular, y la línea del Kuomintang consistente en hacer la guerra sin el pueblo y contra el pueblo. Mao Tse-tung mostró teóricamente que la primera línea conducía, por una necesidad histórica, a la victoria, y la segunda, a la derrota. En su informe presentó un programa completo de edificación de la China nueva. Después de la derrota de la Alemania fascista y del Japón imperialista, la camarilla de Chang Kai-shek desencadenó la guerra civil con ayuda de los imperialistas norteamericanos (verano de 1946). Pero el Ejército de Liberación Popular bajo la dirección de Mao Tse-tung derrotó al ejército del Kuomintang, cuyos efectivos ascendían a varios millones de hombres. El pueblo chino fue liberado para siempre del yugo del imperialismo. El primero de octubre de 1949 fue proclamada la República Popular China y se formó un gobierno popular con Mao Tse-tung a la cabeza. Poco antes de esta victoria histórica había escrito su obra De la dictadura democrática del pueblo. Allí definió el nuevo poder instaurado después de la derrota de la reacción imperialista y feudal, como una dictadura democrática del pueblo, fundada en la alianza de los obreros y campesinos y dirigida por la clase obrera. Esta obra de Mao Tse-tung sirvió de base al Programa general del Consejo Consultivo de la República Popular China.
La República Popular China, dirigida por el Partido comunista registró en corto plazo inmensos éxitos. La China nueva, bajo la dirección del Partido Comunista con Mao Tse-tung a la cabeza, se ha transformado en poderoso bastión de la paz y la democracia, y ha emprendido con paso seguro el camino de la edificación de los fundamentos del socialismo.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:314-317
no figura
Diccionario filosófico · 1965
no figura
Diccionario de filosofía · 1984