José María Laso Prieto, Unas jornadas racionalistas necesarias, El Catoblepas 16:6, 2003 (original) (raw)

El Catoblepas, número 16, junio 2003
El Catoblepasnúmero 16 • junio 2003 • página 6
Desde mi atalaya

José María Laso Prieto

Sobre las Jornadas organizadas por la Sociedad Asturiana de Filosofía, Superstición, creencia y pseudociencia (Gijón, 27-29 noviembre 2002)

Sociedad Asturiana de Filosofía: Jornadas sobre Superstición, Creencia y Pseudociencia (Gijón 27-29 noviembre 2002)Lamentablemente, vivimos en una etapa histórica que se caracteriza por el predominio del irracionalismo. Tanto en los diversos medios de comunicación como en tertulias radiofónicas y televisivas, así como en espectáculos conversaciones privadas, proliferan temas como la astrología, los horóscopos, las profecías apocalípticas, la parapsicología, los ovnis, los hechizos y la brujería, &c., a unos niveles inusitados en otras épocas de la historia humana. Personalmente tuve la oportunidad de profundizar en ello cuando la emisora radiofónica Radio Vetusta, de Oviedo, me pidió que participase en un debate sobre el tema. Se trataba de confrontar los argumentos racionales frente a los totalmente irracionales que propugnaban un sacerdote parapsicólogo y la autodenominada bruja mayor de Asturias. La defensa de la racionalidad la asumimos el joven hijo del concejal ovetense Rodrigo Grossi –fallecido después en un accidente de circulación en Kenya– y el autor de esta reseña. En el debate ambos racionalistas pudimos comprobar la endeblez de los argumentos de tan típicos irracionalistas. Por ello me congratulé mucho cuando me enteré de que la prestigiosa SAF (Sociedad Asturiana de Filosofía) había organizado unas Jornadas dedicadas a profundizar en los temas de Superstición, creencia y pseudociencia. Esas Jornadas tuvieron como subtítulo Cuando se apagan las luces de la razón.

Tales Jornadas se desarrollaron en la ciudad de Gijón los días 27, 28 y 29 de noviembre del año 2002, en el Centro Municipal Integrado «Barrio La Arena», con asistencia de un público numeroso y atento. El programa de las Jornadas se desarrolló de la siguiente forma:

Tras una interesante presentación del presidente de la SAF, profesor Emilio Jorge González Nanclares, el profesor Gustavo Bueno desarrolló el tema de El concepto de creencia. Algo más de una hora más tarde, Alberto Hidalgo Tuñón, profesor de Filosofía de la Universidad de Oviedo abordó en profundidad el tema Ciencia ¿para qué? Funciones sociales versus funciones gnoseológicas (con posterioridad a tales Jornadas el profesor Hidalgo Tuñón acaba de ganar, en una brillante oposición, la Cátedra de Filosofía de la Universidad de La Coruña). La tarde de esta primera jornada se completó con una conferencia de Fernando Miguel Pérez Herranz (profesor de Filosofía de la Universidad de Alicante) sobre el tema de La Pseudociencia, contrafigura de la Ciencia. Esta jornada se completó con una mesa redonda en la que los conferenciantes mencionados debatieron sobre el tema común desde sus respectivas perspectivas.

La segunda jornada se desarrolló el jueves 28 de noviembre de 2002, en el mismo Centro Municipal de Gijón. Se inició a la hora lorquiana de las cinco de la tarde, con el siguiente programa: conferencia del profesor Javier Armentia Fructuoso (director del Planetario de Pamplona) y el tema desarrollado fue ¿Por qué creemos en cosas increíbles? Seguidamente el profesor Félix Ares de Blas (presidente de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico y Director del Museo de la Ciencia de San Sebastián) disertó sobre el tema de ¿Existen los extraterrestres?

La siguiente conferencia de la jornada la desarrolló Emilio Jorge González Nanclares (presidente de la Sociedad Asturiana de Filosofía) sobre el tema El enigma de la Pirámide. La jornada finalizó –al igual que la anterior– con una mesa redonda sobre el tema en la que cada uno matizó sus respectivas perspectivas.

La tercera y última jornada tuvo lugar el viernes 29 de noviembre del año 2002. A partir de las cinco de la tarde el profesor Marino Pérez Álvarez (profesor de psicología de la Universidad de Oviedo) desarrolló el tema La superstición en la ciudad. Seguidamente intervino Isaac Amigo Vázquez (también profesor de psicología de la Universidad de Oviedo), que expuso el tema El mito de las Estrellas. La última conferencia corrió conjuntamente a cargo del profesor Gustavo Bueno Sánchez y de la señora Xelo Mir (profesor de Filosofía de la Universidad de Oviedo y subdirectora del programa «Otra Dimensión» –Antena 3–), que disertaron sobre el tema de Superstición y medios de comunicación. La jornada finalizó –al igual que las anteriores– con una mesa redonda en la que cada participante sostuvo sus respectivas posiciones.

