Trotski pasa unas semanas en España (original) (raw)

Trotski pasa unas semanas en España y escribe Mis peripecias en España

→ Texto íntegro de León Trotski, Mis peripecias en España

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El 30 de octubre de 1916 dos policías franceses ejecutan la orden de expulsión de León Trotski de Francia y le hacen cruzar la frontera española por Irún. Trotski tuvo que pasar unas semanas en España mientras las autoridades buscaban la manera de que se fuera a otro sitio, abandonando territorio español el 14 de enero de 1917, al desembarcar en Nueva York del vapor Montserrat, propiedad de la Compañía Trasatlántica del Marqués de Comillas, en el que había viajado desde Barcelona, junto con su familia, en un camarote de primera clase.

Cinco años después, afianzada la Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917 tras el triunfo del Ejército Rojo, del que Trotski fue adalid en la lucha contra la intervención extranjera y la contrarrevolución interior, publica en una revista literaria (julio de 1922) los seis primeros capítulos de las notas que había tomado de su estancia en España. En enero de 1926 la misma revista ofrece la segunda parte de tales notas, y ese mismo año el conjunto se reedita en ruso en un libro que, ya expulsado Trotski del PCUS y de la URSS, y traducido por Andrés Nin, fue publicado en Madrid en 1929 por una editorial cercana al socialfascismo. Mis peripecias en España, en español, ha conocido la imprenta media docena de veces (en 1929, 1933, 1971, 1975, 2007 y 2012), pero salvo el interés mostrado por los primeros editores en su Nota editorial, nada han añadido las sucesivas ediciones, y poco han interesado detalles y circunstancias de la estancia de Trotski en España.


Octubre 1916

lunes 30 León Trotski entra en España por Irún, expulsado de Francia.

martes 31 Duerme la noche del lunes y la del martes en un hotel de San Sebastián → I. De París a España.

Noviembre 1916

miércoles 1 Se traslada en tren desde San Sebastián a Madrid → II. Camino de Madrid.

jueves 2 Se aloja en el Hotel de París, Alcalá 2, en la Puerta del Sol → III. En Madrid.

viernes 3 Madrid

foto de prensa«Cerca del Palacio Real, un guía se apodera de mí por la fuerza y me muestra el relevo de la guardia, que yo puedo ver sin su concurso. La ceremonia no deja de tener color, con todos sus convencionalismos decorativos y con su excelente banda militar. Pero todo eso se prolonga demasiado, sobre todo hoy, por el hecho de que a las doce y media debe presentarse en Palacio el nuevo embajador de la Argentina, Marcos Avellaneda. Mucha gente, en zapatillas de fieltro, aguanta tranquilamente la lluvia. Carretas cargadas hasta los topes, arrastradas por tiros de mulas o de asnos, pasan lentamente ante el Palacio. Unos golfos vocean los periódicos y después juegan a “cara o cruz” sobre el húmedo pavimento. Aparecen las suntuosas carrozas palaciegas. Los elevados personajes de Palacio corren de un sitio a otro, haciendo revolar sus faldones. El embajador, con un tricornio, se vuelve a derecha y a izquierda. En las ventanas de Palacio se asoman los generales, con cordones en el pecho, y el guía se esfuerza en mostrarme el rey en uno de los ángulos de una ventana; esto último, sin duda, para intimidarme en el momento de arreglar cuentas.» (Trotski, III. En Madrid.)

“La carroza conduciendo al doctor Marcos Avellaneda, nuevo embajador de la Argentina, que hoy ha hecho su presentación de credenciales al Rey. _Fot. Cervera._”, La Accion, diario de la noche, Madrid, viernes 3 de noviembre de 1916.

Según tradición oral, viva en ambientes universitarios de los años sesenta, se decía que estando un día José Ortega y Gasset escribiendo en su casa llamaron al timbre. Miró el filósofo a través de la mirilla, vio a un personaje de extraño aspecto, con largos pelos y perilla, y decidió no abrir la puerta. Al día siguiente, por la prensa, se enteró de que Trotski estaba por Madrid. Se lamentaba Ortega de haber perdido la oportunidad de conocerle, ya que el ruso había tenido la iniciativa de ir a visitarle.

