Materialismo científico natural en el Diccionario soviético de filosofía (original) (raw)

Materialismo científico natural

(Materialismo histórico-natural; Materialismo espontáneo.) El materialismo científico-natural es el materialismo de los sabios y naturalistas, que sobre la base de los datos prácticos, experimentales, de su ciencia, llegan inevitablemente a la interpretación materialista de los fenómenos de la Naturaleza, Así, por ejemplo, en Materialismo y Empiriocriticismo, Lenin menciona al autor del libro Enigmas del Universo, E. Haeckel (ver), que no se consideraba materialista, pero que sin embargo, fiel a la ciencia, llegó a conclusiones materialistas, con lo que se demuestra “la imposibilidad de extirpar el materialismo histórico-natural” El materialismo –espontáneo e ingenuo– fue la primera concepción del mundo que tuvo la Humanidad. Pensadores de la Grecia Antigua como Tales, Anaxímenes, Heráclito, Demócrito y otros eran materialistas y dialécticos espontáneos. La convicción en el carácter material del mundo y en su existencia fuera e independientemente de nuestra conciencia es la convicción práctica (experimental) inextirpable de todo hombre de sano sentido. Sin embargo, el materialismo inconsciente, espontáneo, científico-natural, si no llega a transformarse en un materialismo consciente, cae en el empirismo y en el positivismo vulgares y se convierte en fácil presa del idealismo y de la metafísica. Los idealistas aprovechan la debilidad del materialismo científico-natural para desviarlo hacia la posición del idealismo filosófico. En Materialismo y Empiriocriticismo, Lenin señaló que sólo pasando del viejo materialismo metafísico, mecanicista, científico-natural, al materialismo consciente, dialéctico, es posible superar la crisis de las ciencias naturales, una de cuyas causas más importantes fue la incapacidad de comprender filosóficamente el sentido de las conquistas modernas de la ciencia. En su artículo “Sobre el significado del materialismo militante”, Lenin legó a los materialistas dialécticos la tarea de fortalecer “la alianza con los representantes de las ciencias naturales contemporáneas que se inclinan hacia el materialismo”, de elevar el materialismo científico-natural de los naturalistas a la altura de un materialismo dialéctico consciente. “Debemos comprender que sin una sólida fundamentación filosófica, ninguna ciencia natural, ningún materialismo puede sostener la lucha contra la presión de las ideas burguesas y el restablecimiento de la concepción burguesa del mundo. Para sostener esta lucha y llevarla hasta el final con éxito total, el naturalista debe ser un materialista moderno, un partidario consciente del materialismo representado por Marx, es decir, debe ser un materialista dialéctico”. Pero ser un materialista dialéctico consciente significa dominar las bases teóricas del marxismo-leninismo, “puesto que no puede considerarse como efectivo el hombre que se hace llamar leninista, pero que se encierra en su especialidad, que se encierra, digamos, en las matemáticas, en la botánica o en la química y no ve más allá de su especialidad” (Stalin).

Diccionario filosófico marxista · 1946:200-201

Materialismo de las ciencias de la naturaleza (materialismo espontáneo)

