Mitología en el Diccionario soviético de filosofía (original) (raw)

Mitología

(Del griego “mythos”, fábula; “logos”, tratado). Los hombres primitivos, anhelando explicar los fenómenos de la Naturaleza y de la Sociedad, por carecer de conocimientos científicos recurrieron a las fábulas y a las fantasías. Así se formaron los mitos sobre los dioses, su vida y actividad, sobre los héroes extraordinarios y sus hazañas, &c. “Toda mitología vence, somete y da forma a las fuerzas de la Naturaleza en la imaginación y con la ayuda de la imaginación; por consiguiente, desaparece con el dominio efectivo sobre estas fuerzas de la Naturaleza” (Marx). El mito es el intento de los hombres antiguos de responder a la pregunta: ¿cómo y por qué tuvieron lugar tales o cuales fenómenos de la Naturaleza o de la vida social? Así, por ejemplo, los judíos antiguos, a la pregunta sobre el origen de la tierra y del hombre, respondieron con el mito de la creación del mundo por dios en seis días. Un desarrollo especial alcanzó la creación de mitos entre los griegos antiguos. Los mitos creados por ellos y por los antiguos romanos sobre los dioses y sobre los héroes, como por ejemplo, los mitos de Prometeo, Anteo, &c., han entrado como modelos en la literatura mundial. Los fundadores del comunismo científico, Marx, Engels, Lenin y Stalin, ilustran con frecuencia sus pensamientos con los modelos de los héroes mitológicos. Stalin, en sus palabras finales en el Pleno de marzo de 1937 del C. C. del P. C. (b) de la U.R.S.S., citó el mito de Anteo. La mitología griega cuenta que Anteo, hijo del dios de los mares, Poseidón, y de la diosa de la tierra, Gea, era invencible. La fuerza de este héroe consistía en que siempre que se sentía a punto de verse vencido en la lucha, tocaba la tierra, su madre, que le había dado a luz y criado, y ésta le infundía nuevo vigor. “A mí me parece, –dijo Stalin–, que los bolcheviques recuerdan a Anteo, el héroe de la mitología griega. Lo mismo que Anteo son fuertes porque mantienen contacto con su madre, las masas, que los dieron a luz, los criaron y educaron. Y mientras mantengan el contacto con su madre, el pueblo, cuentan con todas las posibilidades de ser invencibles”.

Diccionario filosófico marxista · 1946:221-222

Mitología

(del griego, μυθολογία: fábula, leyenda). Conjunto de mitos. En los albores de la historia, los hombres, en su ignorancia, tenían que recurrir a las fábulas y a la imaginación para explicar los fenómenos naturales y sociales. Así nacieron los mitos relativos a los dioses, a los héroes y a sus hazañas. “Toda la mitología subyuga, domina y modela las fuerzas de la naturaleza en y por la imaginación, y por consiguiente, desaparece en cuanto logra dominarlas realmente” (Marx, Contribución a la crítica de la Economía Política, Ed. alemana). El mito se presenta como un esfuerzo de los antiguos para responder a la pregunta: ¿Cómo y por qué se han producido tales o cuales fenómenos de la naturaleza y de la vida social? Los judíos de la antigüedad, por ejemplo, explicaban el origen de la tierra y del hombre por medio del mito según el cual dios creó el mundo en seis días. Las fuerzas sociales, incomprensibles para el hombre primitivo, toman también, en la conciencia humana, un carácter fantástico. Con la aparición de la sociedad de clases, se introduce un elemento de clase en los mitos existentes. La mitología griega es de una riqueza particular. Los mitos de Prometeo, de Anteo y de otros dioses griegos y romanos pertenecen al patrimonio artístico de la humanidad.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:363

Mitología

(del griego μυθολογία: de μυθος: fábula, leyenda, y λόγος: tratado). Variedad de creación popular oral, característica de la Antigüedad. El mito es una fábula surgida en las etapas primeras de la historia; sus imágenes fantásticas (dioses, héroes legendarios, acontecimientos, &c.) constituían un intento de generalizar y explicar los distintos fenómenos de la naturaleza y de la sociedad. “Toda mitología vence, subordina y modela las fuerzas de la naturaleza en la imaginación y con ayuda de la imaginación; por consiguiente, desaparece cuando se llega al dominio real sobre esas fuerzas de la naturaleza” (Marx y Engels, t. XII, pág. 737). En la mitología encontraron expresión muchas facetas de la concepción del mundo que el hombre de la sociedad antigua se había formado. Como quiera que se dan en ella representaciones sobre lo sobrenatural, la mitología contiene elementos de la religión. Pero en la mitología se manifestaban asimismo, las concepciones morales y la actitud estética del hombre frente a la realidad. Según palabras de Marx, la mitología es una “elaboración inconscientemente artística de la naturaleza (en este caso, por naturaleza se entiende todo cuanto se refiere a los objetos, incluyendo, por ende, la sociedad)” (ibíd.). Esto explica que el arte haya utilizado frecuentemente las imágenes mitológicas, dándoles otro sentido.

Diccionario filosófico · 1965:321

Mitología

(gr. mythos: narración, leyenda, y logos: doctrina, palabra): 1. Reflejo fantástico de la realidad en la conciencia primitiva, que se plasma en el folklore típico de la antigüedad. El mito es la narración que surge en las primeras etapas de la historia y cuyas imágenes fantásticas (dioses, héroes y acontecimientos legendarios, &c.) constituían un intento de sintetizar y explicar los distintos fenómenos de la naturaleza y la sociedad. La mitología es una forma peculiar de manifestación de la concepción del mundo de la sociedad antigua. La mitología contiene representaciones sobre lo supranatural y, por tanto, en ella figuran elementos de la religión. La mitología refleja también las concepciones morales del hombre y su actitud estética hacia la realidad. Por eso, el arte utiliza a menudo las imágenes de la mitología en distintas interpretaciones. En la ideología de la Edad Moderna y contemporánea, el concepto de mito se usa para designar las representaciones ilusorias de diverso género, que ejercen influjo sobre la conciencia de las masas. 2. Ciencia que estudia los mitos, su origen y el reflejo de la realidad en ellos.

Diccionario de filosofía · 1984:295