«Trotsky, en su multitraducida autobiografía titulada Mi vida, relata que al llegar a Madrid fue detenido gubernativamente unos días en la Cárcel Modelo, y comenta que, habiendo sido “inquilino” de muchas cárceles europeas, nunca había visto ninguna que, como en la de nuestra capital, existieran celdas de pago. Trotsky quiso conocer a Ortega y Gasset, pero éste eludio el encuentro.» (José Ruiz-Castillo Basala [1909-1991], El apasionante mundo del libro. Memorias de un editor, Agrupación Nacional del Comercio del Libro, Madrid 1972, pág. 14.)

jueves 9 Trotski es detenido y trasladado a la Cárcel Modelo de Madrid → IV. En la Cárcel Modelo.

«Un socialista ruso detenido. Ayer tuvimos noticia de que un compañero ruso, recién llegado de Francia a Madrid, había sido detenido por la policía. Hemos inquirido detalles que explicasen la detención de León Trotzky, que así se llama nuestro compañero, y nos ha sucedido lo mismo que en otros casos semejantes: que nos hemos tenido que asombrar por la facilidad con que nuestra policía detiene a personas que no son delincuentes ni tienen propósitos de delinquir, fundándose únicamente en el socorrido sistema de calificar de peligroso a un individuo. León Trotzky es un escritor muy apreciado en Rusia. Era corresponsal en Francia del gran diario liberal de Kiew, titulado Kiewskaya Mysl. Su nombre es conocido, entre otros motivos, por haber traducido al alemán el libro Rusia durante su revolución. En París, donde residía, era redactor del diario ruso que allí se publica con el título Nuestra palabra. En sus columnas combatía el chauvinismo y aconsejaba a las naciones neutrales que permaneciesen dentro de la neutralidad, interviniendo únicamente para moderar la matanza y apresurar la paz. El Gobierno francés ha expulsado a Trotzky de aquel país por considerar improcedente la propaganda de ideas pacifistas dentro de una nación beligerante. En consecuencia, León Trotzky determinó venir a España, país neutral, donde su presencia no puede tenerse por peligrosa, ni mucho menos. No ha sucedido así, y la policía madrileña, sin más antecedentes que los referidos, porque no puede tener otros, le ha detenido. Esto es un atropello; pero es uno de tantos atropellos que constantemente nos vemos obligados a registrar. Por nuestra parte, hemos comenzado a hacer gestiones para que el compañero León Trotzky sea puesto en libertad inmediatamente.» (El Socialista. Órgano del Partido Obrero, Madrid, viernes 10 noviembre 1916, pág. 2.)

sábado 11 Sigue detenido en la Cárcel Modelo → V. Más sobre la cárcel.

«¿Qué pasa? Hace días se tuvo noticia en la Dirección General de Seguridad de que un individuo ruso, llamado Bronstein Trotzky, conocido agitador en aquel imperio y evadido de Siberia, había penetrado en España hace unos días, a primeros del mes actual, suponiéndose que se encontraba en Madrid. Como el sujeto en cuestión es de los que no deben andar libremente, pues sus antecedentes no hacen esperar de él nada bueno, la Dirección de Seguridad encomendó inmediatamente el servicio de la captura del terrorista ruso a la brigada especial de anarquismo. Púsose ésta en seguida en movimiento y anteayer dos agentes de dicha brigada cazaron al individuo peligroso en la calle de Preciados, en una casa de huéspedes en que habitaba desde que llegó a Madrid. Como estas confidencias las tenemos por conducto extraoficial –pero absolutamente, totalmente exacto–, toda vez que el servicio se ha llevado a cabo con la mayor reserva, hemos interrogado al comisario de la brigada de anarquismo, señor Ortiz, el cual no ha accedido, por razones que comprendemos y respetamos, a contestar nuestras preguntas. Parece ser que algunos conocidos agitadores madrileños han visitado al presidente del Consejo con objeto de recabar de él la libertad del detenido. Este continúa en la cárcel. En la casa en que fue hallado se hacía llamar León Trotzky. Tiene treinta y ocho años de edad. No necesitamos encarecer la importancia de esta detención, y esperamos que los “buenos oficios” interpuestos por los agitadores profesionales cerca del jefe del Gobierno, encuentren la más rotunda de las negativas.» (La Acción, diario de la noche, Madrid, sábado 11 noviembre 1916, página 5.)