“…convicción espontánea, no reconocida, difusa, filosóficamente inconsciente, propia de la aplastante mayoría de los naturalistas, de la realidad del mundo exterior reflejada por nuestra conciencia” (Lenin, Materialismo y empiriocriticismo, p. 389, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1948). En esta obra, Lenin cita el ejemplo del materialista espontáneo, E. Haeckel (ver), autor del libro Enigmas del Universo, quien sin atribuirse condición de materialista, se apoyaba en la ciencia, extraía de ella conclusiones materialistas, y demostraba, por medio de ello, la legitimidad del materialismo de las ciencias naturales. La convicción de que el mundo es material y de que existe al margen e independientemente de nuestra conciencia, es la convicción empírica de todo hombre de sentido equilibrado. Pero el materialismo de las ciencias de la naturaleza, materialismo espontáneo, inconsciente, puede conducir al empirismo vulgar, al positivismo (ver). Los idealistas sacan provecho de las debilidades del materialismo espontáneo para desviarlo hacia las posiciones del idealismo filosófico. En Materialismo y empiriocriticismo, Lenin destaca como una de las principales causas de la crisis de las ciencias naturales, la incapacidad de los científicos de ofrecer una interpretación filosófica de las últimas adquisiciones de la ciencia. Esta crisis sólo puede ser superada pasando del materialismo espontáneo, del antiguo materialismo metafísico y mecanicista, al materialismo consciente, dialéctico. En su artículo “De la función del materialismo militante”, Lenin exhorta a los materialistas dialécticos a consolidar su unión con los sabios inclinados a adoptar el materialismo, a elevar el materialismo de éstos al nivel del materialismo dialéctico consciente. Lenin escribe que “desprovista de una base filosófica sólida no hay ciencia natural ni materialismo que pueda sostener la lucha contra la invasión de las ideas burguesas y el renacimiento de la concepción burguesa del mundo. Para sostener esta lucha y conducirla a buen fin, el naturalista debe ser un materialista en el sentido moderno de la palabra, un partidario consciente del materialismo representado por Marx, es decir, que debe ser un materialista dialéctico” (Lenin, Marx, Engels, marxismo, Ed. rusa).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:330

Materialismo de las ciencias naturales (materialismo espontáneo)

Con estos conceptos caracterizó Lenin la “convicción espontánea, no reconocida, difusa, filosóficamente inconsciente, propia de la aplastante mayoría de los naturalistas, acerca de la realidad del mundo exterior” (tomo XIV, pág. 331. Materialismo y empiriocriticismo, E.P.U, 1959, pág. 387). La amplia difusión de este tipo de materialismo entre los naturalistas es un testimonio de que el reconocimiento de la materialidad del mundo proviene del conocimiento de la naturaleza misma. Sin embargo, si dicho materialismo no se sistematiza en una teoría filosófica armónica, si no rebasa el marco de un materialismo metafísico unilateral y mecanicista, degenera en un empirismo vulgar, en el positivismo. La limitación del materialismo de las ciencias naturales se pone de relieve de la manera más cabal en el período en que se produce un cambio radical en las teorías científicas, y ese materialismo resulta insuficiente para explicar los nuevos resultados del conocimiento que contradicen las ideas establecidas con anterioridad. Ello explica que no pocas veces las dificultades que presenta la interpretación de los nuevos hechos lleven a los naturalistas al idealismo, a renunciar a las ideas materialistas espontáneas (Idealismo físico). Sólo partiendo del materialismo dialéctico, es posible generalizar filosóficamente, de manera acertada, las conclusiones a que llegan las ciencias particulares.

Diccionario filosófico · 1965:299-300

Materialismo de las ciencias naturales

Con este concepto Lenin definía “la convicción inconsciente desde el punto de vista filosófico, que la gran mayoría de los naturalistas sustentan en el sentido de que el mundo exterior… es realidad objetiva” (t. 18, p. 367). La amplia extensión del materialismo de las ciencias naturales entre los naturalistas testimonia que el reconocimiento de la materialidad del mundo se desprende del conocimiento de la naturaleza misma. Pero si el materialismo de las ciencias naturales no cobra forma de teoría filosófica armónica, entonces no rebasa la unilateralidad del materialismo mecanicista, metafísico y degenera en empirismo vulgar y en positivismo. La estrechez del materialismo de las ciencias naturales se pone de relieve más plenamente en el período de drástica ruptura de las teorías científicas, porque resulta insuficiente para explicar los nuevos resultados del conocimiento, que contradicen las representaciones anteriormente arraigadas. Por eso, a menudo, las dificultades en la interpretación de los nuevos hechos científicos conducen a los naturalistas a la renuncia a las convicciones materialistas espontáneas y al idealismo (Idealismo físico). Únicamente desde el punto de vista de la filosofía dialéctico-materialista es posible la generalización filosófica acertada de las conclusiones de las ciencias particulares.

Diccionario de filosofía · 1984:276