Personalidad y sociedad (original) (raw)
no figura
Diccionario filosófico marxista · 1946
Personalismo
Corriente idealista reaccionaria, en boga en la filosofía burguesa contemporánea. Su rasgo distintivo reside en que la “personalidad” es considerada como su dato primario, como principio espiritual inicial del ser. El personalismo resucita la doctrina del idealista alemán del siglo XVII, Leibniz (ver) sobre las “mónadas” espirituales como fundamento de cuanto existe. El personalismo considera a la naturaleza como un conjunto de espíritus, de “personalidades”, y opone esta concepción idealista a la doctrina materialista científica según la cual, la naturaleza es un conjunto de cosas materiales. Falsificando groseramente las conclusiones de la ciencia, el personalismo afirma que el motor de todos los fenómenos de la naturaleza (físicos, biológicos) sería un principio espiritual inherente a cada uno de ellos. A la concepción científica de las leyes objetivas, el personalismo opone la teología según la cual, la evolución se efectúa de acuerdo a los fines inherentes a los fenómenos naturales, y no sobre la base del condicionamiento causal. El personalismo es una filosofía abiertamente religiosa. Por encima de las innumerables “personalidades” que componen el mundo, se erige la “personalidad suprema”, Dios. El personalismo profesa el teísmo, según el cual, Dios sería una personalidad dotada de razón y de voluntad, que habría creado el mundo. Esta variedad de la filosofía idealista, no admite siquiera las formas más moderadas de la religión tales como el panteísmo (ver) el deísmo (ver). Los personalistas combaten al materialismo inculcando en los trabajadores de los países capitalistas el veneno de supersticiones arcaicas.
Fundado por el filósofo norteamericano Bowne (1847-1910), el personalismo está representado en los Estados Unidos por Flewelling y Brightman. En Gran Bretaña, su partidario más conocido es Carr; en Alemania, el psicólogo Stern; en Francia, Emmanuel Mounier, el místico Berdiaev, emigrado ruso. Las concepciones sociales y políticas de los personalistas norteamericanos muestran con evidencia que su doctrina defiende abiertamente al régimen capitalista. En efecto, enseñan que es preciso cambiar no el mundo, sino la “personalidad”, el alma, es decir, no tocar el régimen capitalista, la explotación, y tender todos los esfuerzos hacia el “perfeccionamiento espiritual”, el “renacimiento moral”. Esta teoría se opone a la transformación revolucionaria de las relaciones sociales que deriva de la concepción materialista de la historia. La última fórmula del personalismo: es preciso luchar no por un mundo nuevo, sino por un “alma nueva”, muestra claramente que el filo de esta filosofía está dirigido contra los intereses de las masas trabajadoras, contra su verdadera liberación social y política. Los personalistas franceses, discípulos de Mounier (grupo Esprit) ocupan una posición política diferente a la de los personalistas norteamericanos. Son intelectuales pequeño-burgueses de tendencias radicales, pero vacilantes e inestables, cautivos de sus prejuicios idealistas e individualistas.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:404-405
Personalismo
(del latín “persona”.) Corriente idealista religiosa que se difundió en la filosofía burguesa norteamericana de fines del siglo XIX y principios del XX, y que se ha difundido también en la filosofía francesa contemporánea. El término fue utilizado por primera vez por Bronson Alcott (EE.UU., 1863) y Charles Renouvier (Francia, 1901). Los rasgos distintivos del personalismo son: 1) reconocimiento de la “persona” como realidad primaria y valor espiritual supremo, con la particularidad de que la “persona” se entiende como primer elemento espiritual del ser; 2) estrecha conexión con el teísmo. A la concepción científica y materialista del mundo, el personalismo contrapone otra según la cual la naturaleza es un conjunto de espíritus “personas” (Pluralismo). Sobre la multiplicidad de “personas” que se encuentran en distintos grados de desarrollo y constituyen el mundo, reina una “persona suprema”, Dios. El fundador del personalismo en los EE.UU. fue Borden Parker Bowne (1847-1910). En los Estados Unidos se adhirieron también al personalismo G. H. Howison (1834-1910), Mary Whiton Calkins (1863-1930), Albert Cornelius Knudson (1873-1954). Sus principales representantes en la filosofía norteamericana actual son: Ralph T. Flewelling (nacido en 1871), discípulo de Bowne y líder de la escuela de California, y Edgar Sheffield Brightman (1884-1953), líder de la escuela de Boston. Todos ellos relacionan estrechamente el personalismo con la teología protestante. En Inglaterra, el representante más conocido del personalismo fue Herbert Wildon Carr (1857-1931); en Alemania, el psicólogo William Stern (1871-1938). En las teorías de estos últimos, sin embargo, no se da la conexión directa –característica de los personalistas norteamericanos– con la teología. Según el personalismo, el objetivo social más importante no estriba en cambiar el mundo, sino en transformar la “persona”, es decir, en contribuir al “autoperfeccionamiento espiritual de la misma”. Ocupa una posición especial el grupo de personalistas franceses, cuya figura rectora ha sido Emmanuel Mounier (1905-50). Este grupo de la intelectualidad pequeñoburguesa, unido en torno a la revista Esprit (fundada en 1932), representa a los círculos católicos izquierdistas que participaron en el movimiento francés de la Resistencia y que ahora se manifiestan en defensa de la paz y de la democracia burguesa, contra la política agresiva de la gran burguesía francesa.
Diccionario filosófico · 1965:360
Personalismo
(latin persona.) Corriente idealista que parte de la monadología de Leibniz y que se divulgó en la filosofía burguesa de fines del siglo 19 y comienzos del 20. El rasgo distintivo del personalismo consiste en que reconoce la “personalidad” como realidad primaria y máximo valor espiritual, entendiendo por ella el elemento primario espiritual del ser. El personalismo opone a la comprensión del mundo científica materialista la concepción de que la naturaleza es el conjunto de espíritus-”personalidades” (Pluralismo). La “personalidad suprema” es el Dios todopoderoso (teísmo). El fundador del personalismo en EE.UU. fue B. Bowne (1847-1910). Los principales representantes del personalismo en la filosofía norteamericana fueron R. Flewelling (1871-1960), líder de la escuela californiana, y E. Brightman (1884-1953), líder de la escuela bostoniana. Todos ellos vinculan estrechamente el personalismo con la teología protestante. En Inglaterra, el más notable representante del personalismo fue H. Kerr (1857-1931), y en Alemania, el psicólogo W. Stern (1871-1938). Sin embargo, en sus doctrinas no existe un nexo directo con la teología, típico de los personalistas norteamericanos. Según el personalismo, la principal tarea social no consiste en cambiar el mundo, sino en transformar la “personalidad”, es decir, contribuir a su “autoperfeccionamiento espiritual”. Ocupa una posición peculiar un grupo de personalistas franceses, organizado por E. Mounier (1905-1950) y J. Lacroix (n. 1900). Este grupo de intelectuales pequeñoburgueses, unidos en torno a la revista Esprit (fundada en 1932), representa a los sectores católicos de izquierda que participaron en la Resistencia y actualmente se pronuncian en defensa de la paz y de la democracia burguesa.
Diccionario de filosofía · 1984:334-335