domingo 12 Es puesto en libertad pero a las 9 de la noche sale conducido en tren de Madrid hacia Cádiz → VI. En libertad vigilada

lunes 13 Llega por la noche a Cádiz: le esperan dos socialistas advertidos por Daniel Anguiano → VII. Hacia el Sur

“Cuanto más reflexiono sobre mi situación, más seria me parece. La detención, en sí misma no tiene importancia alguna; al contrario, es una cosa cómica. Mis ideas, que aquí nadie conoce, y que no puedo expresar en el idioma de este país, dicen que son demasiado avanzadas…” («El caso León Trotzky. Hay que descubrir lo que se intenta», El Socialista, Madrid, 13 noviembre 1916.)

martes 14 → VIII. En Cádiz

«El ruso sospechoso. León Trotzky protesta. Un telegrama y unos antecedentes. Recibimos hoy el siguiente telegrama: “ACCIÓN. - Apartado 515. - Córdoba (enlace), 13-11,20. Protesto categóricamente contra vuestras afirmaciones difamatorias. Enviaré rectificación de Cádiz. _León Trotzky._” El firmante es el detenido ruso de que hablamos en nuestro número del sábado. Decíamos en aquella información que, teniendo noticias la Dirección de Seguridad de que se hallaba en Madrid un agitador ruso llamado León Trotzky, la brigada especial de anarquismo lo había detenido en la calle de Preciados. Añadíamos que algunos conocidos agitadores madrileños habían visitado inmediatamente al presidente del Consejo para recabar la libertad del sospechoso. En libertad. Los hechos están diciendo que nuestra información era exacta, y el telegrama de León Trotzky, protestando de no sabemos qué difamaciones, desde el momento en que es verdad que estuvo detenido, nos viene a revelar la noticia, no facilitada en parte alguna, de que los visitantes del conde de Romanones han conseguido que se lo ponga en libertad. Pero ahora preguntamos: Si Trotzky no era un individuo sospechoso, ¿por qué se le ha obligado a salir de Madrid inmediatamente? ¿Es que ha marchado a Cádiz por su voluntad? No. En la estación del Mediodía nos hemos enterado de que León Trotzky va vigilado por dos agentes. ¿Por qué se le lleva a Cádiz? ¿Se le va a dejar allí? ¿Se le va a repatriar? Si fuera persona sobre la que no recayeran sospechas, se le hubiera dejado en Madrid o donde a él le diera la gana de estar. Cuando nosotros dimos lanoticia de su detención y de las gestiones para su libertad es porque teníamos motivos para saber que la noticia era exacta. El mismo León Trotzky lo confirma al telegrafiarnos en el enlace de Córdoba, de paso para Cádiz. Si el haberlo detenido es un acto de difamación, allá la Policía. Nosotros hemos cumplido nuestro deber de informadores y no queremos hoy cumplir el de críticos, porque la conducta del conde de Romanones, cediendo a las presiones que anunciamos, se presta a muchos comentarios y a la deducción de que, siguiendo por este camino, llegará el momento en que ni la misma Policía se preocupará de los temores convulsivos que de pronto asaltan al señor presidente del Consejo.» (La Acción, diario de la noche, Madrid, martes 14 noviembre 1916, página 2.)

miércoles 15

“La detención del súbdito ruso León Trotzky, de que dimos noticia, tuvo la consecuencia de nuestro suelto de anoche, en el cual recogíamos el telegrama que dicho individuo nos dirige desde Córdoba, a su paso para Cádiz, adonde ha sido conducido por dos agentes de Policía…” («El caso León Trotzky. Para terminar», La Acción, Madrid, 15 noviembre 1916.)

“Hemos recibido desde Cádiz, firmado por nuestro correligionario León Trotzky, un telegrama, en que nos anuncia que en el día de hoy, y a las ocho de la mañana, será embarcado, como si se tratara de un criminal, para la Habana…” («El caso de León Trotzky. Taimadamente se ha cometido una infamia», El Socialista, Madrid, 15 noviembre 1916.)

jueves 16

«Las “planchas” de la Policía. Cadiz. (Miércoles, noche.) Ayer llegó, procedente de Madrid, el seudoanarquista ruso León Trotzky. Ha sido puesto en libertad por no resultar cargos contra él. Se hospeda en la fonda de la Perla Cubana.» (La Correspondencia de España, Madrid, jueves 16 noviembre 1916, segunda edición, para Madrid, 6 mañana, pág. 7; cuarta edición, para provincias, 5 tarde, pág. 3.)