En su conjunto, la actividad racionalista abordada en las tres jornadas fue muy interesante y cumplió con creces la intención que con su realización perseguían los organizadores. Es decir, abordar desde la más estricta racionalidad científica toda una serie de fenómenos que están siendo utilizados para difundir lo que sin duda debe ser calificado como Superstición, creencia y pseudociencia.

Aunque por limitaciones de espacio y tiempo, no podemos abordar en profundidad el desarrollo de tan interesantes debates, sí queremos dar una idea general de su desarrollo. La aportación del profesor Gustavo Bueno fue la más destacada de las Jornadas. Su ponencia El concepto de creencia abordó, desde la perspectiva del materialismo filosófico, un concepto, como el de creencia que tanto se utiliza por algunos irracionalistas cuando sostienen «Es que yo creo». Gustavo Bueno utilizó la distinción entre la perspectiva emic y la perspectiva etic para criticar el psicologismo subjetivista. Como es sabido, tal distinción entre Emic y Etic, fue acuñada por K. L. Pike para diferenciar las dos perspectivas alternativas (no disyuntivas) en las que habrán de situarse los cultivadores de las ciencias humanas (lingüistas, etnógrafos, antropólogos, historiadores) pero también los cultivadores de ciencias etológicas y, desde luego, los juristas, militares, y hombres en general, en el momento en que se disponen a interpretar los actos o productos de otros hombres o de otros grupos sociales. En efecto: emic sería lo que está dentro, lo interior a la conciencia del agente. Lo etic, en cambio, es lo exterior a esa conciencia, lo que permanece fuera. De ese modo sería émica la descripción de la perspectiva que se sitúa en la perspectiva del actor o participante, y ética la que se refiere a lo que el observador o sujeto gnoseológico capta y analiza desde su propia situación.

La ponencia del profesor Alberto Hidalgo suscito también una gran expectativa entre el público asistente a las Jornadas racionalistas. Expectativa que se vio confirmada por la brillantez con que el conferenciante desarrolló el tema de ¿Ciencia para qué? Funciones sociales versus funciones gnoseológicas. Esta ponencia resaltó la relevancia de la ciencia para la consecución del progreso social, a la vez adoptó una posición sobre la gran influencia que los factores sociales tienen para el propio desarrollo de la ciencia. En ese sentido la concepción de Alberto Hidalgo sobre la ciencia se sitúa en una perspectiva similar a la profesor británico John D. Bernal.

La conferencia del profesor Fernando Pérez Herranz sobre el tema La Pseudociencia, contrafigura de la Ciencia me recordó mucho a la conferencia titulada ¿Cómo desenmascarar a falsos científicos?, que desarrolló hace años el profesor Mario Bunge en Tribuna Ciudadana de Oviedo, y en la que yo le presenté al público.

La conferencia de Javier Armentia Fructuoso, ¿Por qué creemos en cosas increíbles? fue muy útil para conocer la incidencia que diversos factores irracionales tienen en la génesis de creencias que inducen al gran público a creer cosas increíbles. La conferencia de Félix Ares de Blas sobre el tema ¿existen los extraterrestres? fue muy útil para conocer la total falta de credibilidad de tal existencia, entre otras causas, debido a los límites que a los desplazamientos cósmicos oponen las grandes distancias cósmicas y la imposibilidad de que un vehículo cósmico supere el límite que impone la velocidad de la luz.

El presidente de la SAF, Emilio Jorge González Nanclares desarrolló brillantemente el interesante tema de El enigma de las Pirámides. Fue una buena síntesis de las muchas hipótesis que se han emitido tradicionalmente sobre la problemática de las Pirámides. Es un tema que siempre me ha interesado y que se acrecentó cuando tuve la oportunidad de penetrar un trecho por el interior de la gran Pirámide de Gizeh.

La conferencia de Marino Pérez Álvarez, sobre el tema de La superstición en la ciudad, demostró convincentemente que la superstición no se limita a las zonas rurales. Buena prueba de ello son los testimonios que sobre Roma aporta el drama de William Shakaspeare Julio César. A su vez, la conferencia de Isaac Amigo Vázquez, sobre el tema de El mito de las Estrellas, puede muy bien asimilarse a los trabajos que acerca de tal tema desarrolló Isaac Asimov.

La conferencia final de las Jornadas racionalistas la desarrollaron conjuntamente Gustavo Bueno Sánchez y Xelo Mir. Resultó muy sugerente por suponer una adecuada explicación de las razones que han llevado a los diversos canales televisivos a interesarse por los temas que han sido abordados con rigor en las distintas conferencias integradas en las Jornadas que reseñamos. Sólo nos queda felicitar a la SAF por la perfecta organización de estas Jornadas y por la interesante temática que se abordó en ellas.

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