«Por toda España. León Trotzky. Cádiz, 16 (2 m.). Ha llegado el agitador ruso León Trotzky, que se hospeda en la fonda La Perla Cubana.» (La Acción, Madrid, jueves 16 noviembre 1916, pág. 5.)

«Varias noticias. León Trotzky, socialista ruso, hombre considerado por las Policías francesa y española un tanto peligroso, ha sido embarcado en el puerto de Cádiz con rumbo a la Habana.» (La Época, Madrid, jueves 16 noviembre 1916, pág. 2.)

viernes 17

«El Parlamento. En el Congreso. […] La sesión de hoy. Se abrió la sesión a las tres y cuarto, […] El señor Castrovido protestó contra la clausura de la Exposición Raemaekers y contra la detención y deportación del camarada ruso Trotzky, excarcelado por la reclamación del Comité del partido socialista, pero al cual se ha conducido a Cádiz para embarcarle con destino a la Habana. Dijo que estos inconcebibles atropellos deshonran y desprestigian a España ante las mismas naciones a las cuales cree agradar con ellos.» (El Socialista, Madrid, viernes 17 noviembre 1916, pág. 3.)

sábado 18

«…voy también a hacerle otra pregunta relativa a la detención realizada en Madrid de un ruso, cuyo nombre no recuerdo. Este ruso, socialista, había sido expulsado de Francia, porque en Francia defendía la paz; era un socialista pacifista…» («Preguntas interesantes de Roberto Castrovido. El caso León Trotzky», El Socialista, Madrid, sábado 18 noviembre 1916, pág. 2.)

miércoles 29

«Desde que se tuvo noticia de que nuestro correligionario León Trotzky había quedado en Cádiz hasta el día 30 del mes actual, y en espera de un buque que lo trasladase a Nueva York…» («El caso León Trotzky. Lo que se hace no es serio», El Socialista, Madrid, miércoles 29 de noviembre de 1916, pág. 1.)

«El caso Trotzky. Los diputados republicanos anteriormente citados visitaron esta tarde al ministro de la Gobernación, a quien pidieron, en nombre de la minoría conjuncionista, que se dejara sin efecto la injusta orden de expulsión decretada contra nuestro camarada el escritor ruso León Trotzky, o que, al menos, se le permitiera esperar en Cádiz a su familia. El Sr. Ruiz Jiménez ofreció telegrafiar a Cádiz para que a nuestro correligionario no se le obligue a embarcar hasta que no le convenga hacerlo.» (El Socialista, Madrid, miércoles 29 de noviembre de 1916, pág. 3.)

jueves 30

«La odisea de un socialista ruso. Hace poco fue detenido en Madrid por la Policía el socialista ruso Lerio Trotzky. ¿De qué se le acusaba a este propagandista del marxismo? De haber combatido desde un periódico de París al Gobierno del czar; pero como esto no es un delito en España, sorprendió muy justamente tan arbitraria detención. A los pocos días Lerio Trotzky fue puesto en libertad; pero una libertad muy relativa, puesto que fue conducido por dos agentes a Cádiz y de Cádiz… Vean nuestros lectores lo que nuestro querido colega El Socialista dice, refiriéndose a esto: “¿Con qué fines se lleva a Cádiz a Lerio Trotzky? Si es con el propósito de embarcarle, y que en alta mar lo aprese un barco ruso, conste que estamos sobre aviso y sabremos atraer la atención pública sobre tan indigna maniobra. No debe olvidar el Gobierno que por encima de los deseos perversos de la Policía rusa está, en España, el respeto a la ley y a la personalidad humana.” Nosotros, con El Socialista, protestamos de que en España se cometan actos que tan poco dicen en nuestro favor.» (El Liberal, Madrid, jueves 30 de noviembre de 1916.)

«El ruso socialista. A nuestro compañero Castrovido ha dirigido desde Cádiz el socialista ruso compañero León Trotzky el siguiente telegrama: “CÁDIZ, 28. Telegrafío al señor ministro de la Gobernación que a causa de la irregularidad de las comunicaciones telegráficas entre Rusia, Francia y Cádiz, mi familia no llegará a tiempo a Cádiz para salir juntos hacia Nueva York en el vapor que zarpa el 30, a las diez de la mañana. Solicite inmediatamente autorización para quedarme en Cádiz hasta la salida del próximo vapor para poder embarcarme con mi familia. Espero alcance del Gobierno español que no decrete mi expulsión que sería crueldad inútil. Gracias por su intervención parlamentaria. León Trotzky.” Los diputados señores Nougués, Llorente, Morayta y Castrovido visitaron en el despacho de ministros en el Congreso al de la Gobernación para rogarle atendiera los justos deseos del súbdito ruso. El Sr. Ruiz Jiménez se había adelantado a los deseos de los diputados republicanos. Por telégrafo ha dicho a don León Trotzky, quien no está detenido, que puede esperar a su familia, como desea, para ir con ella a Nueva York. Los diputados no tuvieron otra cosa que hacer que dar las gracias al ministro.» (El País, Madrid, jueves 30 de noviembre de 1916.)

Diciembre 1916

Una vez queda resuelto que Trotski se encuentra en Cádiz pero no como detenido, y que puede esperar por su familia –su segunda esposa, Natalia Sedova (1882-1962) y sus hijos León (1906-1938) y Sergio (1908-1937)– para viajar todos juntos, como él desea, a Nueva York, la prensa burguesa española, pero también El Socialista, se olvida totalmente de que Trotski está por España.

El mes largo que estuvo Trotski en Cádiz, del 14 de noviembre al 20 de diciembre de 1916, lo entretuvo en intentar aprender cosas sobre España, aunque con dudosos resultados, como puede comprobarse en estos seis epígrafes: → IX. Conversaciones, X. Lecturas sobre España, XI. Siguen las lecturas, XII. Más conversaciones y más libros, XIII. Fiestas y espectáculos, XIV. Enseñanzas históricas.

miércoles 20 Acompañado por dos policías, sale de Cádiz hacia Madrid en tren, camino de Barcelona → XV. A Barcelona y en Barcelona.

jueves 21 Pasa el día paseando por Madrid, acompañado por los dos policías, antes de retomar el tren camino de Zaragoza y Barcelona.

En Barcelona se reencuentra con su familia, pero es parco al recordar qué hicieron esa semana: “Llegó la familia. Dimos un vistazo a la ciudad. A los chicos les gusta el mar y la fruta. Salimos el 25, o sea el día de Navidad.” En realidad parten de Barcelona tres días después, y nada menos que ocupando un lujoso camarote de primera en el vapor Montserrat, de la Compañía Trasatlántica. (El Montserrat había entrado en el puerto de Barcelona el día 24, por lo que perfectamente la familia Trotski pudo ocupar su camarote ya el día de Navidad, si tenemos en cuenta además el interés de Claudio López Bru, propietario del barco, por retirar a Trotski de la circulación.)

¿Cómo pudo pagar Trotski un pasaje de primera de Barcelona a Nueva York? El siguiente relato de tradición oral, trasladado a una correspondencia privada cruzada en 1953 entre presbíteros católicos, antiguos alumnos de la Universidad Pontificia de Comillas, con los obvios errores de detalle que contiene (no vino Trotski a España fugitivo de Rusia sino expulsado de Francia; no marchó a México sino a Nueva York…), ofrece una explicación plausible de las circunstancias del viaje de Trotski y su familia a bordo del vapor Montserrat, y su disponibilidad económica al salir de España, gracias al propietario de la naviera… Ni que decir tiene que Trotski no menciona en Mis peripecias en España cómo pudo ocupar un camarote de primera clase, aunque describa a los viajeros con los que compartía tal privilegio:

«Estos días, con motivo del centenario del nacimiento y traslado de los restos mortales del marqués de Comillas al Seminario, he leído a través de la prensa y revistas rasgos y anécdotas de su vida, siempre grandiosos: desde sostener en Barcelona a 300 familias hasta el intento de compra de la ciudad de Roma para el Papa. Hay escritas del marqués de Comillas varias biografías y entre ellas una muy completa y emocional del Rdo. P. Regatillo. Ahora, que tanto se habla y se escribe sobre Rusia y el comunismo, es una pena, que se silencie en ellas, de cómo consiguió el Marqués, que el agitador internacional Trotsky saliera de España, cuando su presencia aquí era gran amenaza y gran peligro, que el Gobierno no advertía, o, si lo advertía, no acertaba a conjurarlo. Trotsky llegó a España fugitivo de Rusia, y trató de poner aquí en pie la revolución. Le habían dicho que esto podía ser fácil. Y él comenzó sus trabajos, confiado en que habrían de obtener el resultado que buscaba. Los manejos llegan a oídos de Comillas, que envía inmediatamente a un emisario para que conozca en cuánto cifra Trotsky un compromiso de abandonar urgentemente el suelo español. “Quiero 5.000 pesetas y un pasaje para Méjico”, responde el agitador ruso. Comillas accede inmediatamente a la modesta petición de quien tan encendidos planes revolucionarios traía a España. Trotsky coge su dinero y su pasaje y sale para Méjico. En España nadie, más que el emisario del marqués, se entera de que ha sido Comillas quien ha librado al Gobierno de la amenaza de tal indeseable.» (Carta de José Echeandia, desde Navárniz, el 29 abril 1953, en Unión Fraternal, Comillas, mayo 1953, año XLIV, nº 173, páginas 234-236.)

El historiador Richard B. Spence («Hidden agendas: spies, lies and intrigue surrounding Trotsky’s american visit of january-april 1917», Revolutionary Russia, 2008 21:1, 33-55) asegura que Trotski no pagó el pasaje (“Of course, he was not paying for any of it (…) Moreover, information collected by American immigration showed that the fares had been purchased for him not by him”), y atribuye a Ernesto Bark (quince años antes socio de Francisco Maceín) la entrega del dinero suficiente para cubrir el pasaje (según informe del agente francés G15, de 26 de diciembre de 1916, Archives de Guerre, Deuxieme Bureau, dossiers repatriés, Z26610), lo que justificaría su paso por Madrid, y se extiende en otras consideraciones, como el hecho de que se alojara en Nueva York en el Hotel Astor, cerca de Times Square, de los más caros y selectos de la ciudad. Este autor y la historiografía en general ignoran, como es natural, el posible mecenazgo del Marqués de Comillas, que en todo caso no es incompatible con los dineros que hubiera podido entregarle Bark, procediesen de donde procediesen…

jueves 28 La familia Trotski parte de Barcelona en un camarote de primera del vapor Montserrat, de la Compañía Trasatlántica → XVI. La expulsión a América.

El mismo día que los Trotski parten de Barcelona en el Montserrat, Lenin se sube a un tren en Zurich…

«Era a fines de 1916. Se hallaba entonces en Zurich. El 28 de diciembre por la mañana, salió de su casa con un pequeño maletín en la mano. Se dirigió hacia la estación, tomó el tren y descendió en Berna a las diez. Fue inmediatamente al Hôtel de France, alquiló una habitación, salió media hora después y tomando el tranvía ganó el otro extremo de la ciudad, en el que se encuentra el foso de los osos. Subió a pie hacia el centro de la ciudad, manteniéndose siempre bajo las arcadas, y mirando de vez en cuando hacia atrás; después, de súbito, sin volverse, entró en la Legación de Alemania. Eran las once y media. He aquí los datos aportados, en un informe confidencial, por Svatikov, que había sometido a Lenín a espionaje. “La vigilancia en los alrededores de la Legación se mantuvo hasta las nueve de la noche sin que se viera salir a Ulianov. Ni aquella noche, ni al día siguiente por la mañana había aparecido por el Hôtel de France. La vigilancia fue reanudada el 29 por la mañana en la Legación, y sólo hacia las cuatro de la tarde Ulianov salió, dirigiéndose a toda prisa al Hôtel de France en el que permaneció cosa de un cuarto de hora. En seguida volvió a tomar el tren en dirección a Zurich.” Este documento, que nosotros no tenemos ninguna razón para juzgar apócrifo, confirma la existencia de relaciones y tratos germano-bolcheviques. Por otra parte, es cierto que Lenín recibió dinero de Alemania; pero esto no quiere decir que se desviara jamás de su fin propio. No es conocer su especial psicología atribuirle alma de “vendido”. Lo único que hizo fue servirse para su objeto de Alemania, como hubiese podido servirse de la Okhrana. Por lo demás, es evidente que no sacó de todo ello ningún provecho personal y que, desde ese punto de vista, no pudo atraerse la sospecha que pesó siempre, con razón o sin ella, sobre un Mirabeau.» (Pierre Chasles, Lenín, el dictador rojo, Joaquín Gil Editor, Ediciones y Publicaciones Iberia, Barcelona 1929, páginas 130-131, VIII: “Hacia la tercera internacional”.)

Enero 1917

domingo 14 La familia Trotski abandona España al desembarcar del vapor Montserrat en Nueva York → XVII. Aquí termina España

El vapor Montserrat de la Compañía Trasatlántica, que había partido de Barcelona el 28 de diciembre de 1916, tras hacer escala en Valencia, Málaga y Cádiz, llega al puerto de Nueva York en la madrugada del domingo 14 de enero de 1917 (aunque Trotski diga que era “Domingo, 13 de enero de 1917”). Como venía sucediendo desde 1892, los pasajeros desembarcan en la Isla Ellis, junto a la Estatua de la Libertad, para someterse a rigurosa inspección médica, controles de inmigración y, en su caso, ser rechazados (al parecer, sólo un 2%). El Museo Nacional de la Inmigración de la Isla Ellis custodia las Listas o Manifiestos de quienes llegan en cada barco, con los datos de identificación de los pasajeros requeridos entonces por la Oficina de Inmigración de los Estados Unidos. En la página 2 del manifiesto de pasajeros llegados en el Montserrat el 14 de enero de 1917, la familia Trotski figura con los números 25 a 28:

25 Leon Trotzky, de 37 años, Autor, de Rusia, procedente de Francia, París, se alojará en Nueva York en 42nd St. Astor Hotel, declara que no es anarquista, ni polígamo, que lleva más de 500 dólares.

26 Natalia Sedova, de 35 años, sus labores, con su marido.

27 Leon Trotzky, de 11 años, estudiante, con sus padres.

28 Sergio Trotzky, de 9 años, estudiante, con sus padres.

La familia Trotski en la lista de pasajeros llegados a Nueva York el 14 de enero de 1917 en el vapor Montserrat, que partió de Barcelona el 28 de diciembre de 1916
La familia Trotski en la Lista o manifiesto de pasajeros extranjeros registrados por la oficina de inmigración de los Estados Unidos, llegados al puerto de Nueva York el 14 de enero de 1917 en el vapor Montserrat, que había partido de Barcelona el 28 de diciembre de 1916.

* * *

En junio de 1929 asegura Trotski, desde Constantinopla (había sido expulsado de la URSS en febrero), en el “Prólogo a la edición española” de Mis peripecias en España, que Alejandro Voronski le había impulsado a publicar, en 1924, las notas que había tomado a finales de 1916 y principios de 1917 durante su peculiar estancia por España. En todo caso Voronski habría insistido a Trotski, en 1924, para que completase tal edición, pues ya en julio de 1922 la revista literaria Красная новь (Tierra virgen roja) había publicado los seis primeros capítulos de Дело было в Испании, demorándose en efecto la aparición de los capítulos VII-XVII hasta el número de Красная новь correspondiente a enero de 1926 (págs. 127-159). Ese mismo año, Дело было в Испании: по записной книжке fue publicado como libro, ilustrado por Constantino Rotov, por el Círculo de escritores Artel (Артель Писателей Круг, 1926, 133 páginas).

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Ediciones en español de Mis peripecias en España de Trotski:
Socialfascistas publican las andanzas de Trotski por España (Editorial España, Madrid 1929)
Edición ampliada de los tres escritos de Trotski sobre España (Editorial Fénix, Madrid 1933)
Ruedo Ibérico recopila Escritos sobre España de Trotski (París 1971)
Una edición basura de 1975 y su secuela digital de 2009 (Akal Editor, Madrid 1975)
Reedición subvencionada en época de Zapatero (Endymion, Madrid 2007)
Reedición con prólogo plagiario de Pepe Esteban (Reino de Cordelia, Madrid 2012)
→ texto íntegro de León Trotski, Mis peripecias en España (Filosofía en español 2015)

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